Editorial

Bajar la inflación: solo el tiempo dirá si la estrategia es correcta


Argentina no es el único país que tiene que lidiar con procesos inflacionarios, pero es uno de los pocos que, en forma reiterada, sufre largos ciclos de aumento generalizado de precios que lo ubican en lo más alto del ranking de naciones con este problema. Según el Indec, la inflación de marzo fue de 11%, es decir 2,2 puntos porcentuales menos que en febrero. De esta forma, acumula 51,6% en lo que va de 2024 y alcanzó 287,9% anual.

Desde el regreso de la democracia, en 1983, los sucesivos gobiernos nacionales comprendieron que, una vez superado ese período que se suele denominar como "la luna de miel" con la ciudadanía, la pelea contra la inflación se transformaba en la madre de todas las batallas. La mayoría de los economistas coinciden en señalar que son varios los factores que han contribuido a mantener altas tasas de inflación en el país. Dicho de otra manera, la inflación es un fenómeno multicausal. 

Por eso se plantea la necesidad de contar la mayor coherencia política posible detrás de un programa económico para poder avanzar hacia una razonable estabilidad de los indicadores macroeconómicos. La historia reciente nos recuerda que la falta de consistencia política puede sumar vulnerabilidad a una gestión a la hora de adoptar medidas para transformar una realidad compleja donde, a no engañarse, se dirimen intereses y espacios de poder. 

De esas situaciones solo se puede salir airoso con respaldo político y una gran capacidad de negociación para hacer frente a los problemas derivados de la persistencia del déficit fiscal, la emisión monetaria para financiar dicho déficit, la inercia en los precios, la indexación continua y las devaluaciones que, sumados, han creado un entorno propicio para la inflación en el país.

Según el Indec una familia de cuatro personas necesitó en marzo $358.049 para no ser indigente y $773.385 para no ser pobre. Estos números hablan por sí solos y revelan lo dramático de la situación que vive buena parte de la población. 

Hay quienes sostienen que no existen hechos objetivos e inmutables, sino que todo lo que consideramos como hechos son interpretaciones subjetivas de la realidad. Tal vez eso explique la alta dosis de tolerancia que todavía mantiene una parte de la población frente al fuerte ajuste aplicado por el gobierno nacional.

Durante la última campaña presidencial algunos candidatos dieron como ejemplo el caso de Israel y su experiencia para controlar la suba de precios que puso en jaque a ese país en los años 80, cuando la economía israelí sufrió una hiperinflación de más de 400 % anual, para luego, entre 2001 y 2003 ingresar en una profunda crisis. Contra todos los pronósticos, Israel logró controlar la suba generalizada de precios. Lo hizo a través de un proceso de reformas económicas que, con algunas variaciones, se mantiene hasta la actualidad. Dicho programa económico tuvo tres partes: medidas para lograr una reducción del déficit fiscal; asistencia con préstamos del Tesoro de Estados Unidos y un acuerdo de precios y salarios. Hay que decir también que fue clave el acuerdo al que llegaron la oposición y el oficialismo para aplicar el programa antiinflacionario, y algo similar ocurrió entre empleadores y trabajadores. El resultado: Israel redujo el déficit y logró hacer un plan que permitió una baja de precios en poco tiempo. Hay que decir también que el programa incluyó un control de precios como una medida de corto plazo. 

Según Michael Bruno, el economista israelí que diseñó el plan de estabilización que ayudó a su país, las políticas para tranquilizar la economía tienen que ser de largo plazo y deben afianzarse cada día, con el consenso de todos los sectores. ¿Podrá nuestro país avanzar con una experiencia similar? 

En un artículo publicado en un periódico español, el economista Eduardo Garzón Espinosa planteó que la inflación en Argentina fue históricamente muy alta porque siempre sufrió una "elevadísima concentración empresarial en determinados sectores estratégicos". "Además, la deuda en dólares contraída con el FMI es una losa que promueve la inflación indirectamente. Por último, están los intereses que paga el Estado por su deuda pública", sostuvo el economista español.

El gobierno nacional celebra la existencia, al menos por ahora, de un descenso de la inflación en los primeros tres meses de gestión. Lo que no dice es que los valores todavía siguen siendo muy altos. Falta mucho camino por recorrer. El tiempo dirá si, esta vez, la estrategia elegida fue la correcta.


Otros de esta sección...

Y si agarramos la bici…

27 de Abril de 2024 - 05:00

Aprender durante toda la vida

26 de Abril de 2024 - 05:00
BuscaLo Clasificados de Pergamino y su región
Buscar en Archivo
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Lejos del pago
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO