"Hoy verlo inaugurar en Pergamino un tramo de la autopista, fue una alegría y un orgullo muy grande", dice una parte de la nota de la pergaminense. Querida Cecilia, tu mensaje es uno de los más hondos que he recibido", contesta Mauricio Macri.
Cecilia Pomar, hermana de Fernando Pomar, el pergaminense que junto a su esposa Gabriela Viagrán y sus dos pequeñas hijas en 2009 perdieron la vida en un accidente tristemente célebre porque sus cuerpos fueron hallados recién 24 días después, le escribió en las últimas horas una nota al presidente de la Nación, Mauricio Macri, vinculada a la reciente visita del mandatario a las obras de la autopista Pilar-Pergamino, agradeciendo la realización de este tipo de obras que tienen como fin, entre otros, que no haya más pérdidas de vidas en el marco de accidentes.
Dicha nota fue respondida por Mauricio Macri y ambas misivas trascendieron a través de redes sociales, con lo cual si el encuentro epistolar pretendía ser privado, lo cierto es que trascendió a la opinión pública de manera viral. En ese marco, LA OPINION intentó comunicarse con Cecilia, quien a través de allegados hizo saber que prefería no responder a la requisitoria periodística.
La nota
La nota, dirigida al presidente dice: “Mi nombre es Cecilia Pomar, no sé si recuerda mi apellido. Soy hermana de Fernando Pomar que el 14 de noviembre de 2009, muriera junto a su familia en un accidente de tránsito. Y hoy verlo inaugurar en Pergamino un tramo de la autopista, fue una alegría y un orgullo muy grande que estuviese en mi ciudad. Se me llenaron los ojos de lágrimas, al referirse a la cantidad de muertes a causa de accidentes de tránsito provocados por el abandono total de las rutas. Yo perdí a mi hermano, cuñada y sobrinitas (de 3 y 6 años) a causa del total abandono de la ruta 31. Y para sumarle la desidia en la Justicia y más aún en la Policía bonaerense, estuvieron 24 días buscándolos, tejiendo conjeturas de su desaparición (que lo único que hacían es hacer más profundo nuestro dolor y angustia) y simplemente estaban muertos al costado de la ruta a causa de un vuelco del auto el cual mordió esos huellones que hay en las rutas y despistó, con tanta mala suerte que golpeó contra una alcantarilla y el auto los despidió. Quizás es muy largo mi mensaje. Pero simplemente es agradecerle todo lo que hizo y va a seguir haciendo para que nunca más las familias argentinas sigamos viviendo lo que nos tocó vivir a nosotros.
Sin otro particular y eternamente agradecida”.
Saludo atte. Cecilia Pomar.
Respuesta presidencial
La nota fue respondida desde Presidencia de la Nación y dice: “Como le debe pasar a millones de argentinos, el apellido de la familia Pomar ha quedado grabado en mi memoria con tristeza. Recuerdo la foto que circulaba en la prensa de tu hermano en el peaje y otras fotos que publicaron después que mostraban a Fernando, a su esposa y a tus sobrinas en momentos felices. También recuerdo algunas de las irresponsables conjeturas que se hicieron entonces sobre las causas que habrían motivado la desaparición. No puedo recrear tu sufrimiento, el dolor y la angustia de toda la familia esperando día tras día alguna noticia que al final terminó siendo la más temida.
“La muerte de la familia Pomar no fue un accidente. No debió haber sucedido. La terrible tragedia no fue causada por un hecho imponderable, no intervino el azar, no fue el destino, sino que fue causa directa del estado calamitoso de la Ruta 31. Esa ruta había sido abandonada durante décadas de negligencia, como tantas otras que aún acechan, matan e hieren a miles de argentinos cada año.
“La deuda que tenemos todos los argentinos con la familia Pomar y con tantas otras miles es la más grande que existe, nunca se podrá reparar, porque las vidas que se perdieron no pueden ser devueltas.
“Querida Cecilia, tu mensaje es uno de los más hondos que he recibido. Nadie en el mundo puede entender mejor lo que significa una ruta nueva o una autopista, que aquellos que fueron víctimas de ellas. Así valoro tus palabras.
“Te envío un beso grande y mis respetos a toda la familia Pomar.
Mauricio.