Aprender durante toda la vida

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) impulsa todos los años una campaña para promover el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Se trata de una iniciativa que tiene como objetivo promover sistemas que hagan realidad el derecho a la educación de las personas de todas las edades.

la Unesco, la alfabetización es un elemento fundamental para el desarrollo de las sociedades, ya que además de empoderar y liberar a las personas, también mejora la vida al ampliar las capacidades, lo que a su vez reduce la pobreza, aumenta la participación en el mercado laboral y tiene efectos positivos en la salud y el desarrollo sostenible. Si bien es cierto que nuestro país tiene, actualmente, una altísima tasa de alfabetización (el 99,06% de las mujeres están alfabetizadas y el 98,94% de los hombres), ya hay voces que advierten que el aumento de la pobreza que sufre la sociedad argentina (casi el 60% de los menores de 15 años son pobres) podría traducirse en serios problemas en el acceso a la educación de una amplia franja de la población, con todo lo que eso implica para el país: muchas personas tendrán pocas oportunidades para su desarrollo personal y, por ende, la sociedad misma perderá oportunidades valiosas para alcanzar un desarrollo más armónico.

Es probable que a mediano y largo plazo buena parte de los esfuerzos de las políticas públicas tengan que estar enfocadas en garantizar la educación de personas adultas. En ese sentido, la Unesco sostiene que actualmente el concepto de educación de adultos está pasando rápidamente de ser una actividad opcional o voluntaria a un requisito esencial que apoya los patrones cambiantes de la sociedad –vida saludable, sostenibilidad y recuperación económica–. "El aprendizaje y la educación de adultos, por consiguiente, tiene que ser un modo de aprendizaje planificado de forma minuciosa pero flexible para una comunidad de educandos mucho más amplia y más extensa", dijo el entonces director del Instituto de la Unesco para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (también conocido como UIL, por sus siglas en inglés), Kabir Shaikh, en su discurso inaugural de la Conferencia Internacional de Educación de Adultos que se realizó en 2019 en Corea del Sur. La educación para adultos, observa el organismo internacional, desempeña un papel importante en la lucha contra las desigualdades en todo el mundo. En la Argentina, desde el regreso de la democracia, la modalidad se afianzó dentro del sistema educativo de la mano del concepto de educación permanente, aunque debe reconocerse que no siempre fue considerada una prioridad dentro de las políticas educativas nacionales. En este nuevo escenario, con casi la mitad de la población viviendo en situación de pobreza, la educación permanente deberá desempeñar un papel clave en nuestra sociedad. Pero más allá de lo que ocurre en nuestra sociedad, el aprendizaje a lo largo de toda la vida es fundamental en un mundo que está en constante cambio. Es que, entre otras cosas, el aprendizaje continuo permite a las personas adaptarse a nuevas situaciones, tecnologías y desafíos en el trabajo y en la vida. Además, contribuye al crecimiento personal y profesional, ayudando a las personas a mejorar sus habilidades, conocimientos y competencias. Para quienes ya tienen algún tipo de formación, el aprendizaje continuo ofrece la oportunidad de fomentar la creatividad y la innovación al exponerlas a nuevas ideas y miradas del mundo y de la sociedad. Pero eso no es todo. Participar en actividades de aprendizaje también puede brindar oportunidades para conocer a nuevas personas, establecer conexiones y construir redes profesionales y sociales.

"Nuestro mundo, en constante evolución, exige oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida para la realización individual, la cohesión social y la prosperidad económica", señala la Unesco en un reciente informe en el que aborda esta temática, donde advierte además que la relevancia del trabajo en el aprendizaje a lo largo de toda la vida se ha visto incrementada por la transformación del mercado laboral.

Los trabajadores, dice la Unesco, tienen la posibilidad de volver a formarse y mejorar sus habilidades varias veces a lo largo de su vida laboral: la adaptabilidad y la capacidad de adquirir nuevas habilidades y competencias es, por tanto, primordial.