Carlos Sosa, gerente de marketing de Tecnosorgo.
Víctor Tobín, fundador del semillero Tecnosorgo.
Federico La Vitola gerente del semillero Advanta.
Tras las pérdidas que causó la chicharrita en el maíz en esta campaña y no disponer de soluciones técnicas efectivas, los productores se están asegurando semillas de sorgo para diversificar la producción y así minimizar los riesgos en el próximo ciclo.
"En realidad hace años que viene incrementándose la siembra de sorgo dada la estabilidad que viene demostrando el cultivo, aun en épocas de sequía, y las exportaciones a China", nos aclara de ante mano Carlos Sosa, gerente de marketing de Tecnosorgo S.A. "Pero ahora se le sumó la gran caída de la producción de maíz por efecto de la chicharrita, principalmente en el centro norte de Santa Fe y áreas ubicadas más al norte del país", completando las razones que han despertado este interés"
Lo cierto es que este año los productores le están poniendo el ojo más que nunca a esta gramínea. Y no es para menos. Estudios de INTA Manfredi, Córdoba, demuestran que con el silaje de sorgo se logran altos niveles de rendimiento, calidad y nutrición animal similares a los obtenidos con el maíz. "No es casual que tenga una gran adopción como base de alimentación en los tambos", nos acota Sosa quien además subraya que "con una bolsa de sorgo el productor hace aproximadamente dos hectáreas y media, con lo cual el costo disminuye mucho y lo hace muy competitivo respecto al maíz".
Sin duda, más allá del empujón que le ha dado la chicharrita, no podemos obviar que el sorgo cuenta con sobrados méritos para ganarse la atención y adopción del productor argentino por su buena performance agronómica, apuntalada por los avances científicos en el logro de híbridos de calidad, con resistencia a plagas e herbicidas para el control de malezas.
"La demanda es creciente, pero hasta el momento tenemos semillas disponibles y otras que van en camino de serlo porque se nos atrasó mucho la cosecha este año por las lluvias y necesitamos poder hacer los análisis correspondientes para asegurarnos la calidad, pero en general encaramos esta campaña con mucho optimismo", enfatiza el gerente de Tecnosorgo S.A.
Avalancha de pedidos
"Se viene una especie de avalancha que momentáneamente no la puede aguantar nadie, ni nosotros ni ningún competidor con una oferta recortada por problemas de calidad a causa de las lluvias", sostiene Víctor Tobín, fundador del semillero homónimo.
El empresario explicó que la semilla que se produce "siempre apunta a cubrir unas 950 mil hectáreas, pero este año las cifras que manejamos muestran una intención de siembra de 1,2 millones, y algunos competidores ya hablan de 1,3 millones. Eso no se puede cubrir porque no se la produjo y encima lo que se está cosechando tiene problemas de calidad y habrá mucho descarte".
Frente a esta realidad, apunta Tobín, "estamos tratando de hacer algo de semilla en el exterior, pero por lo general llega tarde, mal o directamente no llega y te puede servir para una siembra tardía como la de Salta, Chaco o Formosa, pero no para la de la región núcleo donde la implantación arranca la primera quincena de octubre".
El problema es nacional
La chicharrita ha provocado un gran problema, fundamentalmente de Córdoba y Santa Fe para arriba, mientras que en Buenos Aires si bien hay presencia no se manifiesta como en toda aquella zona", destaca Federico La Vitola del semillero Advanta.
Así fue como comenzó este interés por el sorgo como alternativa al maíz, que fue escalando y extendiéndose de marzo para acá y parece no tener final. "Muchos productores fueron decidiéndose asi por la compra de semillas de sorgo al punto de llegar a superar ya a esta altura la demanda de otros años y hoy no sabemos adónde va a llegar como ocurrió cuando China comenzó a comprarnos semilla y hubo que sembrar muchas hectáreas para satisfacer el interés de este país de Medio Oriente", recuerda La Vitola.
Un equipo técnico integrado por profesionales del INTA y organizaciones no gubernamentales buscan respuestas para contrarrestar este problema ocasionado por la chicharrita, hasta ahora sin logros concretos. "Argentina no puede dejar de sembrar maíz porque es un cultivo que no solo otorga altos beneficios agronómicos en la rotación, sino que tiene un alto consumo como grano y forraje", nos advierte.
No se puede afirmar que la semilla de sorgo está agotada, pero sí es cierto que es difícil hacerse de algunos híbridos en particular. "Tal vez cuesta encontrar algunos híbridos tolerantes al pulgón o resistentes a herbicidas para el control de malezas, pero estamos sembrando en contra estación en Bolivia, también en EE.UU. , con lo cual estaríamos en condiciones de abastecernos llegada nuestra época de siembra", anticipa el gerente de Advanta.
Sin duda la chicharrita es una gran razón para pensar en el sorgo, pero no es la única, coincide en afirmar La Vitola y explica por qué: "con una bolsa de maíz se puede sembrar algo más de una hectárea, mientras que con la de sorgo se puede cubrir una superficie aun mayor a dos hectáreas y media, con lo cual se abaratan considerablemente los costos y, hoy por hoy, esto también pesa mucho en la decisión del productor", acota La Vitola.
