Después del acto de inauguración y la recorrida por la Exposición Rural de Pergamino con autoridades se realizó el almuerzo. Allí tomó la palabra la máxima autoridad de la entidad organizadora, Jorge Josifovich, quien brindó un encendido discurso: "Hace tres años, casualmente en la inauguración de esta misma muestra en 2019, ya con el panorama de las Paso de ese año, hablé de destrucción de avances y cimientos logrados hasta ese momento, por supuesto me equivoqué, fue mucho peor de lo esperado.
"La impronta del nuevo gobierno de aquél entonces y hasta la actualidad se caracterizó por la destrucción sistemática de cada uno de los valores institucionales, sociales y productivos de la Nación.
"Hemos visto, y con diferentes argumentos cómo, gobierno anterior, pandemia y finalmente guerra, fue degradándose en el más amplio sentido nuestra bendita Nación. Ante nuestra vista pasaron hechos inauditos y realmente importantes con respecto a educación, salud pública, justicia y muchos hechos más que deberá la historia juzgar.
"A toda la comunidad manejaron unos pocos a su antojo y nosotros como ciudadanos, tal vez por inocencia y mucho por comodidad, aceptamos mansamente y asimilamos como normal algo totalmente atípico para cualquier sociedad evolucionada.
"Por supuesto, el sector productivo y específicamente el campo pasó a tener un protagonismo central en la responsabilización por parte del gobierno, del debilitamiento económico argentino. Ya desde los albores se empezaron a tomar medidas demagógicas para encubrir una muy marcada ineficacia para el manejo de un país.
"Mucho tiempo y con muy poca participación ciudadana otorgamos poder a la gestión nacional esperando que de una buena vez por todas nos sacara de la exclusión permanente del mundo globalizado.
"El único sector que oportunamente estuvo siempre en alerta y levantando voces fue el campo, el campo desde sus bases, no siempre escuchadas por sus representantes.
"Cuando esas voces pasaron a gritos, fueron de las pocas actividades que se vieron como queja a nivel nacional.
"Personalmente tuve la suerte de contar con colegas dentro del gremialismo rural que incondicionalmente estuvieron, están y descarto que estarán atentos, no solamente a la defensa del sector sino también a la reivindicación de los valores republicanos y libertades individuales de cada uno de los argentinos, siendo estos pilares fundamentales para la construcción de una nación mejor.
"Reuniones, charlas y debates con el fin de despertar interés, organizaciones de asambleas y proclamas, pensando qué poner y qué omitir para generar contundencia, por supuesto la mayoría de ellas cayeron mal, algunas veces con razón, pero no vamos a dejar de objetar o felicitar a la dirigencia según su accionar.
"Ser dirigente no es un título nobiliario, es un certificado de trabajo para la ciudadanía, nuestra democracia es representativa, quiere decir que quienes son elegidos representan al votante, no deciden por él sin consenso.
"Creemos que merece la pena el esfuerzo y sabemos que una mayoría pretende dejar de ser simples habitantes para ser ciudadanos con los derechos inalienables que eso implica, como también las obligaciones inexorables que debemos tener.
"Hoy el campo es la única actividad junto con algunas empresas privadas que, en todo su proceso productivo, desde el día de siembra o nacimiento de animales hasta el último momento de zafra de su trabajo, no depende ni necesita nada del Estado Nacional, pero a la salida, ese mismo Estado lo toma como socio en un porcentaje significativo de la producción.
"Estamos frente a una de las sequías más severas que nos vamos a enfrentar. Alguien con respecto a este tema, me preguntó: ¿a qué le teme más a la sequía o al gobierno? ¡A ninguno de los dos!
"A las inclemencias climáticas los productores las asumimos estoicamente entendiendo que nada se puede hacer en contra de la naturaleza y por eso no le tememos, sólo bajamos la cabeza y seguimos adelante, pero ante gobiernos populistas, que lo único que desean es el enfrentamiento, la expoliación y la prebenda, no sólo no les tememos, sino que nos da más fuerza para combatirlos.
"En estos días vemos como medidas desesperadas y con el único afán recaudatorio ponen al campo en el centro de la discusión, sepamos aprovechar la oportunidad, no lo digo desde lo comercial, lo propongo como ventaja para demostrar el peso que tiene el sector dentro de la economía nacional.
"El gobierno tuvo que incluir en el paquete de medidas la descompresión de un dólar absurdamente incompetente para una parte del sector productivo. Tengan muy en claro que fue un trago amargo para una postura ideológica que hubiera preferido no claudicar jamás. Y por esto a las 72 horas de haberlo logrado el mísero objetivo, el Banco Central restringe por otro lado con las tasas de interés, de manual.
"Por supuesto que no sólo no estamos contentos con la duración y la implementación de las medidas, consideramos que no debe haber privilegios de una actividad sobre otra en la producción agropecuaria y mucho menos entre unos y otros sectores de la actividad comercial de exportación del país. Pretendemos que haya un solo tipo de cambio que haga competitiva a la Argentina dentro del mundo y a la vez que contemple la situación interna.
"Exigimos permanentemente la libertad cambiaria y la quita total y absoluta de toda traba ejercida hoy por los diferentes organismos digitados por el Poder Ejecutivo y muy mal controlados por el Congreso.
"Por otro lado pretendemos como sector productivo primario estar permanente sentados en la mesa de toma de decisiones, no alcanza con comentarles las medidas a nuestra Mesa de Enlace y tampoco es fructífero que los representantes de dicha Mesa se arroguen el derecho de representar inconsultamente a sus entidades, deben actuar como un puente de dos vías, y si esto llevara más tiempo para el acuerdo, sabremos esperar.
"Tampoco aceptamos como representantes a gerentes o titulares de compañías exportadoras, importadoras o referentes de las cadenas agroindustriales argentinas, recuerden que si no hubiera materia prima no habría qué manufacturar.
"Desde el oficialismo nacional, e impulsado por un grupo siempre acorde y en sintonía, intentan poner en debate el discurso de odio como forma de acallar opiniones según conveniencia.
"Hemos escuchado voces en los últimos años que pedían las sentencias más atroces contra quienes gobernaban y hoy esos mismos protagonistas pretenden imponer una moderación en las formas de expresión.
"Doy por hecho que la moderación es el camino, pero para lo que a unos les asiste un derecho, para otros no le está permitido. ¿Cómo podemos entenderlo? En estos años que me tocó estar al frente de Sociedad Rural de Pergamino he participado de muchas reuniones, integrando instituciones, organizaciones civiles, fundaciones y también tangencialmente interactuar con la política partidaria.
"La percepción personal es que estamos en un momento relevante, en una situación de cambio de dirección irremediable, en la cual ningún ciudadano estará eximido de la participación para lograr una salida exitosa de cara al futuro.
"A lo largo de este camino encontré una enorme cantidad de personas dispuestas a sacrificar su tiempo en búsqueda de mejoras para su comunidad y para el país.
"Mucha gente valiosa que por circunstancias que no puedo explicar se desarrolla exitosamente en su vida personal y les interesaría tener mayor participación, pero no encuentran el ámbito adecuado en dónde instaurar sus ideas y su impronta en algo positivo y proactivo.
"Yo lo llamo exilio interior, pero podríamos denominarlo de cualquier otra forma, a los efectos es igual.
"Esta abulia casi impuesta hace que dejemos en manos de otros las decisiones y ejecución de las políticas públicas y de bienestar comunitarios.
"Es cierto que vemos con escepticismo y que a menudo encontramos trabas a nuestra intención de participar activamente en la sociedad, pero no debemos abandonar la insistencia, apoyando o criticando a nuestros gobernantes y legisladores, tampoco debemos dejar de observar a la Justicia que actúa muchas veces según el viento imperante.
"La democracia no está en discusión y que nadie venga a corrernos por uno u otro lado.
"No toleraremos que nos pretendan poner en veredas opuestas sin comunicación, somos garantes de la paz social y el equilibrio institucional.
"Estamos en tiempo de descuento y ya no alcanza con el simple hecho cívico del sufragio, vamos hacia el cambio de un rumbo que depende de nosotros únicamente, nadie va a venir a salvarnos de la situación en que estamos sumergidos. No va a ser rápido ni fácil.
"Pero hay luz al final del túnel, nos faltarán duras piedras que sortear y espinas a evitar, pero mientras haya al menos uno de nuestros hijos o nietos que tenga ganas de quedarse en este país maravilloso, es obligatorio para nosotros hacernos responsables del destino nacional, respirar hondo una vez más y encarar al futuro de manera responsable.
"Será imperante tener el coraje de reconocer los errores, corregirlos y la paciencia para esperar que las correcciones den fruto. Que Dios y la Patria nos lo demanden".