La aplicación selectiva de herbicidas es una tecnología cada vez más difundida entre los productores. A través de distintos mecanismos permite la aplicación del producto únicamente en aquellos puntos del lote donde se detecte la presencia de malezas. Esto se traduce en ahorros significativos de producto y menores costos, pero además, en un menor impacto ambiental.
"Básicamente, constituye una herramienta que nos ayuda un montón a mejorar el control de malezas, ahorrar en herbicidas y bajar el impacto en el ambiente", resume el asesor agronómico Esteban Bilbao al sintetizar las bondades del sistema.
Con más de seis años de experiencia en su haber, el asesor agronómico cuenta que "uno de los más destacados beneficios de la aplicación selectiva es que permite ahorrar hasta un 70 por ciento de herbicidas". Y también detalla cómo funciona el equipo. "Cuenta con sensores o cámaras, que se disponen a lo largo del botalón de los pulverizadores de arrastre o autopropulsados, que van censando el suelo y sólo aplica cuando detecta la presencia de malezas".
El complemento perfecto
Entendiendo que el enfoque integral en la búsqueda de soluciones a la problemática de malezas ya es indiscutido, el profesional de la Consultora Viento de Sur SRL, puntualiza que "las experiencias más exitosas en el control de malezas, como de gran parte de las plagas, son aquellas que se basan en enfoques integradores y en la complementación de herramientas y, en esa línea, las aplicaciones selectivas encajan perfectamente.
De hecho, experiencias realizadas en INTA Manfredi coinciden en demostrar que, con la combinación de cultivos de servicios y agricultura de precisión, la aplicación selectiva permitió ahorros de herbicida de hasta 70 % y un control efectivo de yuyo colorado del 80%.
En este trabajo del INTA Manfredi se llegó también a la conclusión que "el ahorro es aún mayor si se considera que con el control selectivo nos ahorramos hasta dos aplicaciones durante su ciclo" y también deduce que "el Triticale deja el lote en condiciones óptimas -con baja infestación- para que la aplicación selectiva manifieste su máximo potencial en efectividad de control y en ahorro de insumos".
Los primeros pasos
En Argentina esta tecnología ingresó hace unos 15 años en el Chaco santiagueño, porque los productores estaban teniendo un problema de malezas mayor al del resto de las zonas y por ende mayor era la inversión para combatirla.
En el resto de las regiones del país, el control de las malezas con herbicidas como glifosato o 2,4 D, en aquel momento no insumían gran costo. Pero, hoy la realidad es otra, como bien señala Bilbao. "Con el avance de las malezas resistentes y el encarecimiento de las aplicaciones, en la mayoría de las zonas de producción extensiva de Argentina hoy se justifica la adopción de estas nuevas herramientas".
Según la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE) los herbicidas representan entre el 75 y 80 por ciento de los fitosanitarios utilizados hoy en la Argentina y, por ende, constituyen una gran parte del costo de producción. Partiendo de esta premisa, todo aquello que permita un ahorro en este aspecto es bienvenido. No obstante, como en todo, la escala juega un papel decisivo.
Costo y beneficios
"Hacerse de un equipo para realizar aplicaciones selectivas requiere de un desembolso inicial de 6.000 a 10.000 dólares por metro de botalón, una inversión importante sin duda, pero aquel productor que trabaja entre 2.500 a 3.000 hectáreas, con lo que se ahorra de herbicidas en dos campañas recupera la inversión, en tanto que aquellos que cultivan menos hectáreas o a un contratista le va a llevar más plazo poder cubrir ese gasto".
Aun así, la aplicación selectiva constituye una herramienta que llegó para quedarse y no solo por el mero ahorro en herbicidas, como bien agrega Bilbao. "Es una tecnología que nos ayuda a manejar mejor las malezas porque nos evita tener que esperar una invasión masiva del lote para justificar una aplicación total, sino que podemos atacar con un tamaño de malezas más adecuado y, a la vez, darnos el gusto de utilizar herbicidas de otros modos de acción que en cobertura total nos vemos en privados por los costos".
Por último, el consultor señala que "cada vez que tenemos que tratar un lote y podemos optar por usar aplicaciones selectivas en lugar de la cobertura total, estamos teniendo un 60 % menos de impacto ambiental, que tampoco es un dato menor.