Perfiles pergaminenses

Nora Damianovich, una de las voces más icónicas de la radiofonía y una mujer que hizo de Pergamino su lugar


Nora Damianovich conocida locutora relató su historia de vida en un clido dilogo con LA OPINION

Crédito: LA OPINION

Nora Damianovich, conocida locutora, relató su historia de vida en un cálido diálogo con LA OPINION.

Nació en Arrecifes, ciudad en la que creció profesionalmente como locutora. Comenzó a trabajar en Pergamino, al principio viajando y más tarde se estableció aquí con su familia. Su voz es un sello de identidad que supo construir a partir de su capacidad de comunicar. Hoy está dedicada al stand up, una propuesta que la entusiasma.

Hay personas que construyen una trayectoria profesional que las hace conocidas no solo en su ámbito de desempeño laboral. Por alguna razón, algo de ellas trasciende y se gana un espacio propio que las vuelve queribles y admiradas. Es el caso de Nora Gabriela Damianovich, a quienes muchos conocen solo por su voz. Es locutora nacional y cuenta con una rica historia de vida que acepta contar a LA OPINION cuando traza su Perfil Pergaminense.

Su voz es parte de la identidad cultural de la ciudad porque no solo ha integrado los planteles de reconocidas programaciones radiofónicas sino que ha conducido eventos y propuestas que la han tenido como protagonista. De hecho, en la actualidad está abocada a la realización de un espectáculo de stand up que ella misma produce y lleva al escenario. Allí vuelca no solo su experiencia en el manejo de la voz sino además la solidez que dan tantos años de pisar los escenarios para comunicar ideas. Es una comunicadora que descubrió con los años que su voz podía ser "su empresa". "Antes me halagaban por el tono de voz o por mi manera de hablar y yo hasta sentía cierto pudor. Hoy entiendo que ha sido y es mi herramienta de trabajo que podía explotar para desarrollarme profesionalmente", expresa.

Nació en la vecina localidad de Arrecifes, un martes 13 de junio de 1961. Es inquieta, solidaria, generosa con los amigos y fiel a su familia. Aunque hace muchos años que vive en Pergamino, reconoce que le costó sentirse "pergaminense".

"Me llevó como 15 años cruzar el semáforo en la entrada de Pergamino y sentir que llegaba a mi casa", confiesa. "Me sentía como un camalote que tenía raíces, pero no tan profundas".

"Con el paso del tiempo esa percepción fue cambiando, porque esta ciudad fue muy generosa conmigo, me abrió muchas puertas y además aquí gané muchos amigos que son familia", resalta, agradecida.

Su núcleo familiar primario estaba conformado por sus padres Hugo y Julia, ambos ya fallecidos, y su hermano mayor Víctor, que es fotógrafo. "Me crié en una casa donde había una imprenta, era el Semanario Acción, donde mi abuelo y mi padre escribían", refiere, señalando que creció siendo "la nieta de Diógenes Damianovich".

"Era un apasionado de su ciudad y un hombre comprometido con el ejercicio de un periodismo de servicio. El y mi padre utilizaban el oficio como un canal para pedir cosas para la ciudad. Cuando mi viejo falleció, en su despedida las calles se llenaron de gente, parecía que están despidiendo a Kennedy", menciona.

Su esencia tiene que ver con ese compromiso con las cosas, y con el amor hacia la gente. "De aquel semanario conservo la chapa que dice Acción con la marca de los balazos, ya que durante la época del proceso mi abuelo la pasó bastante mal, e incluso balearon el frente de mi casa", recuerda. Y agrega que en Arrecifes una calle lleva el nombre de su abuelo.

Su contacto con la ciudad

Relata que de chica venía siempre a Pergamino porque aquí realizaban consultas médicas y paseos. "Recuerdo que veníamos en colectivo y nos bajábamos en la vieja Terminal, donde hoy funciona la Casa de la Cultura".

"El primer compromiso radial en la ciudad fue en el año 1982, previo a la Guerra de Malvinas. Eduardo Costamagna me trajo para hacer un programa, "Contacto Musical", los domingos de 15:00 a 18:00. "Viajaba para hacer el programa y dejé cuando nació mi hija".

"Varios años después, Félix Giovannoni y Jorge Calvigioni me escucharon en la radio en la que yo trabajaba y me fueron a buscar. Tenían la idea de armar Radio City y querían que fuera parte de ese proyecto. Al principio me parecía una locura, pero tomé el desafío. Comencé a viajar todos los días. Por la mañana trabajaba en LVA Arrecifes y por la tarde me venía a Pergamino para estar en City".

Una vocación temprana

Aunque reconoce que le hubiera gustado ser veterinaria, desde niña tuvo inclinación por la lectura y el uso de su voz para comunicar. "Fue mi mamá la que fomentó en mí desde muy pequeña la pasión por leer y eso despertó una vocación", destaca.

Tenía un talento natural, una condición de la voz particular y un modo de decir que seguramente le facilitaron la tarea. Lo demás se lo dio la dedicación y la técnica. Estudió y siempre se preocupó por su formación integral. Sabía de la responsabilidad que importaba estar detrás de un micrófono y la asumió con compromiso.

"Yo era locutora provincial y eso me permitía rendir libre en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica, lo hice sin ninguna dificultad y en el trayecto conocí a personas que me ayudaron y brindaron oportunidades no solo de trabajar sino de aprender", sostiene.

"Yo fui ganando el oficio con la práctica, y la profesión fue realmente muy generosa conmigo", resalta.

Trabajó en Radio City durante 10 años, después estuvo en Lt 35 Radio Mon y en otros espacios radiales. Durante muchos años trabajó en la conducción y organización de eventos, fue reinventándose y ganando nuevos espacios.

"Cada vez que tuve que compartir un escenario con colegas, lo hice sin problemas", comenta y destaca que siempre tuvo la fortuna de trabajar con excelentes operadores técnicos. "El operador en la radio es lo más importante y en ese sentido, también he tenido mucha suerte".

Vivir en Pergamino

Decidió mudarse a Pergamino cuando sintió que en Arrecifes ya no le quedaba mucho por hacer. "Espectáculo que había, espectáculo en el que yo estaba poniendo mi voz. Además, viajaba todos los días. Sentí que había llegado el momento de establecerme en Pergamino, lo hablé con mi familia y tomamos la decisión".

"Pergamino fue un desafío para mí, porque aquí solo me conocían por la voz. No era 'la hija de' ni 'la nieta de', no tenía compañeros de colegio, no tenía pasado. El primer objetivo profesional que me puse fue que la gente me aceptara por mi voz y mi manera de comunicar", resalta.

"Ya trabajaba en los medios y, sin embargo, paraba a la gente por la calle, a dirigentes, concejales, para preguntarles si eran ellos", así me fui haciendo parte de la vida de esta ciudad que amo profundamente", agrega.

 Su familia

Desde hace 40 años está casada con Eugenio Cadel, un hombre al que conoció en Arrecifes trabajando. "Un día él fue a la radio, lo vi entrar y fue un flash. Yo había roto con un chico con el que me iba a casar y estaba sola. Me ocupé de saber quién era, con quién se juntaba, hasta que le pedí a alguien que me lo presentara. Digamos que hice todo para conocerlo", relata.

Con varias separaciones en el medio, pero dueños de un lazo que fue más fuerte que cualquier diferencia, llevan juntos buena parte de la vida y han construido una familia de la que se sienten orgullosos. "Tenemos dos hijos, María Eugenia (40) que se dedica a la música y es electrisista en Rosario y está en pareja con Elisa Martín; y Alvaro (39) que vive en Pergamino, está casado con Luisina Belcuore y es papá de Martina (17) y Alma (6)", cuenta Nora y expresa profunda gratitud por el apoyo incondicional de los suyos que siempre comprendieron los tiempos propios de "una mamá que trabaja".

Un brillo especial en sus ojos aparece cuando habla de sus afectos. Los amigos ocupan un lugar central en su vida y se siente afortunada por aquellos vínculos entrañables que iluminan la vida.

Siente una profunda admiración por su compañero de vida y lo señala: "Admiro a Eugenio por su inteligencia. Es alguien que no tiene miedo a emprender. De hecho, este negocio- Sanifer- es testimonio de eso. Hace años montamos este emprendimiento en galpones que estaban destruidos. Hoy lo estamos ampliando", menciona, señalando el lugar emplazado en plena avenida Hipólito Yrigoyen, donde Nora pasa varias horas de su día.

Su voz en la pandemia

Desde hace un tiempo no está trabajando en medios. Cuenta que cuando comenzó la pandemia Darío Moretti y Diego Morello le propusieron hacer un vivo en redes. Fue así que cada día de la cuarentena a las 18:00 "cuando comenzaba la hora de la angustia y todo se cerraba, ese espacio se abría y nos hacíamos compañía", relata.

Su esposo la ayudó a armar un estudio en su propia casa y ese se transformó en su lugar. "En pandemia trabajé mucho, conocí gente hispano parlante con la que sigo manteniendo un vínculo hermoso. Trabajo para una radio de Miami y también para Chile, pero durante la pandemia viví una experiencia maravillosa desde mi propia casa".

El tránsito por el Covid

Atravesó un Covid severo que la llevó a estar internada. "Fue muy difícil, la pasé mal. No sé cómo se las ingeniaba Eugenio para dormir a mi lado. Fue un momento de mucha incertidumbre. Como una secuela de la enfermedad perdí el cabello y desde ese día ya no me teñí más", relata y muestra la naturalidad de su modo de vivir y afrontar la adversidad.

Un nuevo proyecto

En la actualidad no trabaja en medios. Pero eso no significa haber dejado la profesión, por el contrario, en el presente la entusiasman nuevos desafíos. Y sigue sintiendo que su voz es el cable que la conecta con la gente. "Me sucede entrar a un negocio, comprar algo, y que al decir mi nombre me digan: 'Me parecía que eras, por la voz'". Se siente cómoda en ese reconocimiento. Sabe que lo ha construido sobre la base del trabajo. "Hoy estoy haciendo stand up y estoy muy entusiasmada con eso", agrega.

"Fue una idea que nació viajando a Junín con Mercedes Mora. Yo había hecho una conferencia en Cañada de Gómez sobre 'El arte de hablar bien' y estando en ese teatro comencé a salirme del libreto, a hacer chistes que la gente me devolvía con aceptación. Comencé a sentir una adrenalina especial en el escenario. Con Telma Ganem dí los primeros pasos, después ella se fue a vivir a Europa y me animé sola y así nació el espectáculo que en la actualidad está dirigido por Andrea Regis, una colega a la que respeto mucho".

"Alguien que me ayudó mucho en este proyecto, y en otros tantos, es Daniel Cheruna, un amigo con el que trabajaba en LVA, actor, escritor y director que siempre está apuntalándome", agrega.

Un sello de identidad

Geminiana por naturaleza, capaz de estar muy feliz o muy triste en un mismo día y de cambiar de opinión frente a las cosas, es una mujer dueña de una personalidad fuerte. En su tiempo libre juega al tenis con su grupo "Las cachorras de Julia"; también al padel y al ping pong. "Siempre estoy entretenida", concluye esta mujer que sabe que su voz es un sello de identidad que le pertenece, pero que también es un poco de esta ciudad que le abrió las puertas y que le permitió echar raíces que ahora sí son profundas y que la tienen a Nora entre esas voces que siempre se quieren escuchar.


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