Si bien la actividad apícola se complica cada vez más por la intensificación agrícola, el clima favoreció muchísimo y se multiplicó la producción este año. También el consumo aumenta en Argentina.
"Veníamos de dos años muy malos por la seca, pero en esta campaña el clima estuvo de nuestro lado y pudimos recuperarnos", nos afirma con entusiasmo Alejandro Araldi. El, junto a Emilio Conti cuentan con 800 colmenas que distribuyen estratégicamente en Pergamino y zona.
La intensificación en el uso de la tierra, el avance de la agricultura junto con una ganadería menos extensiva han complicado a las abejas y también el trabajo de los apicultores. "No es fácil ubicarlas porque no son muchos los campos que disponen de praderas para el ganado, pero siempre se encuentran productores que realizan explotaciones mixtas y disponen de lotes con Trebol, Lotus y Alfalfa, que son ideales para que las abejas puedan recolectar su néctar", nos comentan.
Como sabemos, las abejas necesitan de flores para obtener su materia prima, así producen su miel y, a cambio, brindan un "servicio" de polinización, valiosísimo para la reproducción vegetal. "Donde hay pasturas hay flores lo que nos da la posibilidad de llevar nuestras colmenas para que las abejas hagan la polinización; de hecho, nosotros trabajamos muy bien con el Semillero Biscayart que hacen forrajeras y colocamos en sus lotes decenas de colmenas".
Consumo en aumento
En lo que respecta a la comercialización, el consumo de miel ha aumentado en el mundo incentivado por la alimentación más saludable, tanto de manera directa o incorporada a productos para darles ese toque de dulzura natural. Sin embargo, en Argentina, no se da tan así. "En nuestro país viene aumentando también el consumo en los últimos años, principalmente a partir de la pandemia, pero aún así estamos entre apenas 250 a 300 gramos por habitante/año, mientras que EE.UU. y Europa, el consumo va de 1,5 a 4,5 kilos por habitante/año"
De hecho, el 90 por ciento de la producción argentina se exporta a esos países, mientras que en Argentina queda solo el 10 por ciento, porcentaje que se refleja a nivel apicultor. "Nosotros entregamos casi toda nuestra producción a la Asociación de Cooperativas Argentinas en tambores de 300 kilogramos que son sometidos a un estricto control de calidad, modalidad que nos exigen los países importadores".
Generalmente el precio de la miel se ubica entre 1,5 y 2dólares por kilogramo, como ocurre este año, muy rara vez ha llegado a 3 , pero lo compensó la buena cosecha. "Uno le calcula por año 20 a 25 kilos y este año tuvimos una producción de 50 kilogramos por colmena, fue excelente y nos permitió recuperarnos porque veníamos de dos años de regulares a malos", reafirman Alejandro y Emilio.
En esto coincide Juan Angles, que se dedica a la apicultura desde hace 40 años tambièn aquí en Pergamino. "Se podría decir que llevo más años de apicultor que de veterinario, dos rubros que me apasionan y llevo adelante sin que uno afecte al otro", nos comenta con sano orgullo.
Juan arrancó muy de abajo, con unas pocas colmenas, pero con el tiempo las fue multiplicando hasta llegar hoy a atesorar un colmenar fijo de 200 con la intensión, por el momento, de plantarse ahí. "Por mi actividad ligada a la veterinaria opté por no extenderme más en número de colmenas e, incluso, también he decidido dejarlas fijas en un lugar, no moverlas",
Actualmente las tiene a todas ubicadas en un campo situado en La Botija, cuyo ambiente es ideal para las abejas. "La producción que obtengo allí es muy buena, no solo por las condiciones propias del campo, sino también porque en toda esa área de exclusión está prohibido el uso de agroquímicos y muchos optan por hacer alfalfa, algo que le viene muy bien a mis abejas".
A Juan también lo afectó la seca de las últimas dos campañas pero, como nada es para siempre, este año se recuperó. "Este año tuve alrededor de 30 kilogramos por colmena, que es una muy buena producción en mi caso que no hago movimiento de colmenas".
Tampoco le va mal con la comercialización. "Un porcentaje muy bajo lo fracciono y vendo envasado, y todo el resto siempre me lo retira un acopiador que compra en esta zona, con destino final a la exportación y a precio de mercado, que hoy por hoy ronda los 1,700 pesos el kilogramo aproximadamente".
La profesión de veterinario, que ama y respeta, le está dando muchas satisfacciones, al punto de poder dedicarle todo su tiempo. Pero su apego a las abejas es muy fuerte y supo encontrarle la vuelta, convencido además de las bondades nutricionales que tiene la miel, algo que no deja de promover. "Es un producto totalmente natural, sin ningún proceso químico y bien envasada dura años sin sufrir ningún tipo de alteraciones: gracias a Dios la gente poco a poco la está conociendo y aumenta su consumo en la Argentina.