Una semana se estará cumpliendo mañana del paro de colectivos en Pergamino y los que suponían que la medida de fuerza se levantaría en un par de horas no acertaron con sus premoniciones. Los vaticinios que no se cumplieron tenían razón de ser; hacían pie en que las muchas ocasiones en que anteriormente se había planteado una situación similar, con la empresa hablando de falta de liquidez y atrasos en la recepción de subsidios, a las pocas horas llegaba el pago de Provincia o Nación, o salía el Municipio en socorro. Pero esta vez no hubo salvataje local y desde Provincia aseguraron estar "al día" con las subvenciones. Lo que adeuda Nación es reciente dos meses- y representa un porcentaje menor respecto de lo que lleva recibido la prestataria local. Es decir que si de ello depende el normal funcionamiento del servicio, estamos frente a una empresa que es totalmente "subsidio dependiente".
Cansados de estar sujetos a que sus salarios dependan del ingreso de los subsidios, los trabajadores dijeron basta. Se pusieron firmes, no aceptaron ninguna de las propuestas de pago que ofreció la empresa. La última la recibieron el viernes a la tarde: un plan de pagos que incluía la totalidad del mes pasado y cuotas para saldar las deudas que hay por diferencias salariales desde que entro en vigor el último acuerdo paritario, que los choferes locales aun no vieron reflejado en sus recibos.
No hay vuelta atrás, ni siquiera el Ministerio de Trabajo pudo lograr un acercamiento de partes; y la Unión Tranviario Automotor (UTA), gremio que nuclea a los trabajadores, en esta oportunidad sigue al pie de la letra lo que los empleados reclaman. Ni se habla de una conciliación obligatoria.
"Estamos monitoreando en forma permanente las negociaciones, nos preocupa mucho la situación de los pergaminenses que trabajan en La Nueva Perla como así también que en la ciudad y algunas localidades del Partido no haya colectivos", expresó a LA OPINION el secretario de Gobierno, Juan Manuel Rico Zini.
El funcionario es quien está en el día a día por ser un tema de incumbencia de su área y fue quien se reunió con los concejales de la comisión de Tránsito y Transporte del Concejo Deliberante con el fin de lograr gestiones conjuntas en pos de restablecer el servicio y que los trabajadores cobren sus salarios.
Respecto del encuentro con los legisladores locales, Rico Zini señaló que evaluaron las distintas cuestiones que hacen al conflicto e informaron "que la deuda del Gobierno nacional con la empresa es de unos 10.000.000 de pesos que corresponden a agosto y septiembre de este año, más la primera cuota del servicio que la compañía prestó en las elecciones primarias".
Consultado sobre la posibilidad de una suspensión de la concesión y consecuente llamado a nueva licitación, el secretario de Gobierno no se expresó como una alternativa que se esté considerando sino que, por el contrario, parecen estar buscando la solución con los mismos actores: "Se está realizando un cambio integral en la prestación del servicio y una posible prórroga para la empresa concesionaria". Para evaluar el cómo, la Municipalidad contrató a un auditor externo.
Nuevo salvataje
Son horas decisivas para la continuidad o no del conflicto. Mañana a las 10:00 habrá una audiencia entre empresarios, el gremio y trabajadores en la que podría conocerse un nuevo plan de pagos que contemple el pedido de los empleados; también hay un compromiso de Provincia para girar a primera hora de la mañana unos 4 millones de pesos en concepto de subsidio.
"Tenemos entendido que habrá un depósito del Gobierno para mejorar la propuesta y que los trabajadores cobren sus deudas", contó Juan Manuel Rico Zini; "el viernes se les ofreció un dinero que permitía achicar el monto que reclaman, y en relación a lo que suceda el lunes (por mañana) creemos que mejorarán las ofertas dado que hasta ahora todas fueron consideradas insuficientes por los trabajadores", agregó.
De acuerdo a los datos que recabó el Diario, el Municipio lleva entregados unos 12 millones de pesos en concepto de subsidios y el funcionario señaló que ese dinero se entregó "para ayudar a La Nueva Perla" en conceptos de pago del boleto estudiantil y para que la compañía haga frente a diversos gastos operativos, dejando de lado cuestiones salariales porque la Comuna no puede desembolsar dinero para ello.
Asimismo, en estas próximas horas estarán habilitando una nueva compensación municipal pero aclararon que la misma no se depositará hasta tanto se solucione el conflicto laboral que tiene a Pergamino sin colectivos.
-¿Hubo comunicación del Municipio con las autoridades del Ministerio de Trabajo?
- Día a día estamos en contracto con todos los actores que forman parte de las gestiones porque como Municipio tenemos la obligación de estar allí; además le pedimos a las autoridades del Ministerio que intervengan cuanto antes para tener, aunque sea, servicios mínimos de colectivos.
Hay muchas personas que no tienen movilidad, que necesitan de los micros por cuestiones laborales, personales y de salud; y ni qué hablar de los estudiantes que no cuentan con otra manera de llegar a las escuelas. Por todo esto es que gestionamos ante esta cartera laboral la posibilidad que intervengan para garantizar recorridos mínimos.
- Dado el panorama que atraviesa la empresa y la incorporación de un auditor externo, ¿está en riesgo la concesión?
- Creemos que no. Hay una tardanza presupuestaria vinculada con los subsidios y esto motivó los problemas que son de público conocimiento; por el momento seguiremos muy de cerca hasta que el conflicto termine y luego de ello el trabajo del auditor externo que puso el Municipio será evaluado para conocer detalles general del servicio.
Sobre este tema en particular cabe señalar que la Municipalidad, conforme a la potestad que le brindan las ordenanzas vigentes, tiene derecho a auditorías externas con el objetivo de informarse sobre las características de la prestación concesionada.
Y para despejar cualquier tipo de dudas, una vez que tengamos el informe del auditor nos abocaremos a asesoramientos varios, a cuestiones tarifarias, recorridos por la ciudad y aquello que signifique un plan integral, es decir que incluya temas tales como ramales, horarios y motivos por los cuales pasa por una calle y no por la otra.
Pergamino y los colectivos
Los conflictos que tiene La Nueva Perla abren varios interrogantes. Uno de ellos es si Pergamino cuenta con un flujo de usuarios las 24 horas del día y todos los días de la semana como para tener cinco líneas de colectivos funcionando al mismo tiempo.
Pergamino es una ciudad que siempre contó con este servicio; no todas las de su porte lo tienen. Junín, por caso, recién está transitando su primer año con la prestación. Pero aquí es parte del imaginario que tiene que haber colectivos, siempre y a toda hora, sin detenerse a pensar si realmente hay una demanda tal.
Partiendo de la base que el servicio público es necesariamente subsidiado, es dable aclarar que esta ayuda que es común en todas las ciudades del mundo- no es dispensada para que se sostenga la empresa sino para cubrir parte del precio del boleto y que los usuarios mayormente clase asalariada y estudiantes- abonen un valor accesible, casi simbólico, más no el costo real de su viaje.
Hecha esta aclaración, esa población de referencia ha cambiado su idiosincrasia en nuestra ciudad y ya no se vuelca masivamente a los colectivos. Así, los micros ya no llevan la cantidad de personas que antes viajaban; muchos de esos trabajadores empezaron a circular en motos y bicicletas; y lamentablemente es común ver a padres llevar dos o hasta tres chicos en moto a la escuela, en lugar de montarlos más seguros- en un colectivo que los lleva gratuitamente. Cierto es, además, que Pergamino ya no cuenta con la cantidad de industrias y sus empleados que había en los '70 y '80, cuando circulaban tres líneas: el rojo, el blanco y el azul. Puede decirse que la gente dejó los colectivos porque prestan un mal servicio, aunque también puede interpretarse que el servicio es deficiente porque no tiene margen de reinversión debido, justamente, a los pocos pasajeros y las muchas "horas muertas" que hay en el día. Como sea, lo cierto es que hay menos usuarios y más líneas; claramente, la ecuación no estaría cerrando. Y si no sigue La Nueva Perla, ¿qué empresa o empresario tomaría la posta en estas condiciones? Tal vez la actual prestataria o una eventual nueva podrían encontrar un punto de equilibrio en un servicio acorde a la demanda, que en nuestra ciudad se concentra en días y horas laborables.
Diferente es una ciudad como San Nicolás, donde el transporte público "es fuerte" dado su perfil industrial, que tiene a miles de personas movilizándose a diario hacia los extremos de la ciudad, donde están las plantas y el puerto. Tras que aquí hay menos industrias, los micros ni siquiera llegan a sus localizaciones más profusas, como el Parque Industrial o la ruta Nº 32 a Rosario.
La posibilidad de involucrar a la Municipalidad en la operatividad empresarial, con una intervención en el manejo, hoy no está "en los planes" de las autoridades locales; y los caminos a partir de allí se van cerrando, se disminuyen las alternativas al punto que solo los subsidios parecen ser la herramienta más ¿sólida? para seguir adelante. Y aquí es donde los interrogantes crecen porque es inviable e imposible que una empresa pueda subsistir en base a ayudas, compensaciones y dávidas gubernamentales. Ni La Nueva Perla, ni otra. Entonces, ¿pensamos en un Pergamino sin colectivos o se le da un giro a la prestación, acotando la circulación a la demanda de los actuales usuarios?