Hace un mes se desarrolló una de las ediciones históricas de AgroActiva. Lo dice Rosana Nardi, su presidente, pero también la cantidad de expositores, el público que asistió, los eventos realizados, los lanzamientos de productos y el fervor de la gente.
Para conocer de qué manera se gestó este hito tan significativo, LA OPINION dialogó con la empresaria pergaminense en una charla distendida en la que hubo reflexiones, risas y anécdotas.
-¿Por qué esta edición de AgroActiva puede catalogarse como histórica?
-Se cumplieron tres años desde la última edición de Agroactiva, que fue en 2019, así que para nosotros fue una alegría total. Fue una de las mejores AgroActiva de la historia. La más grande y con más público fue en el año 2007, en Oncativo. Después no hubo nada parecido hasta la pasada en cuanto a cantidad de expositores (830), a cantidad de púbico, a tamaño de la exposición y a todo lo que se generó en el marco de la muestra.
En cuanto a ese movimiento fue la mejor de todas, porque la de 2007 fue muy grande y asistió mucho público, pero en esta última hubo una gran producción de stands, fueron increíbles las actividades que realizaban como los lanzamientos (Agrometal presentó una sembradora y dio un espectáculo con Hernán Piquín y New Holland llevó a cantar a Soledad, por citar algunos ejemplos).
Lo que pasó este año en AgroActiva nos dejó sumamente contentos, es muy difícil transmitir la alegría que tenemos como equipo de haber podido hacer la exposición y que haya sido este "exitazo" que fue. Trabajamos durante la pandemia mucho tiempo en condiciones espantosas, de incertidumbre, de inseguridad, de no saber qué podía pasar dentro de un mes, no se sabía nada. Pero elegimos sostener la empresa pensando que en cuanto se pudiera hacer íbamos a estar, pero fue muy difícil. Esto nos afectó no solo en lo económico sino también en los estados de ánimo.
No obstante, lo que pasó en AgroActiva fue increíble; todo este fervor, ver a la gente a las 8:00 de la mañana esperando para ingresar a la muestra con una alegría enorme, con su mate en la mano, entrando con una sonrisa, sacándose fotos con el pórtico... fue como un premio doble, es mucho tiempo estar tres años fuera del mercado y ver la respuesta de tu comunidad; ver que no se olvidaron y volvieron con un fervor increíble, fue un mimo al alma.
-¿Sugieren o incentivan a los expositores a realizar lanzamientos de sus productos en la muestra o es una iniciativa de ellos?
-No, nosotros no hacemos ningún incentivo, al contrario, ellos nos avisan si lanzan tal o cual producto porque allí está su público, ahí está el contacto directo con el hombre de campo, los técnicos, los ingenieros; entonces eligen AgroActiva dentro de todos los eventos que hay vinculados con el sector agropecuario, AgroActiva es el único que les garantiza el contacto directo con el productor agropecuario genuino.
-¿Cómo se logra el equilibrio entre las ideas del equipo de AgroActiva a desarrollar en cada muestra y lo que quiere o necesitan expositores y público?
-Son las dos cosas, por un lado surgen de nosotros, por ejemplo en esta última edición descubrimos que no tenemos que tener miedo a innovar porque este año cambiamos muchas cosas.
-¿Por ejemplo?
-AgroActiva es un evento con 28 años, son muchas ediciones en las que se viene replicando más o menos lo mismo, ya que como reza el refrán: "Equipo que gana no se cambia".
Pero gracias al profesionalismo de nuestro equipo de trabajo, y volviendo al tema de la pandemia, pensamos que teníamos la oportunidad de cambiar algunas cosas: la distribución de invitaciones especiales las hacíamos con papel e imprimíamos 600 mil, luego salía un grupo de personas en camionetas durante dos meses a repartirlas.
Entonces decidimos hacer las invitaciones en forma digital, pero teníamos un miedo espantoso porque no sabíamos qué iba a pasar; hasta que vimos que el primer día y luego los subsiguientes la gente llegaba al pórtico con el celular con su entrada descargada para ingresar. Yo miraba asombrada y no lo podía creer. AgroActiva es como un evento de culto, la gente se entera y va, no manejamos un enorme presupuesto publicitario ni un multimedio; entonces ver esa cantidad de gente entrando con su teléfono en mano y la entrada digital fue emocionante.
Todos los cambios que pensamos fueron para mejor. Hay una frase que dice: "No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas", de Séneca.
-¿A qué cosas difíciles se enfrentó desde que es presidenta de AgroActiva?
-Soy presidenta de AgroActiva desde el año 2010, cuando reemplacé a mi papá; primero lo padecí, no lo sentí en ese momento como un privilegio, lo sentí como un peso que se me imponía. Tenía un cierto rechazo, me parecía que esa posición de ser presidente de una empresa me acartonaba, me iba a impedir seguir en contacto con el equipo de trabajo, divirtiéndome, haciendo cosas con ellos, tenía un prejuicio y era un problema mío.
También me parecía que nunca iba a poder ser como mi papá, de hecho nunca voy a poder ser como él porque somos distintos, entonces cuando entendí que yo tenía mis propias potencialidades, que eran diferentes a las de mi papá, que tenía otras aptitudes y que podía explotarlas, ahí empecé a ser feliz con este lugar. Lo empecé a lograr cuando me olvidé de que tenía que ser algo o llegar a algo, cuando empecé a disfrutar de mi puesto.
Creo que eso es lo mejor de ser la presidente de una empresa, poder potenciar a la gente que te rodea o darle el lugar para que logren alcanzar su máximo standard.
-No obstante ese lugar al que refiere, su sello como arquitecta, se sigue plasmando en cada muestra.
-Sí, claro, estoy en AgroActiva desde la primera edición de 1998 (en Marcos Juárez) cuando comenzamos con mi papá y mi hermano Luis, quien me sigue acompañando en cada exposición. Allí me vinculé con los planos de la muestra y lo referente a lo estético, la cartelería, el diseño gráfico, la folletería, todo lo hacía con amigas como Beatriz Coscia, Haide Andriolo, Carolina Klein.
Con los años desarrollé otras actividades y llegué a ser coordinadora general, por lo que estaba involucrada en todos los temas de AgroActiva, pero siempre mi impronta tenía que ver con todo lo vinculado a la muestra estática, la estética y la comunicación.
Creo que pude dejar mi impronta más que nada en lo que refiere a la creatividad de la exposición, llevarla hacia una imagen de AgroActiva que hoy es totalmente diferente a las otras exposiciones de campo, no solo de Argentina sino del mundo.
