Los contratistas rurales, conforme lo expresa un interesante informe de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (FACMA), tienen a su cargo la prestación de diversos servicios agrícolas a terceros, tales como los trabajos de siembra, protección de cultivos y la propia cosecha, entre otros.
Estos agentes económicos son actores fundamentales y de gran relevancia para que Argentina haya podido lograr la excelente producción granaría de las últimas décadas.
También son los principales adquirentes de maquinaria e implementos para el agro en nuestro país. Es un sector que demanda equipos de gran flexibilidad y adaptación a las diferentes situaciones que requiere su actividad.
Pero, como otros actores de la economía global, también deben adaptarse a los vaivenes de la coyuntura nacional, aun en ocasiones difíciles como les tocó vivir en tiempos de hiperinflación. Hoy, en ese sentido, el escenario que presenta el país es de estabilidad. Aun así, como sostiene Gustavo Moreno, presidente de la Cámara de Contratistas de la Provincia de Buenos Aires, "si bien estamos mucho mejor porque tenemos más acceso a ciertos insumos como neumáticos, por ejemplo, e incluso a precios más accesibles, se hace difícil cubrir los costos".
Explica que "el precio del combustible, que es nuestro mayor insumo, sube mes a mes y las tarifas que cobramos por nuestros servicios no lo hacen a igual ritmo porque estas se rigen por las leyes del mercado".
En cuanto a la reposición de equipos y maquinaria, reconoce que "está volviendo el crédito", pero advierte que "es una misión de alto riesgo", porque si bien las tasas de interés están bajando, más lo está haciendo la inflación y uno puede quedar pegado a una tasa de interés fija que con el tiempo se vuelve cada vez más difícil sostener, tanto en dólares como en pesos".
Cabe destacar aquí que los contratistas concentran el 60% de la compra de maquinaria agrícola en nuestro país. Y están obligados a no bajar el ritmo porque son sus herramientas de trabajo.
Alta participación
De acuerdo a informes del Ministerio de Agroindustria, los contratistas rurales tienen a su cargo el 90% de la cosecha de los granos que se cultivan en el país, del 70% de su siembra y el 70% de la aplicación de agroquímicos.
Son también los responsables de procesar el 90% de los forrajes conservados y el 100% de las tierras sistematizadas para riego y forestación.
Marcelo Churin lleva muchas campañas cumpliendo su rol de contratista rural en Pergamino y la zona y se siente feliz haciéndolo. Como tal le ha tocado vivir épocas buenas y malas, ya sea por la coyuntura económica o los vaivenes climatológicos. Aun así,no es de bajar los brazos.
"Riesgos sufrimos todos los que estamos en esta actividad, lo importante es saber aprovechar los tiempos buenos para poder dar pelea en los malos", sostiene. Para él, "hoy el principal problema que tiene el sector en general y el contratista en particular es que los precios de la maquinaria están muy elevados al igual que el de los repuestos y otros insumos y esto nos complica mucho".
Para darle sustento a su razonamiento, comenta que "en 2019 una cosechadora valía 350 mil dólares y hoy vale 700 y lo mismo pasa con el tractor, creo que el peor problema que tenemos pasa por ahí". Esta "muy conforme" con la estabilidad inflacionaria que se va logrando", pero esta realidad no condice con los costos que siguen estando altísimos".
De todos modos, coincide en que "estamos en pleno proceso de reacomodamiento de la economía en general y estamos a la expectativa de que los precios se vayan sincerando en este nuevo año para bien de todos".
