En la zona rural de Acevedo, a 5 km del pueblo, María Eugenia del Puerto cuenta con 25 hectáreas pegadas a una escuela de alternancia. Allí, decidió materializar su sueño: "tener un tambo fábrica de ovejas".
El puntapié inicial lo dio hace tres años. Es poco tiempo, en realidad, pero quienes conocen la dedicación y entusiasmo que mpone a sus emprendimientos sabían de antemano que Maru (así la llaman) no iba a demorar mucho en hacer realidad su proyecto y que, a la vez, éste fuera exitoso.
Al estar dentro del área de exclusión no se le permite el uso de fitosanitarios. Pero, esta condición no es un impedimento para que allí tenga pasturas consociadas, alfalfa y festuca, que su rebaño consume en forma directa o en rollos, a lo que se le suma el alimento de ordeñe en el tambo y de engorde en la recría.
Sala de ordeñe
A la hora de montar las instalaciones del tambo Maru también dejo su impronta. "Contaba con una tarima de un tambo de cabras que, haciéndole algunas reformas, me fue de gran utilidad para la sala de ordeñe de las ovejas, que consta de 12 bajadas, brete a la par, con comederos individuales".
En cuanto al manejo del rebaño, también Maru fue aplicando modificaciones. "En principio decidimos dejar los corderos un mes al pie de la madre y hacer ?media leche?, pero finalmente optamos por hacer destete precoz". Y explicó por qué: "Nuestro rodeo es de raza Pampinta, desarrollada en INTA Anguil en la década de los ?80, que tiene la particularidad de dar 2 o 3 corderos a la vez y, por lo general, descuidan a alguno, ante lo cual decidimos sacárselos y derivarlos a las guacheras, donde se crían muy bien y, a la vez, logramos con esto un mejor y más rápido desarrollo de las hembras".
Seis meses de lactancia
Con la puesta en práctica del destete precoz en sus ovejas, una técnica que hace años se lleva adelante con éxito en bovinos, Maru logra elevar a seis meses la lactancia de sus ovejas y así aumentar la producción.
"El ordeñe comienza a mediados de septiembre, luego del destete precoz, lo que nos permite obtener de las 400 ovejas en ordeñe, una producción anual de 50.000 litros, aproximadamente".
A diferencia de la leche que se extrae de las tradicionales razas bovinas, Maru nos cuenta que la de oveja tiene una composición especial. "Esta leche tiene7 % de grasa y 5,6% de proteína de tipo A2, lo que la hace mas digestible para aquellos que no pueden consumir la leche común".
Esta cualidad, agrega Maru, "la convierte en una materia prima ideal para la elaboración de quesos duros, quesos blandos tipo Camembert, dulce de leche o helados, enriqueciendo sus consistencias y sabores y, por ende, muy buscados por los chefs más exigentes".
La aceptación en cada uno de estos destinos que tiene la leche producida en su tambo fábrica de ovejas, la llena de satisfacción, pero no conforme con ello Maru va por más. "Hoy por hoy realizamos ventas directas, pero estamos desarrollando nuestra página web y es muy probable que en febrero comencemos a realizar degustaciones en el campo".