Economía y Agro

La incertidumbre empaña la venta de insumos para el campo


La falta de reglas claras pone en situación incierta a todos los eslabones de la cadena

La falta de reglas claras, pone en situación incierta a todos los eslabones de la cadena.

Aunque los proveedores de fertilizantes y fitosanitarios aplaudan la impronta oficial de disminuir gravámenes, la expectativa generada por los nuevos anuncios del Gobierno con respecto a la futura reducción del Impuesto País, ralentiza la toma de decisiones a la hora de concretar operaciones. Por eso no se están anticipando compras como en otros años, sino que el productor va tomando decisiones en el momento.

Los pronósticos de escasas lluvias, la caída en los precios de los granos y la promesa de una baja en el Impuesto País, mantiene retraídos tanto a los agricultores como a los proveedores de fertilizantes y, en menor medida, de fitosanitarios.

Aunque los proveedores de fertilizantes y fitosanitarios aplaudan la impronta oficial de disminuir gravámenes, la expectativa generada por los nuevos anuncios del Gobierno con respecto a la futura reducción del Impuesto País, ralentiza la toma de decisiones a la hora de concretar operaciones. 

"El ministro Luis Caputo nos dijo que de aprobarse la Ley Bases se reduciría el Impuesto País, después señaló que eso sería recién en diciembre y esto, obviamente, genera incertidumbre", precisó Diego Napolitano, dirigente de la Cámara Empresarial de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines de la Provincia de Buenos Aires (Cedasaba) 

Sabemos que el Impuesto País, básicamente, es aplicable a todo lo que es importación de productos, entre los cuales figuran los insumos como fitosanitarios y fertilizantes.La duda entre los actores del sector está fundada en cuándo, cuánto y si realmente va a bajar. 

"Todo esto genera un problema porque si hablamos de fertilizantes, por ejemplo, la baja sería muy fuerte, entonces quienes importan ese producto esperan a que eso se produzca, lo cual genera problemas de indisponibilidad", advierte. 

Por otro lado, el productor está siendo muy cuidadoso en la toma de decisiones. "No hay ninguna circunstancia que lo lleve a adelantar compras, como pasaba el año anterior que, por una mala praxis económica que estábamos viviendo, adelantaba las compras y, a la vez, tanto el distribuidor como la empresa proveedora de insumos procuraba vender lo antes posible", recuerda Napolitano.

Un sector asfixiado

En la Argentina, todo lo que sea baja de impuestos por supuesto es bienvenida, más para el campo, un sector que ha sido siempre asfixiado por los gobiernos de turno. Pero, hasta tanto esas promesas no se traduzcan en realidades generará un impacto negativo, como lo estamos viviendo hoy con las expectativas de la baja del Impuesto País.

"Por el momento el mercado de insumos se muestra muy tranquilo porque se observa una retracción en la compra del productor por la incertidumbre acerca de que va a pasar con los precios de los granos, los insumos,el clima y los impuestos", dice Lucas Drivet, directivo de la Cooperativa de Alfonzo. 

Coincide también en afirmar que "no se están anticipando compras como en otros años, hoy por hoy el productor va tomando decisiones en el momento, además está a la expectativa de que baje el Impuesto País", sostiene. 

Para Drivet, "si bien los precios de los insumos no son elevados respecto a otros años, la relación insumo-producto no es suficiente para permitir cubrir el total de fertilizantes que, por ejemplo, requiere el maíz, a causa de las retenciones y el bajo precio del cereal, que es su moneda de cambio" y, de hecho, afirma que "la demanda de semilla viene muy atrasada y por ende también de fertilizantes".

Con el trigo, aclara, fue diferente, porque "en su momento tuvo muy buen precio y los números cerraban muy bien, algo que no ocurre ahora con el precio a cosecha que se ubica en niveles inferiores, de ahí la importancia de haber calzado ventas y concretar la compra de insumos anticipadas".

En cuanto a los fitosanitarios, indica que "bajaron su precio con respecto al año pasado y pareciera haber encontrado un piso", aunque advierte que "quizás puedan reaccionar al alza por una mayor demanda estacional". 

Futuro incierto

La falta de reglas claras, pone en situación incierta a todos los eslabones de la cadena, empezando por los importadores de insumos.

"Hay mercadería disponible, obviamente, pero quienes la ingresan al país temen traer de más o de menos, porque en realidad no saben concretamente cuánto maíz va a sembrar el productor, por el tema de la chicharrita, el clima y, fundamentalmente con el Impuesto País, ya que de concretarse la baja del 10 por ciento prometida implicaría una rebaja en el precio del fertilizante de 50 o 60 dólares nada menos", subraya Pablo Torrent, gerente comercial de Gesagro.

El problema, en realidad, no está en la disponibilidad de insumos. De hecho, Torrent señala que "este año en Pergamino la siembra de trigo se incrementó entre un 25 y 30 por ciento y genero un alto consumo de fertilizantes fosfatados y nitrogenados y, sin embargo, los proveedores respondieron sin problema".

La soja, si bien se estima que este año tendrá una elevada superficie de siembra, no es un cultivo que demande importantes dosis de fertilizantes, con lo cual no mueve la aguja, como sí ocurre con el maíz y esto bien lo sabe Torrent."El gran interrogante, en realidad, está en el maíz, un cultivo que requiere de altos niveles de fertilizantes para la obtención de elevados rendimientos y su área de siembra aún no está definida por todos los factores que ya conocemos".

Más allá de esto, los precios de los insumos están en los niveles más bajos de su historia y no necesariamente van a bajar mucho más. Al respecto, Torrent afirma que "en el caso de la urea están más bajos que el año pasado, entre 580 y 620 dólares, los de fosfato monoamónico, que es el que más se usa, están al mismo precio o ligeramente más bajos que el año pasado, en el rango de los 940/970dólares, mas allá de que puedan llegar a bajar si finalmente, baja el impuesto país".                                                                                                                                                                                                                                                                                

Por último, de fitosanitarios hay una oferta elevada de mercadería en un mercado que no tiene todavía un nivel determinado de consumo, sino que varía de acuerdo a la necesidad del momento, aunque también han tenido una baja importante en los precios este año y están sumamente acomodados. Detalla Torrent que "un glifo está alrededor de 5 dólares, Cletodimen 6,50, el 2,4 D en 5,50, Dicamba alrededor de 9 dólares el litro y una Atrazina entre 8 hasta 9,50 dólares, más el 21 % de IVA en todos los casos".

Hasta aquí el escenario que presenta hoy por hoy el mercado de insumos. Y a todo lo aquí expresado hay que agregarle que como consecuencia de la histórica sequía, muchos productores refinanciaron insumos de la campaña 2022/23, más los que retiraron para la campaña 2023/24, además de refinanciar también los alquileres, que el productor está priorizando cumplir para no perder la tierra. Y, para peor, los precios de los granos no acompañan. 


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