El ciclo de soja 2020/2021 quedará signado no solo por la menor superficie sembrada de los últimos 10 años en la región, 4,8 millones de hectáreas, sino también por la producción más baja. Con la cosecha de soja de primera llegando a su final, se trilló el 90% del área, el rinde se consolida en 35 qq/ha. Los valores más bajos se están obteniendo en el noreste bonaerense con promedios de 32 qq/ha. Mientras que los mayores rindes medios se dan en el sudeste cordobés con 39 qq/ha.
La mitad de la soja de segunda cosechada en la región marca un rinde medio de 23 qq/ha. La región promedia un rinde de 31,1 qq/ha. Con estos datos, la región aportaría 14,5 millones de toneladas a la producción nacional, un 19% menos que la campaña anterior, y una caída del 25% respecto a la producción promedio de los últimos 10 años en la región.
Maíz empataría a la soja
A pesar que el área sembrada de maíz es la mayor de los últimos 10 años en la región núcleo, la sequía no acompañó a que se exprese en producción record. Los rindes del cereal fueron marcados por la falta de agua característica de la campaña 2020/2021. Sin embargo, esta caída no fue tan abrupta como la de soja. El rendimiento medio de maíz total de la región se sigue posicionando en los 93,7 qq/ha, siendo el histórico de los últimos 10 años de 91 qq/ha. Pero si lo comparamos con el promedio de los últimos 5 años está en 4,3 qq más abajo. La producción del cereal se ubicaría en 14,5 millones de toneladas y ocuparía el tercer puesto de la mayor producción en el ranking de las últimas 10 campañas. Respecto de la campaña más reciente (2019/2020), la producción de maíz cae 720 mil toneladas (un 5%) por efecto de "La Niña".
Lluvias y después frío
A medida que avance la semana se espera que comience a acercarse un sistema frontal frío que provocará el desarrollo de lluvias y tormentas de variada intensidad a partir de mañana y durante la mañana del martes. Luego el sistema se desplazará hacia el norte permitiendo el ingreso a la región de una masa de aire frío y seco que provocará un importante descenso de las marcas térmicas.
Las lluvias estarán acotadas a la jornada de mañana y primera parte del martes, ya que luego se desplazarán rápidamente hacia el norte alejándose de la zona núcleo. El ingreso de la masa de aire frío y seco generará condiciones de tiempo estable pero con fuerte descenso de la temperatura. Si bien es baja la probabilidad, los valores mínimos esperados durante la mañana del martes podrían ser muy cercanos al riesgo de heladas, especialmente sobre Córdoba y el norte de Buenos Aires.
La circulación del viento se mantendrá del norte durante la mayor parte de la semana, sosteniendo las elevadas temperaturas en toda la región. Cuando el sistema frontal frío alcance la zona núcleo se espera que el viento cambie al sector sur y presente moderada intensidad, lo que facilitará el descenso térmico.
La cobertura nubosa será escasa la mayor parte de la semana y solo en el momento en el que avance el sistema frontal frío por la región, se observará un importante aumento de la nubosidad, acompañando las lluvias y tormentas esperadas.
Debido a la constante circulación del viento norte las condiciones de humedad se irán incrementando paulatinamente, lo que facilitará las condiciones de tiempo inestable hacia el comienzo de la próxima semana y el desarrollo de lluvias y tormentas sobre la región.
Pensando en la fina
Abril concluyó con una abundante provisión de agua sobre toda la región pampeana, que incluso por sectores superó los valores medios mensuales.
Si bien las intensas lluvias han provocado un retraso poco deseado en las tareas de trilla, fueron altamente positivas en cuanto a la recuperación de los perfiles pensando en la campaña fina.
El mapa de disponibilidad hídrica recuperó un panorama de muy buenas reservas prácticamente en todas las regiones aptas para la producción agrícola, dejando solo un sector con deficiencias hídricas, sobre el noroeste bonaerense, en la zona de influencia de la Cuenca del Salado. Aun así, en un contexto de menor influencia negativa de los forzantes globales, también esa zona tiene posibilidades de recuperación hasta el inicio de la nueva campaña.
Los modelos de pronóstico indican que las características de estabilidad provocadas por el cambio de la masa de aire se mantendrán por lo menos hasta el principio de la próxima semana. La presencia de aire más frío y seco favorecerá temperaturas más bajas y apropiadas para el otoño, aunque con muy escasa probabilidad de heladas que hasta el momento se han mantenido postergadas por la preponderancia de un ambiente muy húmedo durante todo abril.
Actualmente, la mayoría de las regiones aptas para el cultivo de trigo cuentan con reservas hídricas que se han recuperado plenamente y por lo tanto es viable suponer que, con lluvias normales o levemente por debajo de las normales, no tendrán problemas para encarar las tareas de implantación de acuerdo a los calendarios normales de siembra.