Circuló en grupos de servicios de mensajería instantánea y de redes sociales una información falsa que alertaba sobre la supuesta circulación en el país de una nueva variante del virus Sars-Cov-2. Si bien el Ministerio de Salud desmintió rápidamente la existencia de ese supuesto patógeno, el hecho confirma una vez más la necesidad de promover en la ciudadanía el hábito de chequear la información antes de compartirla.
Es que, en estos tiempos de sobreabundancia de datos, la falta de validación de una información puede llevar a tomar decisiones erróneas o generar un clima innecesario de inquietud en la población.
Si se tiene en cuenta, además, que estamos en un año de elecciones, entonces hay que estar más atentos para no caer en la trampa de este tipo de contenidos que inventan, tergiversan los hechos o los sacan de contexto. Algunas veces son mensajes de texto, en otras ocasiones lo que se comparte son audios o videos que, convenientemente manipulados o editados, tienen como objetivo engañar a las personas, por lo general con un contenido de tono alarmista.
Muchas personas tienden a compartir en forma inmediata este tipo de información falsa creyendo, de buena fe, que de esa manera está contribuyendo con las personas que conoce. Sin embargo, conviene tomarse un minuto antes de hacer circular esos contenidos y, en la medida de lo posible, consultar fuentes oficiales (páginas web de ministerios, empresas de servicios públicos, organismos de seguridad, etc.) o bien medios de comunicación con trayectoria para validar la información.
Como se dijo, la sociedad transita un año electoral y es por eso que muchas de las informaciones falsas que circulan tienen relación con los candidatos. El sitio Chequeado.com, por ejemplo, detectó que circula en redes sociales un video en el que Sergio Massa le pregunta a un niño, en medio de un acto en Rosario, a quién va a votar. Y el niño le responde que lo hará por Javier Milei.
Sin embargo, advierte el sitio que se ocupa de la verificación del discurso público, esta información es falsa ya que el audio del video está manipulado. En la versión original, el candidato pregunta al menor sobre su voto y este, a su vez, le pregunta a Massa cómo se llama. Sin esperar la respuesta, el menor dice al micrófono que votará por Massa. Por otra parte, el mismo sitio explica que se viralizó en Tik Tok un video donde un hombre dice que, "sin trabajar", una familia tipo -de cuatro miembros- cobró en agosto último 219.800 pesos con los planes sociales Potenciar Trabajo, Asignación Universal por Hijo, "plus por hijo" y Tarjeta Alimentar.
Sin embargo, Chequeado.com aclara que, de percibir esos planes sociales a la vez, el total que cobró en agosto último una familia tipo (considerando dos adultos y dos menores de tres años) la suma alcanzada es de alrededor de 163.000, un 26% menos que lo indicado por el video viral, según un análisis del Instituto para el Desarrollo Social Argentino y otro realizado por Reverso en base a datos oficiales. Además, especialistas consultados advierten que la familia de cuatro miembros que recibe al menos un plan social es un grupo relativamente pequeño: 427 mil hogares sobre los 10 millones que releva la Encuesta Permanente de Hogares.
En este año de elecciones es necesario alertar a la ciudadanía sobre la circulación de información falsa y de la existencia de contenidos digitales que son manipulados. En el mundo actual, hiperconectado, las personas necesitan acceder a información veraz para comprender mejor la compleja realidad que nos rodea. Pero para no caer en engaños es importante que lo que se lee o se escucha sea respaldado por datos aportados por fuentes confiables. En rigor, la circulación de información que carece de validación no es un fenómeno que afecta únicamente a nuestra comunidad.
Son cada vez más las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que, en distintos países, hacen un llamado a los ciudadanos a analizar con detenimiento algunos mensajes y discursos que se pretenden instalar en la opinión pública. También la Organización de Naciones Unidas alertó sobre este problema, señalando que "los cambios drásticos en las tecnologías han tenido consecuencias negativas como la velocidad a la que se propagan la información errónea, la desinformación e incluso los discursos de odio".