El norte de la provincia de Buenos Aires atraviesa, como otras regiones del país, una situación extrema en relación con el déficit de precipitaciones, registrándose en algunos casos, como el de Pergamino, uno de los menores registros históricos para el período junio a octubre desde el año 1910. Esta situación excepcional afecta tanto a los cultivos invernales como a las pasturas.
En función de los informes que cada mesa local de emergencia ha requerido a las Agencias de Extensión Rural, se compila la información generada a fin de brindar un panorama general del área de influencia de la Estación Experimental Agropecuaria Inta Pergamino. En el presente material se incorporan recomendaciones para manejo de cultivos y pasturas en un escenario complejo para la producción agropecuaria desde la perspectiva climática.
Si bien el pronóstico indica una continuidad de efecto "Niña" hasta, al menos, fines de diciembre, en los últimos días de octubre han ocurrido precipitaciones de mayor significancia hacia el sur de la región analizada que seguramente tendrán incidencia en el desarrollo de las pasturas y las condiciones de siembras de los cultivos de soja y maíz, que será abordado en posteriores informes.
El trabajo incluye el aporte de técnicos de los Grupos de Sistemas de Información Geográfica, Manejo de Cultivos y Bovinos, junto las Agencias de Extensión Rural de la Estación Experimental Agropecuaria de Inta Pergamino, así como el relevamiento del estado general de cultivos facilitado por el Centro Regional Buenos Aires Norte.
Estado de cultivos y pasturas
El déficit en el régimen de precipitaciones que se ha registrado el presente año, y que acarrea ya casi tres años consecutivos, impacta en la actividad productiva primaria en la región. Teniendo en cuenta el área de cobertura de la Estación Experimental Inta Pergamino, que comprende 31 distritos del centro norte de la provincia de Buenos Aires. Del mismo modo, el régimen de temperaturas ha mostrado amplitudes superiores a las históricas.
La temporada, además, ha contado con una importante cantidad de heladas, registrándose algunas tardías, como la del pasado 9 de octubre que ha tenido un daño directo sobre estructuras reproductivas principalmente de trigo. Con relación a las pasturas, si bien se adaptan a las bajas temperaturas, los menores registros térmicos no han permitido iniciar el crecimiento natural que comienza entre fines de agosto y principios de septiembre, y recién han recibido aportes de precipitaciones a fines de octubre. En relación con los cultivos, su estado e implantación, el trigo se encuentra en espigazón-formación de granos, con estado predominantemente malo, exceptuando algunos distritos donde se verifican estados regulares y ocasionalmente buenos. Situación similar se verifica en la cebada.
El maíz en su generalidad no se ha sembrado, exceptuando aquellos ambientes donde se contaba con humedad o se registraron precipitaciones, al igual que el girasol. En aquellos lotes donde ya se ha sembrado, ambos cultivos se encuentran en estado de emergencia. La arveja presenta estados malos a regulares, viéndose particularmente afectadas por las últimas heladas.
El estado general de las pasturas presenta una oferta muy por debajo de lo normal. No se ha producido renovación o resiembra y se registra una faltante de rollos por un aumento de la demanda a causa de la falta de pasturas disponibles. La falta de lluvias ha retrasado el rebrote. En aquellos lotes donde hay presencia de alfalfa, se observa cierto crecimiento ya que posee la capacidad de obtener humedad a mayores profundidades del suelo.
Planteos conservadores
En cuanto a las recomendaciones técnicas para afrontar la continuidad productiva, la general apunta a tener planteos conservadores y proteger un piso productivo. La sequía genera un marcado atraso en la siembra de maíz, que, por primera vez en la zona núcleo, será mayor en aquellos sembrados en fecha tardía.
Hay que tener en cuenta que el maíz sembrado en fechas tardías permite menor margen de maniobra con las densidades, recomendándose que no sean elevadas. En este escenario en el que se avizoran menores rendimientos es relevante realizar una caracterización del nitrógeno en el ambiente, de modo de la inversión en fertilizante sea en cantidades adecuadas para fortalecer aquella disponibilidad inicial.
En los lotes donde los herbicidas residuales lo permitan, podrán pasarse directamente a soja. Si bien la siembra a mediados de noviembre ha obtenido mejores resultados, por cuestiones de logística se suele comenzar en algunos lotes a mediados de octubre, lo que no ha podido realizarse por falta de humedad. La siembra anticipada se recomienda sólo para los mejores ambientes, ya que la generalidad debería realizarse entre el 10 y el 20 de noviembre.
La alternativa frente a los actuales lotes con trigo o arveja en un mal estado, no necesariamente debe optarse por adelantar el cultivo por una siembra de soja de segunda. Esta opción debe evaluarse en cada lote, analizando la disponibilidad de humedad y nutrientes; ya que este adelanto de la fecha no necesariamente pueda generar un logro del cultivo.
Ganadería
Con los recursos forrajeros y alimenticios para la ganadería y la producción de leche en el tambo se recomienda profundizar la eficiencia. Para ello es necesario contar con inventarios sobre lo disponible y las reservas, los requerimientos animales y realizar proyecciones. La clave estará en evitar el desperdicio y controlar el estado de comederos y terminales de autoconsumo.
En caso de que se pastoreen cultivos de cobertura, debe tenerse especial cuidado con la vicia villosa, ya que en estado reproductivo origina problemas de toxicidad. Si se planifica la siembra de pasturas en un contexto donde se prevé, a lo sumo un 2023 neutro, la moha es una alternativa tolerante a la sequía. Si se busca producir para silaje, el sorgo tiene un comportamiento más estable.
En el manejo de los rodeos, para evitar el sobre pastoreo de un recurso que ya se encuentra limitado, el uso del encierro durante el día con el complemento de suplementar con rollo y reservas, es una herramienta de manejo para "estirar" la pastura hasta la recuperación de las precipitaciones y el crecimiento. En aquellos lotes con alfalfa, es sumamente importante hacer un uso racional para aprovechar este recurso que puede obtener humedad de capas inferiores del suelo.
