Se fueron en 2011 convocados para gerenciar integralmente un proyecto en la industria hotelera. Ana Ruiz Moreno y Lucas Baldoni son pergaminenses que viven lejos del pago. En 2011 se establecieron en Estados Unidos para trabajar en el gerenciamiento de un proyecto en la industria hotelera. Siguiendo la vocación de ambos tomaron la decisión de vivir una experiencia colmada de profundos aprendizajes para ambos. En una entrevista concedida para esta sección hicieron un recorrido por los recuerdos de la vida en Pergamino, la añoranza de las cosas que se extrañan a la distancia y la certeza de que estando lejos no se pierde la condición de ser pergaminense ni la determinación de volver algún día.
En este momento Ana está dedicada al cuidado de su casa y la crianza de sus dos hijos. Lucas trabaja en la administración de propiedades y desarrollo de negocios relacionados con el turismo. No se sienten parte de una generación que se fue por falta de oportunidades. Por el contrario saben que el espíritu de aventura que un día los impulsó a partir, será el mismo que en algún momento los tenga de retorno a casa.
La primera referencia que hacen sobre Pergamino tiene que ver con sus familias. Ana nombra a su padres Isidoro y Alicia; a sus hermanos: Valeria, Lisandro, Agustín; a sus cuñadas Guadalupe A. y Guadalupe D; a su cuñado Alejandro; y a sus sobrinos: Santino, Agustina, Santos, Delfina, Manuela, Sofía y Marcos.
Lucas menciona a sus padres Hugo y Nora; a sus hermanos: Lucía y Guido; a sus cuñados Hernán y Flavio; y a su sobrina Francesca.
Todo lo demás que inaugura la charla son recuerdos de infancias vividas intensamente y proyectos que los impulsaron a irse.
- ¿Cómo era la vida de ustedes en Pergamino?
- Ana: Tengo los mejores recuerdos de mi infancia en Pergamino. Hasta los siete años viví en el barrio La Amalia donde los chicos podíamos jugar en la calle, andar en bicicleta o salir a patinar sin preocupaciones por parte de las madres. A mis siete años nos mudamos al barrio Centro donde comencé con actividades extracurriculares a las que tenía la libertad de ir caminando o en bicicleta. El Club Gimnasia y Esgrima me trae los mejores recuerdos de mi infancia, ya sea en el Centro donde practiqué gimnasia artística y voleibol, como en la pileta todos los veranos. También mis recuerdos se ven reflejados en la tan querida Escuela Normal a la que fui desde el Jardín hasta terminar la secundaria.
Mi adolescencia en Pergamino fue la mejor que podría haber tenido. Se me vienen a la memoria lugares como Fedra, Specktra donde han ido generaciones y generaciones de pergaminenses; como así también boliches más de mi época tales como Kudah, Mina López y El Sueño, entre otros.
- Lucas: Es difícil poner en palabra tantos buenos momentos vividos en nuestra ciudad. Fui al Jardín San Jorge, luego hice toda la primaria en la Escuela Nº 2 donde todavía conservo grandes amistades gracias a la tecnología. Hice la secundaria en Colegio Icade, donde conocí gente extraordinaria y donde viví los mejores años de mi adolescencia. Con mi familia nos mudarnos varias veces, pero viví más tiempo en el barrio Acevedo, el barrio de mis abuelos. Todos los deportes que jugué (basquetbol, fútbol, voleibol) lo hice con la camiseta de Traficos Old Boys, un club al que fui con mi abuelo a hacer mi carnet de socio.
- ¿En qué momento tomaron la decisión de radicarse en el exterior?
- Ana: Cuando terminé la secundaria me fui a estudiar la carrera de Turismo y Hotelería a Buenos Aires. Una vez recibida me fui a trabajar a Bariloche y ahí fue cuando con mi marido recibimos la propuesta de venir a Estados Unidos a abrir y gerenciar un hostel en Niágara Falls, NY. No nos fue muy difícil tomar la decisión de irnos, ya que al estar relacionados al mundo hotelero y turístico, una experiencia en el exterior era algo que siempre quisimos.
- Lucas: Nos mudamos en febrero de 2011 gracias a una gran oportunidad laboral. Tanto Ana como yo hicimos carrera en una cadena de Hostels con base en Buenos Aires, pero con varias propiedades a lo largo de Argentina, que creció a pasos agigantados entre 2006 y 2011. Una de las grandes ambiciones que concretó esta cadena fue abrir un hostel en el exterior, Niágara Falls, Estados Unidos más precisamente y nos dieron la enorme posibilidad de ser los gerentes y administradores de la misma. La elección fue básicamente por lo laboral.
La adaptación
Impulsados por el deseo de hacer la experiencia, afirman que en todo momento se encontraron con gente muy amable. A pesar de ello reconocen que son culturas distintas, lo que hace de la adaptación una tarea continua.
Lucas explica que adaptarse a Estados Unidos no es fácil y esto se acrecienta más aún en un lugar considerado del interior como Niágara.
Los dos sentimos que nuestra familia todavía se está acomodando y adaptando a la diferencia cultural. Igualmente siempre somos recibidos de manera excelente, pudimos hacer amistades desde que llegamos y fueron muy importantes a la hora de la adaptación, refieren.
Creo que nuestras familias no se van a adaptar nunca a que nosotros vivamos en el extranjero. Pero por suerte tenemos la posibilidad de viajar todos los años a Argentina y de que ellos vengan para acá, más la ayuda tecnológica hace que estemos más cerca a pesar de la distancia.
El trabajo, un gran pilar
Para Ana y Lucas el trabajo fue un gran pilar que facilitó la vida en Estados Unidos. Apenas llegamos nos pusimos a trabajar en el nuevo emprendimiento.
Más tarde y luego de que el hostel cambiara de dueños a fines de 2013, Lucas encontró una gran oportunidad de poder trabajar para Erdco Development LLC. Actualmente mi función es la de administrador de propiedades en esta compañía que cuenta con varios departamentos, muchos de ellos utilizados para alojamiento de estudiantes, también contamos con inquilinos de largo tiempo y con locales comerciales que están siendo ocupados por reconocidas cadenas o pequeños negocios locales, explica.
Gran parte de nuestra consolidación como ciudadanos vino de la mano de este trabajo, ya que el mismo me abrió muchas puertas y conexiones muy valiosas y logro conectarme mejor con esta sociedad, cuentan.
Ambos señalan que el principal logro profesional obtenido en el exterior fue poder lograr el reconocimiento en la comunidad de Niágara. El éxito que tuvo el hostel, lo que significó ser embajadores de muchos de nuestros huéspedes que venían desde distintas partes del mundo, es una de las cosas que más aprecian en esta ciudad.
El reconocimiento por parte de la gente, sumado a poder superar los obstáculos sociales, culturales y de idioma a la hora de desarrollar un negocio fuera de casa, es uno de nuestros grandes logros profesionales, coinciden.
Consideran que las actividades que desarrollan en Estados Unidos podrían realizarlas en Argentina, tanto a nivel del turismo como del desarrollo inmobiliario. Al respecto observan con optimismo la consolidación de determinados horizontes en Pergamino para el éxito de algunos emprendimientos y reconocen que siempre está presente la posibilidad de volver.
La familia
Luego de vivir un año en Niágara Falls se casaron por civil en esa misma ciudad. Al año siguiente nació la primera hija de la pareja. Emma, y al poco tiempo se mudaron a una zona más residencial. Hoy la familia se agrandó con la llegada de Joaquín y se confiesan felices.
La ciudad en la que viven no se diferencia mucho de Pergamino en cuanto a tamaño y a la particularidad de que la gente se conoce entre sí. Hay muchas familias italianas en esta zona, y eso ayuda a que uno se sienta más cerca de casa.
- A la distancia, ¿qué cosas se mantienen del lugar de origen?
- Ana: Adentro de nuestra casa solo se respira aire argentino. Desde la comida, el idioma, el mate y la manera que tenemos de recibir a nuestros amigos. A su vez nuestro estilo de vida es más bien argentino.
- ¿Qué cosas se extrañan?
- Ana: Se extraña la cultura de uno más allá de la familia y los amigos. También cosas como juntarse a tomar unos mates porque sí, sin un motivo que lo requiera y sin tanta programación. Se extrañan los asados del domingo.
- ¿Sienten que forman parte de una generación que se fue por falta de oportunidades?
- Lucas: No. Creo que en los últimos años la brecha generacional de los nacidos entre el 78 y los 90 experimentó el incremento de oportunidades. Nosotros estábamos trabajando en Bariloche cuando decidimos encarar esta aventura cuatro años atrás. No siempre uno se aleja de sus pagos por falta de oportunidades, a veces el espíritu aventurero hace que se tomen estas decisiones difíciles de experimentar cosas nuevas.
- Esta sección se llama pergaminenses lejos del pago ¿cuál creen que es el verdadero pago?
- Ana y Lucas: Hemos tenido la posibilidad de vivir en distintas ciudades de Argentina y en otro país, pero siempre vamos a considerar que nuestro pago es Pergamino. Podemos ser muy críticos de muchas cosas, pero nunca va a dejar de ser nuestra ciudad y sabemos que vamos a volver.
ping pong
Un club: Club Gimnasia y Esgrima (Ana) - Douglas Haig (Lucas).
Un maestro: Mi viejo (Lucas).
Una fiesta inolvidable: Las fiestas de la primavera (Ana) - nuestro casamiento (Lucas).
Un lugar de Pergamino: Mitre y Peatonal (Ana) - La casa de mis abuelos maternos (Lucas).
Una canción: With Out You (David Guetta).
Un amigo: Son muchos (Ana) - Federico (Lucas).
Un recuerdo: Varios, las peñas con amigos, el fútbol de los sábados, muchos momentos de la secundaria en Icade (Lucas).
Un pergaminense: Mi papá (Ana) - mi abuelo Carlos (Lucas).
Una calle: Belgrano (Ana) - Florida (Lucas).
Un mensaje para Pergamino: Me verás volver.
Una ventaja de estar en otro país: Conocer otras culturas y poder elegir lo que es realmente importante para uno (Ana)- Aprender a valorar mejor las raíces (Lucas).
Una desventaja de vivir lejos del pago: No poder compartir el crecimiento de nuestros hijos con la familia y amigos.