En menos de un día, la reciente instalación de reductores de altura en varios accesos a Pergamino quedó marcada por un hecho de vandalismo. Este martes, la estructura metálica colocada en calle Miguel Cané fue arrancada por completo, según informaron vecinos del lugar, quienes habrían identificado al presunto responsable.
La medida, impulsada por la Secretaría de Desarrollo Urbano del Municipio, tenía como objetivo evitar el ingreso de camiones de gran porte que dañan la carpeta asfáltica y generan molestias en la zona. Este lunes, personal municipal había comenzado a instalar los arcos en puntos clave como Miguel Cané, Mansilla y avenida Pellegrini, recientemente repavimentadas. Sin embargo, los incidentes no tardaron en surgir.
Durante la tarde del lunes, mientras los trabajadores completaban la instalación en Miguel Cané, un conductor desoyó sus indicaciones y avanzó con su vehículo, dañando la cartelería apenas colocada. Este hecho, que ya había generado alarma entre los vecinos, fue solo el inicio. Horas después, un camión provisto de una lanza desmontó por completo la estructura metálica en el sentido sur-norte de esa calle. Según testigos, los datos del vehículo y del conductor habrían sido entregados a las autoridades municipales para la aplicación de sanciones.
"Es una falta de respeto a las obras que se hacen para el cuidado de las calles y el orden del tránsito. Los camiones no pueden circular por estas arterias; esto es algo que los vecinos venían pidiendo hace tiempo", expresó un residente de la zona.
El Municipio también destacó que la instalación de los reductores responde a reclamos recurrentes de los habitantes de Miguel Cané, Mansilla y Pellegrini. Estas calles no están preparadas para soportar el tránsito pesado, lo que provoca deterioros frecuentes en el pavimento y molestias por el ruido constante de los camiones. "La idea es proteger la inversión que se hizo con la repavimentación y mejorar la calidad de vida de quienes viven cerca de estas vías", explicó una fuente municipal.
Las estructuras en Mansilla y Pellegrini también fueron objeto de daños menores, aunque continúan en funcionamiento. Las autoridades están evaluando medidas para reforzar la seguridad de los reductores de altura y evitar futuros actos de vandalismo.
Las autoridades evaluaban la posibilidad de denunciar lo ocurrido para que una investigación judicial y policial determine la presunta responsabilidad penal de una persona como autor intelectual del daño contra la infraestructura pública.
