"Una correcta siembra se define como aquella donde la diferencia entre la cantidad de plantas posibles de obtener y las emergidas es mínima, la separación entre ellas es uniforme y el tiempo transcurrido para emerger es el mínimo para el conjunto de la población, factores estos que dependen de las condiciones del ambiente, la calidad de la semilla y de las características de la operación de siembra", resume a modo de introducción al tema el ingeniero agrónomo Javier Elisei, profesional del INTA Pergamino, a quien consultamos para definir cuáles son los principales puntos a tener en cuenta en este primer paso de la campaña de granos gruesos.
Con respecto a las condiciones del ambiente, precisó que "se deben considerar los aspectos del cultivo anterior, las características de la superficie del suelo, además de las condiciones de la atmósfera y la presencia de insectos y patógenos de suelo". También "los aspectos del cultivo anterior, bajo siembra directa", en lo que hace a "la distribución de los rastrojos de cosecha debe ser lo más pareja posible de forma tal que su concentración en el sector cola de la cosechadora sea similar al resto del ancho de trabajo del cabezal". Al respecto, subraya que "regular la sembradora en un lote con distribución despareja de los rastrojos es complicado dado que comienza a sembrar a diferentes profundidades, a no cortar el rastrojo donde hay en demasía, entre otras irregularidades". En este aspecto, destaca "la importancia de sembrar al sesgo con respecto al sentido de la cosecha del cultivo anterior, lo cual implica tener presente la pendiente del lote; la siembra, en lotes con pendiente, debe cortar la pendiente para atenuar posibles problemas de erosión hídrica". También señala que, "la altura de corte del cabezal durante la cosecha del cultivo de trigo tiene que ser la máxima para dejar el rastrojo de trigo lo más parado posible, situación ideal para el accionar de la sembradora durante la siembra de la soja de segunda, dado que no se atora, copia bien y coloca a la misma profundidad la semilla".
El suelo, otro punto a considerar
Al momento de lograr correctas implantaciones de cultivos para la producción de granos, la presencia de huellas por el tránsito agrícola, la humedad, la textura y la firmeza del suelo son aspectos a tener en cuenta. "La presencia de huellas impacta en forma directa sobre la calidad de implantación del cultivo; el desnivel en el suelo (huella) genera profundidades de siembra variables en las semillas, y las durezas del suelo produce que la cuchilla labrasurco no pueda clavar con la suficiente fuerza y los discos abresurcos depositarán la semilla más arriba de lo planificado", detalla Elisei.
Advierte también que "el exceso de humedad del suelo genera baja resistencia, lo cual impide tener base para cortar los residuos en siembra directa". A la vez, señala que "las situaciones de trabajo pueden variar de suelo muy firme a muy suelto", y aclara que "en suelo suelto o poco firme (arenoso, por ejemplo) las ruedas tapadoras de mayor diámetro (menor velocidad de giro en la periferia) no mueven mucho el suelo; por ende, no habría que poner los discos escotados y no darle tanta inclinación para que asienten lateralmente y formen un camellón".
En suelo más firme (seco y/o arcilloso), advierte que "es preciso asegurar alta carga sobre las cuchillas labrasurcos y los órganos tapadores tendrán que ser más agresivos (más inclinación vertical y horizontal) y poner los discos escotados". Y cuando se trata de suelos muy arcillosos y húmedos, "tienen que ser tocado lo menos posible dado que se adhiere bastante a los órganos; de ser posible, tendría que equiparse con cuchilla labrasurco plana y las ruedas tapadoras sin disco escotado prácticamente sin inclinación vertical y horizontal".
Operación de siembra
Para Elisei, la adecuada operación de siembra se sostiene por dos pilares. "Por un lado es importante rescatar la idoneidad del operario (conocimientos, actitud, retribución, etc.) y por otro lado el equipamiento, el mantenimiento y la regulación de la sembradora para las diferentes condiciones de trabajo".
También considera que "se debe colocar la semilla con equidistancia de distribución y uniformidad en la profundidad, evitar la compactación del ambiente radicular en las primeras etapas fenológicas y evitar cámaras de aire en el ambiente que rodea la semilla; objetivos que requieren de un adecuado equipamiento y eficiente mantenimiento del órgano abresurco, el dosificador, la/s ruedas limitadoras de profundidad, el tubo de bajada y el órgano fijador de la semilla".
Finalmente, el profesional del INTA Pergamino puntualiza que "debe considerarse un buen tapado de la semilla, para lo cual existen diferentes tipos de ruedas que cierran el surco por presión lateral y conforman un camellón de tierra suelta sobre la línea que facilita la emergencia, evita pérdida de humedad por capilaridad y el encostramiento ante lluvias".
En resumen, aquellas situaciones de trabajo en las cuales se logre definir adecuadamente las condiciones del ambiente, con excelente calidad de semilla, adaptando la operación de siembra tendrá como resultado una correcta implantación del cultivo.