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La escuela es el espacio ideal para que los alumnos aprendan a escuchar a los otros, compartir ideas y miradas sobre la sociedad y el mundo. Cuanto más heterogéneo sean los grupos en las aulas, mayores posibilidades habrá de sentar las bases de una sociedad preparada para compensar las desigualdades y promover, sin la pretensión de formar personas iguales, la educación de ciudadanos capaces de fundamentar sus opiniones y dispuestos a encontrar soluciones a los problemas de la comunidad.
Lo opuesto a esa heterogeneidad es la segregación escolar, que separa a los estudiantes en función del lugar de residencia o los ingresos de cada familia. Cuando eso ocurre, la escuela pierde la oportunidad de enseñar la verdadera diversidad que nutre a las sociedades y abre las puertas a los prejuicios y estereotipos.
Un reciente estudio que aborda este tema, publicado por la organización no gubernamental Argentinos por la Educación reveló que en nuestro país la segregación escolar es elevada y alcanza sus valores más altos en las escuelas privadas sin subvención. "La segregación escolar por nivel socioeconómico implica que los estudiantes de distinto origen social se distribuyen de manera desigual entre las escuelas: los alumnos más vulnerables tienden a concentrarse en ciertas instituciones, y los más favorecidos, en otras, que suelen diferir en calidad educativa y en otras características relevantes. En las escuelas estatales urbanas es donde menor segregación escolar hay, debido a la diversidad socioeconómica dentro de sus aulas", señala el informe "Desigualdad social, ¿desigualdad en las aulas?", del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Emmanuel Vazquez (Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales - Cedlas), Leyre Sáenz Guillén y Martín Nistal (Observatorio de Argentinos por la Educación). Los autores analizan la segregación escolar a partir de los datos del nivel socioeconómico de los estudiantes relevados en la prueba censal Aprender 2021 de 6° grado de primaria. Según este trabajo, se entiende por segregación escolar el escenario en el que hay poca diversidad de origen social entre los estudiantes. El documento indica, además, que donde más se ve este fenómeno es en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Santa Fe y la provincia de Buenos Aires. En cambio, donde más diversidad socioeconómica se observa es en las escuelas estatales urbanas y las privadas subvencionadas, contrariamente a lo que sucede en las privadas sin subvención.
El documento explica que la segregación escolar es un problema porque puede ocasionar que la escuela reproduzca las desigualdades originadas en la familia y, en consecuencia, reforzar la exclusión. En contraposición, contar con aulas más integradas contribuye a la cohesión social y a la equidad, e incluso podría tener efectos positivos en el aprendizaje al enriquecer la diversidad en el aula. El informe mide la segregación a través del "índice de disimilitud", que permite ver qué proporción de estudiantes del cuartil inferior (el cuartil 1, que son los más pobres) deberían cambiarse de escuela para llegar a una distribución igualitaria entre colegios. Ese índice muestra que, a nivel nacional, habría que trasladar al 41% de los alumnos del cuartil 1 a otra escuela para alcanzar una distribución igualitaria. Medida de esta manera, la segregación es mayor en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (48%), Santa Fe (44%) y provincia de Buenos Aires (43%), mientras que alcanza menores niveles en las provincias de Santa Cruz (26%), Jujuy (30%) y Tierra del Fuego (32%).
"La educación es una de las principales herramientas, sino la principal, para igualar oportunidades. Además de su rol fundamental en el proceso de aprendizaje y desarrollo de capacidades, la experiencia compartida en las aulas por alumnos de diferentes extracciones sociales promueve la cohesión y la integración social, incrementando las oportunidades de aquellos inicialmente menos favorecidos", advierte Leopoldo Tornarolli, investigador de la Universidad Nacional de La Plata y observa que el informe llama la atención sobre cómo el deterioro de la calidad educativa en establecimientos públicos podría incrementar la segregación escolar y con ello erosionar la contribución del sistema educativo a la igualdad de oportunidades. Por su parte, el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, Mauro Moschetti, sostiene que la segregación escolar "representa un problema grave". "La subestimación de sus efectos negativos en el largo plazo hace que a menudo permanezca ausente de las discusiones sobre política educativa", agrega.
Estos datos deben servir para reflexionar sobre el rol que debe desempeñar la educación para que las diferencias sociales, económicas, culturales e individuales no se transformen en desigualdades educativas y de oportunidades para las nuevas generaciones.
