La producción porcina en Argentina, que durante muchos años estuvo experimentando un crecimiento constante impulsada por diversos factores como la demanda interna, las exportaciones, las inversiones en tecnología y la genética, hoy está atravesando uno de sus peores momentos.
Como una alternativa rentable, la producción porcina fue ganando terreno, especialmente en comparación con otras industrias ganaderas como la producción de carne vacuna. "Esto se debe a varios factores, incluyendo la menor huella ambiental de la producción porcina, la eficiencia en la conversión de alimento en carne y la demanda interna en constante crecimiento de productos porcinos", nos explica Carlos Octeda, asesor técnico con vasta experiencia adquiridas en empresas y establecimientos ubicados en las principales regiones productoras del país y el extranjero
Hoy, en cambio, el sector enfrenta otra realidad y así nos la cuenta el profesional: "desde abril el productor argentino atraviesa grandes dificultades por diferentes variables" y las describe al detalle: . "estamos con una baja en el precio del capón (la mayor en 10 años) ubicándose por debajo a del promedio histórico; las importaciones en abril cayeron 5 % en el mes y 45 % con respecto a un año atrás, pero la cantidad exportada fue superior a la importación".
Concretamente, el productor está complicado, al punto que el costo de producción es igual o mayor al precio de venta. "La media res vacuna subió, la de cerdos bajó, y el pollo eviscerado sigue igual, hay mucha carne barata y la gente sin poder adquisitivo", se lamenta Octeda. Y para entender bien esto, nos da una visión general de los principales componentes de los costos de producción y los describe al detalle
"El alimento representa una parte significativa de los costos de producción de cerdos cercano al 70%. Esto incluye a los concentrados que contienen proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales necesarios para el crecimiento y desarrollo de los cerdos". También las instalaciones y el equipo de trabajo cuentan: "los costos asociados con la construcción y mantenimiento de instalaciones, así como la compra y mantenimiento de equipo necesario, como comederos, bebederos, sistemas de ventilación, entre otros" . Ni hablar de la sanidad y medicamentos: "los costos de cuidada veterinario, vacunación y medicamentos para prevenir enfermedades y mantener la salud de los cerdos no son nada baratos". Tambien juegan "los costos laborales asociados con la mano de obra necesaria para la alimentación, cuidado y manejo de los cerdos, lo costos de energía eléctrica y agua utilizados en la operación de la granja y los costos indirectos como impuestos, seguros, administración y otros gastos operativos".
Obviamente, los costos de producción de cerdos en Argentina pueden variar dependiendo de varios factores, aclara Octeda, "como la ubicación geográfica, el tamaño de la granja, la tecnología utilizada y los precios de los insumos. También juegan los cambios en la regulación gubernamental, condiciones climáticas y las variaciones en el tipo de cambio", entre otros.
En suma, la gestión eficiente de estos costos es crucial para la rentabilidad y esto lo tiene muy claro el productor porque entiende que el camino es la adopción constante de tecnología y la nutrición de precisión.Tambiénestádemostrada su capacidad para llevar adelante prácticas responsables, garantizando la calidad de la carne para consumidores nacionales e internacionales, sin comprometer el bienestar animal ni la seguridad alimentaria. Sin embargo, todo esto no le alcanza cuando las reglas de juego se le ponen en contra.