A pesar de la mejora en los márgenes del cultivo de trigo y el aumento del área de siembra del cereal, el cultivo de arveja se mantiene como una alternativa invernal para analizar en la región norte de la Provincia de Buenos Aires.
"El cultivo de arveja ha cobrado gran importancia a nivel nacional e internacional por varios factores que tienen su impacto en la intención de siembra, y ha demostrado ser una interesante alternativa como cultivo de invierno en los últimos años", destaca el ingeniero agrónomo Martín Principiano.
Del total de superficie sembrada a nivel nacional, se observa que Buenos Aires representa el 70% del total de área, Santa Fe el 18% y Entre Ríos 8%. Entre las tres provincias representan el 96% de la superficie sembrada total, que asciende a 200.000 hectáreas.
Buen antecesor
Para el asesor agronómico, "el aspecto más importante de la introducción de arveja está dado fundamentalmente por el impacto que tiene en los cultivos de verano. "Como antecesor de maíz y sorgo se aprovecha "el balance de nitrógeno menos negativo y disponibilidad de agua, aunque son varios los aspectos positivos de la inclusión del maíz o sorgo en la secuencia luego de arveja, tanto desde el punto de vista del suelo como desde el punto de vista económico".
Como antecesor de soja las ventajas vienen de la mano del menor consumo de agua y del adelantamiento de la fecha de siembra de la soja de segunda, aunque Principiano advierte que "el doble cultivo arveja/soja de segunda tiene como aspecto negativo los bajos niveles de carbono aportados al suelo y la menor cobertura del suelo por la rápida descomposición de los residuos de arveja y soja".
La incorporación de legumbres a los planteos agrícolas tradicionales, permitió replantearse las estrategias en cuanto a rotación de cultivo se refiere. En este sentido, aclara Principiano "la secuencia arveja/maíz, se presentó como una interesante opción hasta la última campaña, pero hay que considerar que la siembra de maíz de segunda está casi resignada en gran parte de los productores por la problemática de Spiroplasma que tiene su mayor incidencia en maíces de fechas de siembra tardías y de segunda, por tal razón en algunos casos se hará sorgo después de arveja, pero en la mayoría de los casos será muy probablemente soja".
Implantación y protección
De acuerdo a los datos del Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA), en la campaña 2022/23, del total de superficie sembrada con arveja, el 65% fue verde y el 35% amarilla, con distintos mercados y destinos.
"Mientras que el principal destino de la arveja verde es el consumo humano, en la arveja amarilla el destino principal es el consumo animal, esto hace que los requerimientos y exigencias en calidad sean diferentes por lo que el precio también es diferente", agrega.
En cuanto al manejo, Principiano señala que "en el mercado hay variedades invernales o ciclo largo con mejor comportamiento a frío que se están sembrando desde fin de mayo (25/5) hasta mediados de junio (15/6). Por otro lado, en las variedades primaverales o ciclo corto la fecha de siembra es primera quincena de julio extendiéndose desde fin de junio a comienzos de agosto".
Finalmente y con respecto a la densidad objetivo, en tanto, recomienda que"el productor debe apuntar a obtener 80 a 120 plantas por metro cuadrado (90 plantas/m2 es el objetivo), lo que puede representar desde 180 kg semilla/ha hasta en algunos casos más de 300 kg/ha. Consideró también importante que "el productor cuente con el dato de poder germinativo de la semilla y con el peso de mil semillas, atendiendo que las variedades de arveja difieren notablemente en el peso de mil semillas por lo que las densidades en campo tienen grandes diferencias según variedad".
Por otro lado, advirtió que "las heladas es un enemigo importante del cultivo de arveja" y en este sentido, informó que "antecesores como soja de primera o maíz picado para silo, se ubican como las mejores opciones, mientras que lotes con mucha cobertura de rastrojo no son los indicados para arveja dado que las heladas tienen un impacto mayor.
El tratamiento con herbicidas en pre-siembra y de aplicación de herbicidas con acción residual son los mas recomendables ."El manejo químico debe realizarse en pre-siembra y/o pre-emergencia del cultivo, tratando de evitar intervenciones en post-emergencia del cultivo dado que las opciones en esta instancia del cultivo son acotadas, poco efectivas y con riesgo de generar fitotoxicidad en el cultivo".
Finalmente, en cuánto a insectos plagas, apunto Principiano que "el pulgón de la arveja, es la plaga más frecuente y que requiere intervenciones todos los años, en tanto que otras plagas tales como gusanos blanco, trips y cortados suelen presentarse con menos frecuencia, también la isoca bolillera suele ser un problema en algunos años en la etapa de llenado de granos de la arveja afectando el rendimiento de manera directa por consumo de granos".