Las lluvias traen algo de alivio al agro en el norte bonaerense y sur de Santa Fe. Desde esta madrugada, las tormentas se concentraron en la zona núcleo, dejando importantes milimetrajes que son de suma importancia para los cultivos, principalmente para la soja, que venía resistiendo las altas temperaturas y el estrés hídrico durante todo enero.
Respecto al maíz en esta región, para muchos, este pronunciado alivio llegó bastante tarde, aunque seguramente existen lotes que tendrán la oportunidad de recuperarse, o al menos, salir de la situación estresante en la que se encuentran desde su implantación.
Los primeros datos muestran lluvias dispares en la zona, pero no por ello menos importantes. En Pergamino, durante las primeras horas de la mañana, habían caído 11mm; en Salto, 26mm; en Arroyo Dulce, 22mm; en Colón, 42mm; en Veinticinco de Mayo, 11mm; en Junín, 32, entre los primeros registros a los que pudo acceder La Opinión Campo.
Por su parte, también se registran lluvias en varias localidades del sur de la provincia de Santa Fe, entre ellas, Santa Teresa 15mm, Venado Tuerto 11mm, Hugues 20mm; y en el centro y sur de Córdoba, con la implicancia productiva que esta noticia tiene para el sector agroindustrial.
Un febrero complicado
Si bien estas lluvias son importantes para el sector, las perspectivas, según el Servicio Meteorológico Nacional, no son del todo buenas para el primer cuatrimestre del año. Ya con los cultivos de soja y de maíz en pleno desarrollo, empieza a correr la cuenta regresiva hacia la cosecha y el riesgo de que se profundicen las pérdidas es grande, a medida que las temperaturas mantienen una alta presión sobre los cultivos y las precipitaciones no llegan en los caudales necesarios.
En materia de lluvias, si bien se prevén normales en zonas clave como Córdoba, San Luis, La Pampa, oeste de Buenos Aires y oeste de Santa Fe, se avizoran por debajo de lo normal en el centro y norte bonaerense, este de Santa Fe y Entre Ríos para los próximos dos meses.
Pero lo más complicado viene por el lado del calor: la previsión del SMN es que las temperaturas permanezcan por encima de lo normal hasta el final del verano y el comienzo del otoño.
Esto es un factor clave, porque eleva el estrés de los cultivos y su necesidad de contar con aportes hídricos para desarrollarse de la mejor manera en su período crítico, sobre todo para los planteos de soja de segunda y maíz tardío.