Adriana Calomarde es la madre del joven Gastón Artigau (21) quien en el 21 de septiembre del año pasado fue a probar suerte laboral a Nueva Zelanda y tras varios meses de intenso trabajo en cosechas de frutas en las distintas islas de Oceanía se tomó unos días de recreación y esparcimiento para conocer lugares turísticos en sus vacaciones.
Desde el jueves se desconoce su paradero y el sistema de emergencia neozelandés movilizó varias unidades de rescate para encontrarlo.
Carlos Calomarde es el tío materno y está visibilizando el pedido de la familia porque la mamá se encuentra emocionalmente muy angustiada e imposibilitada de sostener una entrevista sin romper en llanto.
El familiar contó que el joven es técnico agrónomo con título Secundario de la Escuela Agropecuaria de nuestra ciudad y una trayectoria laboral local en distintas empresas como trabajador en actividades rurales.
El año pasado pudo organizar un viaje al continente más lejano para trabajar como operario en campañas de cosechas de frutos en las islas neozelandesas.
Una vez arribado a esas tierras entró en contacto con argentinos que ya estaban trabajando como empleados temporarios en cosechas de frutos como el kiwi.
Afortunadamente, logró ese primer objetivo de trabajar e ingresar en el circuito laboral de un sistema nómade en los cultivares de las distintas islas con producciones fruti-horticolas diversas y con mayor demanda en distintas épocas del año que los obliga a ir mudándose periódicamente.
En estos días se encontraba de vacaciones y al trasladarse desde un punto laboral a otro fueron a un parque nacional a desarrollar actividades de trecking.
Aparentemente, durante uno de esos recorridos lograron hacer cima en una de las montañas del glaciar y para encontrar la mejor foto del pico y del paisaje se dispersó del grupo de compañeros de la travesía.
En ese instante que lo perdieron de vista es que puede haberse caído a una grieta hacia un río de agua de deshielo o a una ladera muy profunda.
Lo cierto es que uno de los amigos que estaba de expedición con él fue quien vio su gorra flotando y circulando con la corriente del río.
Luego, a unos metros vieron las barras de cereales que llevaba para alimentarse y el joven pergaminense no aparecía. Así fue como alertaron a las autoridades de la reserva.
Los equipos de rescate neozelandeses se desplegaron para hacer una búsqueda intensa y mantienen con reportes continuos actualizados a los familiares.
Carlos Calomarde explicó que en cada momento les van informando de las distintas novedades sobre las intervenciones rescatistas.
La mamá y todos los familiares no tienen recursos económicos suficientes para costearse un viaje hasta Nueva Zelanda y en caso de tener que trasladarse van a necesitar ayuda para solventar el vuelo, la estadía, los traslados y los viáticos.
El tío evalúa la posibilidad de abrir una cuenta para que la gente brinde su solidaridad para colaborar a costear el viaje que tengan que hacer para ir a buscar al joven.