Durante la campaña agrícola 23/24, las excesivas precipitaciones y altas temperaturas, seguidas de períodos de escasa humedad durante el llenado de granos del cultivo de soja, provocaron daños en las semillas.
Estos daños, conocidos como "ambientales", se producen como consecuencia del fenómeno físico de hidratación y deshidratación de las semillas, contrayendo y elongando los tejidos de las mismas.
Además, la abundancia de precipitaciones y la alta humedad relativa a finales del ciclo del cultivo fueron propicias para la aparición de hongos.
Estas condiciones afectaron la calidad de la semilla para la siembra de la campaña 24/25.
Pruebas de germinación
El Laboratorio de Calidad de Semillas del INTA Pergamino, bajo la dirección técnica de la ingeniera agrónoma Mariela Fernández, realizó el análisis de Poder Germinativo (PG) de numerosas muestras de semillas de soja, representativas de la zona de influencia de la experimental, sin y con tratamiento fungicida, arrojando elocuentes resultados.
Los valores promedios de PG fueron de 59% y 68% para los tratamientos sin y con fungicida respectivamente. Sin embargo, se registra una amplia variación entre resultados, encontrando valores que van entre el 6% y el 99% de PG.
Respecto al tratamiento fúngico, si bien en promedio aumentó el PG, se presentan situaciones particulares.
En algunos casos el tratamiento con fungicida mejora el PG. En esta situación se recuperan semillas muertas y plántulas anormales que estaban afectadas por patógenos.
En otros casos, las muestras con tratamiento fúngico aumentan la cantidad de plántulas anormales y/o de semillas muertas. Esto sucede por las afecciones que produce la fitotoxicidad del fungicida en las estructuras de la plántula y/o provocando la muerte del embrión, ocasionadas por los daños ambientales y mecánicos que presentan las semillas.
Del laboratorio al campo
Hay que recordar que los análisis de germinación se realizan en condiciones óptimas de luz, temperatura y humedad de sustrato. En ese contexto los resultados obtenidos representan el potencial de germinación de la muestra. En condiciones de campo, estos valores pueden ser diferentes, ya que no pueden controlarse las variables ambientales y edáficas.
Es importante remarcar que es recomendable analizar cada lote de semillas en particular y, según el daño encontrado, definir si es conveniente aplicar un tratamiento fungicida o no.
Muchas veces ajustar la densidad de siembra es una herramienta más eficaz, para tener una buena implantación del cultivo, ante semillas con daños que no se recuperan con tratamientos fungicidas.
Por último, cabe apuntar que la calidad de la semilla depende de su calidad inicial y de las condiciones de almacenamiento. Por ello es aconsejable realizar el análisis de germinación a la cosecha y conservar las semillas en condiciones adecuadas.