Una mujer relató la amarga experiencia que vivió tras ser víctima de una estafa al intentar comprar una moto usada, que resultó tener un pedido de captura por robo.
Su historia, que evidencia los peligros de las compras online sin las debidas precauciones, sirve como un llamado de atención para otras personas.
Según explicó, en diciembre contactó a un vendedor a través de Facebook que ofrecía una moto Honda Wave. El supuesto propietario residía en San Nicolás y, tras coordinar la transacción, la mujer viajó a dicha ciudad para concretar la compra. "Cuando llegué al lugar, se acercó un joven con la moto. Verificamos los números del motor y los papeles, y todo parecía estar en orden. Hicimos el trato y me traje la moto a Pergamino", relató.
Sin embargo, al intentar realizar la verificación policial en Pergamino, las autoridades detectaron que la moto había sido robada y registraba un pedido de captura. Como resultado, la mujer fue llevada a la comisaría e imputada por encubrimiento. "Tuve que presentarme en la fiscalía para denunciar al vendedor que me había estafado", agregó.
El caso no terminó allí. Días después, la víctima se enteró de nuevos intentos de estafa por parte del mismo grupo de personas, gracias a un escrache en redes sociales realizado por otra mujer que había sido engañada de manera similar. "Publicaron en Facebook denunciando a esta misma gente, porque siguen vendiendo motos como si nada", contó indignada.
La situación se complicó aún más cuando recibió un correo electrónico procedente de la sección policial de San Nicolás, informándole que había solicitado una verificación policial para la misma moto que ya estaba secuestrada en Pergamino. "En el mail aparecían todos los datos de la moto y decía que la verificación había sido aprobada, pero yo no fui. Además, esa moto está retenida aquí y el domingo 19 se le hará una pericia por parte de Científica", afirmó.
La mujer recabó todas las pruebas posibles: capturas de pantalla de conversaciones, correos electrónicos y recibos, con la esperanza de que la justicia actúe rápidamente. Mientras tanto, el caso pone en evidencia la necesidad de realizar controles exhaustivos antes de adquirir vehículos usados y de verificar la autenticidad de los vendedores en plataformas digitales.
La fiscalía se encuentra investigando los hechos, pero la preocupación persiste. La víctima advirtió que los estafadores continúan operando impunemente, poniendo en riesgo a más compradores incautos. "Es muy injusto. No solo me estafaron, sino que ahora tengo una causa penal por algo que no hice. Espero que se haga justicia pronto", concluyó.
