Asma: los cuidados de una enfermedad crónica en tiempos de Covid-19 

La pandemia ha generado interrogantes frente a muchas patologías crónicas y despertado dudas respecto de si las personas que las padecen son susceptibles de mayor riesgo frente a la Covid-19 o deben adoptar cuidados especiales. El asma no ha sido la excepción y en este contexto el pasado 4 de mayo, Día Mundial del Asma, la efeméride sirvió de marco para clarificar inquietudes y despejar dudas que preocupan fundamentalmente a padres de niños con este diagnóstico. Aunque no es una enfermedad exclusiva de la infancia, es en este momento de la vida cuando se suele diagnosticar y manifestarse con episodios que alteran la vida cotidiana de niños y adolescentes y exigen la adopción de determinados cuidados y hábitos que deben sostenerse en el tiempo.

En diálogo con LA OPINION, el médico pediatra especialista en Alergia e Inmunología Infantil Pablo Bonelli recordó que el asma es una enfermedad crónica de las más frecuentes en la infancia y señaló que "adecuadamente controlada no supone un factor de riesgo para Covid-19".

A pocos días de haberse conmemorado el Día Mundial del Asma, una efeméride que puso en agenda una serie de cuestiones vinculadas a esta enfermedad, refirió que tiene una morbilidad muy importante porque genera "ausentismo escolar, muchas consultas al departamento de Emergencias y hospitalizaciones".

"En estos tiempos de pandemia son muchas las inquietudes que han surgido, pero no hay evidencia científica que señale que los pacientes asmáticos que sufrieron Covid-19 hayan atravesado cuadros más graves por su condición de tener asma. Solo aquellos que tienen cuadros que requieren de otro tipo de tratamientos o patologías concomitantes deben ser evaluados de manera particular, con un enfoque interdisciplinario", planteó. 

"Pero el resto de los pacientes (con asma) tiene el mismo riesgo que la población general siempre y cuando el asma esté controlada", insistió el profesional y aprovechó la oportunidad para clarificar una duda frecuente de las familias en tiempos de pandemia: "No está contraindicado el uso del tapaboca en los niños que tienen asma. Por el contrario, el tapabocas previene las infecciones respiratorias que son uno de los grandes desencadenantes de los cuadros de asma". 

En relación al asma el especialista señaló que es una enfermedad potencialmente grave, pero hay que saber que es controlable y que "con las medidas adecuadas de tratamiento y control ambiental el paciente puede tener una buena calidad de vida y realizar todas sus actividades". De este modo dejó caer uno de los mitos más frecuentes respecto de las limitaciones que la enfermedad supone para la vida cotidiana del paciente.

Con respecto al diagnóstico, Bonelli precisó que en niños pequeños -a los cuales no se les puede hacer un estudio específico- resulta fundamental el cuadro clínico. "Son pacientes que presentan dificultad para respirar, obstrucción al flujo de aire, agitación o jadeo, tos seca o con flema muy escasa, opresión en el pecho y sibilancias al realizar algún movimiento, e incluso audibles en reposo cuando el cuadro es muy importante" especificó.

En este punto, remarcó que "el diagnóstico de certeza lo hace la espirometría que es un estudio que se hace midiendo los volúmenes respiratorios, pero esto no es posible en niños menores de siete años porque necesitan sincronizar la coordinación respiratoria. Por esta razón es que en los más chicos es tan importante la evaluación de los síntomas clínicos y la consulta temprana".

"La frecuencia de los episodios o exacerbaciones y la intensidad de los síntomas delimitan que tipo de asma tiene, si es intermitente, lo que representa habitualmente el 40 por ciento de los casos, o si es persistente, es decir que se va a dar con mucha más frecuencia y en función de esto se puede clasificar en leve, moderada o grave".

Cómo abordar el problema

En lo que atañe al tratamiento, diferenció: "El asma intermitente puede controlarse con una medicación cuando aparece el episodio - broncodilatadores para disminuir la obstrucción bronquial-. En el asma persistente, en cambio, se recurre a otro tipo de tratamiento como los corticoides inhalados u otro tipo de medicamentos que van a contribuir a que disminuya la inflamación que está siempre presente en los bronquios".

Para el especialista tan importante como seguir correctamente el tratamiento indicado, resulta aceptar el diagnóstico e involucrar no solo al paciente y su familia en el manejo de la enfermedad. La aceptación del diagnóstico es la primera llave y respecto de ello mencionó que "algunas veces el diagnóstico de asma en un niño o adolescente supone un impacto en los padres, y sobreviene el miedo porque presuponen que es algo que generará limitaciones en la vida cotidiana".

"Frente a ello lo importante es entender que si bien el asma es una patología potencialmente grave, bien controlada le permite al paciente tener una vida normal", insistió señalando que incluso hay quienes teniendo un asma severa realizan actividad deportiva de alto rendimiento. 

"Como especialistas es fundamental que brindemos a las familias la información necesaria, una guía escrita con un plan a seguir. Es imprescindible involucrar tanto al paciente como a la familia en el tratamiento preventivo, que es el que le va a permitir tener una buena calidad de vida" sostuvo.

En este sentido refirió que el tratamiento requiere de una buena técnica de aplicación de los medicamentos que se administran y de rigurosidad en su cumplimiento para que resulte efectivo y ayude a prevenir los episodios. 

Más cuidado en invierno

Con respecto a si la llegada de la temporada invernal en relación a los pacientes con asma, Pablo Bonelli refirió que en esta época suele haber mayor sensibilidad a aeroalergenos y también mayor circulación de virus causantes de infecciones respiratorias que pueden ser detonantes de cuadros de asma y esto obliga a tomar algunos recaudos.

Igualmente recordó que "asma no tiene quien quiere, sino quien puede" para señalar que se requiere de una predisposición genética para desarrollar la enfermedad.

En este punto explicó que generalmente los pacientes que tienen familiares directos con antecedentes de asma o poseen una historia personal de otras alergias como rinitis, dermatitis e incluso algunas alergias alimentarias están más predispuestos genéticamente y ante distintos gatillos desencadenan los cuadros.

La clave, la educación

El especialista hizo hincapié en la importancia que tiene la educación en el adecuado manejo de esta patología que exige del cumplimiento de algunas pautas. "El asma es una patología que si bien no es curable, sí es controlable y en ese control la educación del paciente y de su entorno juegan un rol fundamental".

"El paciente siguiendo adecuadamente el tratamiento y respetando pautas claras sobre cómo debe manejarse y qué síntomas representan una señal de alarma, puede tener una vida absolutamente normal", insistió reforzando que lo importante es que el tratamiento preventivo y las medidas de control ambiental vayan acompañadas del compromiso del paciente y su familia. En este sentido destacó que el desarrollo de la tecnología facilita mucho la adherencia al tratamiento porque se pueden hacer recordatorios en los teléfonos celulares y dispositivos informáticos. "No olvidar el tratamiento y utilizar una buena técnica es crucial", afirmó.

"Hay quienes consultan porque no responden al tratamiento y al momento de observar la manera en que aplican el aerosol o el corticoide inhalado, no lo hacen con la técnica apropiada. Nosotros en lugar de aumentar la dosis, privilegiamos que el uso del medicamento sea el correcto", marcó.

Entornos más amigables

El asma es una enfermedad sobre la que recaen muchos mitos y algunos prejuicios en torno a lo que puede o no realizar el paciente en su vida cotidiana. Producto de una mayor conciencia y de más conocimiento sobre la enfermedad, hoy existen entornos que resultan más amigables. "En los más chicos sí hay una mejor adherencia y acompañamiento en el ámbito educativo y social. En los más grandes las dificultades son mayores", planteó Bonelli.

 "Igualmente hay mucho camino por transitar, y por eso es tan importante impulsar acciones como las que se proponen en el Día Mundial del Asma que impulsan el desarrollo de campañas sobre el control de esta enfermedad".

Informarse y derribar mitos

El pasado 4 de mayo fue el Día Mundial del Asma y en ese contexto desde la filial local de la Sociedad Argentina de Pediatría lanzaron una campaña informativa para derribar mitos sobre esta enfermedad y apuntar algunos conceptos que resultan válidos en tiempos de pandemia.

A través de placas que se publicaron en redes sociales, la iniciativa clarifica muchas cuestiones y brinda algunas definiciones vinculadas al diagnóstico, el abordaje terapéutico y el comportamiento de la enfermedad en la vida cotidiana de los pacientes.

Con respecto al manejo del asma en la pandemia, la campaña enfatiza en la importancia de "administrar el inhalador diariamente según lo prescripto por el pediatra" y recalca que "esto ayuda a reducir el riesgo de un ataque de asma provocado por cualquier virus respiratorio, incluido el coronavirus".

Asimismo recalca: "El tratamiento preventivo no enmascara los síntomas, simplemente protege de los factores desencadenantes". Sugiere "llevar siempre el inhalador de rescate" y remarca la importancia de "acudir a un centro sanitario con su propia cámara de inhalación si el asma empeora".

En relación al uso del barbijo, la campaña de la filial local de la Sociedad Argentina de Pediatría insiste en que "en personas con asma está especialmente indicado porque ayuda a prevenir las infecciones por virus respiratorios, incluida la Covi-19" y señala que "no hay ninguna contraindicación para su uso en pacientes con asma".