El Miércoles de Ceniza dio inicio a la Cuaresma, período en el que los cristianos se dedican a la oración, los actos de caridad y misericordia, las privaciones voluntarias, el ayuno y la limosna, como preparación para celebrar el triduo pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Durante estos días la liturgia adopta para las celebraciones el color morado, símbolo de la austeridad cuaresmal.
Conversión
Este tiempo litúrgico llama a la conversión para preparar la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirse de los pecados y cambiar para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo por la tarde, antes de la Misa de la Cena del Señor. El color litúrgico es el morado, que significa penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al Misterio Pascual.
En la Cuaresma Cristo invita a cambiar de vida. La Iglesia invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. También para vivir una serie de actitudes cristianas que ayudan a parecerse más a Jesucristo.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, se busca desterrar del corazón el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen al amor a Dios y a los hermanos. También se aprende a conocer y apreciar la Cruz de Jesús.
Fechas importantes
La Semana Santa comenzará este año con el Domingo de Ramos, el 10 de abril y terminará con el Domingo de Resurrección a celebrarse el 17 de abril (domingo de la primera luna llena de la primavera en el hemisferio norte y de la primera luna llena de otoño en el hemisferio sur). En el Triduo Pascual, que se celebrará el 14 de abril (Jueves Santo), 15 de abril (Viernes Santo), 16 de abril (Sábado de Gloria), se recuerda y se vive junto con Cristo su Pasión, Muerte y Resurrección.
El Domingo de Pascua es la mayor fiesta de la Iglesia, en la que se celebra la Resurrección de Jesús. Es el triunfo definitivo del Señor sobre la muerte y primicia de nuestra resurrección.