La codiciada nuez pecán conquista la zona núcleo

Desde las riberas del Mississippi, la nuez pecán llegó al país con fines ornamentales a mediados de 1800, con el tiempo se transformó en un cultivo que cada día gana más adeptos por su rentabilidad a largo plazo y hoy pisa fuerte en el norte bonaerense. El árbol de pecán es el único nogal de origen americano y el responsable de un fruto muy requerido en Estados Unidos y países europeos por sus innumerables beneficios para la salud y la industria cosmética. 

César Belloso detalló las primeras razones que lo motivaron a entusiasmarse para encarar la producción de la nuez pecan. "Pensando en actividades de largo plazo, que me permitan diversificar riesgos e ingresos, me enfoqué en alternativas de cultivos perennes y surgió la posibilidad del pecán, que me daba la posibilidad económica y con mejor perspectiva para ir creciendo en el tiempo", comentó.

Comenzó así con entusiasmo su proyecto a principios de 2020 en poco más de cinco hectáreas. Al año agregó 25 y el año pasado sumo otras 30, hasta llegar hoy a tener 60 hectáreas de pecan ubicadas entre Salto e Inés Indart.

Claves para producir

A la hora de encarar el proyecto, César sabía que el pecan es un cultivo de largo plazo, sin un retorno inmediato. "Si bien en 2026 mis árboles van a entrar en producción, a los 10 años van a alcanzar la etapa plena y recién a partir de ahí comenzaré a recuperar la inversión y lograr una rentabilidad anual, equivalente a tres o cuatro veces más que lo que me daría una soja". 

Si bien se trata de un cultivo perenne, su producción requiere tanto o más cuidados que otros cultivos. "El cuidado es muy intensivo y demanda alta tecnología para poder lograr una elevada producción por planta de calidad y se mantenga en el tiempo, por sobre todo, porque eso te va permitir defender el precio a la hora de vender", destaca. Pero su proyecto quizás no termine ahí. "El pecán es uno de los frutos secos que tiene una característica interesante porque le podes ir agregando valor, te da la posibilidad de venderlo con cáscara o pelado e incluso llegar al proceso de aceite por un lado y harina por otro", remarca Belloso.

En la Argentina hay inscriptas muchas variedades de nueces pecan, entre las cuales tiene plantadas Shoshoni, Oconee, Sumner, Pawnee y Kiowa. Las variedades se plantan intercaladas de dos hileras para fortalecer la polinización, ya que las flores masculinas y las femeninas están separadas en el tallo y son fértiles en fechas ligeramente distintas. El marco de plantación es de nueve por nueve metros.

Otro punto importante en el manejo a campo es la fertilización, ya que el pecán en producción es un muy alto demandante de nutrientes (así como también de agua). La orgánica puede hacerse con cama de pollo y lombricompuesto y la química, con fertilizantes como fosfato diamónico o zinc.

Una fuente de alimentación muy requerida

La nuez pecán está altamente recomendada en pacientes con problemas oncológicos y cardiológicos y tiene alto contenido de nutrientes (proteínas, fósforo, calcio, hierro, potasio y vitaminas A, B1, B2, B3, C y E) y ácidos grasos monoinsaturados, reduce el colesterol malo, ayuda a mantener baja la presión sanguínea y en algunos países es usada en la alimentación de chicos con problemas de nutrición.

Por estas razones, esta fruta seca si bien aún no ha conquistado al consumidor local, tiene una excelente demanda en el extranjero, y esto también lo sabe Cesar Belloso."Pese a ser una fruta de más cualidades nutricionales que la nuez de Castilla (la común), todavía no ha logrado posicionarse en Argentina como un producto de alta calidad en la mente de todos los consumidores". Es por esto que en principio el destino de su producción va a apuntar al mercado externo. "Si bien, como siempre China es una aspiradora, los principales productores y consumidores son Estados Unidos y México y como importadores los países europeos que exigen alta calidad y es ahí donde apuntamos", precisó.