La recuperación del precio de la leche, la baja de los costos de la alimentación por la caída de las cotizaciones de los granos y la eliminación de los derechos de exportación, le están dando un respiro a los tamberos después de un largo periodo de baja o nula rentabilidad. Aun así, se requieren políticas estables y de largo plazo para alentar su desarrollo y crecimiento productivo.
"El sector lechero está atravesando dos tipos de situaciones, una climática que viene muy complicada, arrastrando aun secuelas del ante año, y otra marcada por la relación insumos/productos que, por cierto, ha mejorado sustancialmente", sostiene Raúl l Rossi, productor, médico veterinario y asesor de establecimientos lecheros del norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe.
Consultado por el actual escenario que presenta la lechería nacional, Rossi precisa que "se encuentra mucho más favorable que hace dos años, producto de los mejores precios que está teniendo la leche, a raíz de la puja entre las industrias por hacerse de materia prima de calidad". Recuerda al respecto que" la seca golpeo fuerte y a la vez, las reglas de juego macroeconómicas no estaban tan claras como en este año, lo cual dejó a muchos tambos en el camino y a otros muy endeudados, haciendo que cayera bruscamente el volumen de oferta de leche".
Agrega, además, que "si bien las condiciones climáticas han mejorado, aun se hace difícil salir porque estamos teniendo un otoño-invierno de muy bajas temperaturas y escasas precipitaciones, lo cual hizo que la producción de pasto sea mucho menor, con fracasos en implantaciones de verdeos de invierno y pasturas".
En contrapartida, señaló que "los precios de los insumos, fundamentalmente alimentarios, han bajado considerablemente, haciendo que en el balance final los números para el tambero cierren mucho mejor", aunque teme que "esta situación pueda revertirse en la primavera, cuando estacionalmente mejora la producción y las industrias se verán abastecidas". Lamenta también "el menor poder adquisitivo del consumidor, que ha retraído la demanda de productos lácteos en el mercado interno" Aun así, no pierde la esperanza que "la eliminación de los derechos de exportación favorezca la competitividad de nuestro país en el mercado externo y que esto permita mantener este escenario favorable que presenta hoy el tambo".
Cambio radical
Muy similar es el panorama que nos traza Eduardo Cogo, productor, médico veterinario y también asesor de establecimientos lecheros de la región. "El sector lácteo cambió radicalmente a partir de diciembre, con los tipos de cambio casi unificados y los precios de los insumos deprimidos".
Apunta también que "también ayuda a esta bonanza, indudablemente, la baja de producción que hubo entre un año y otro, a causa precisamente de la coyuntura económica que teníamos, a lo cual se sumó también el factor climático".
No obstante, advirtió que "hoy estamos con un alerta por la baja del consumo interno, no sabemos qué va a pasar en la primavera si la industria llega estar sobre abastecida y no aumentan los saldos exportables".
Pero, volviendo al presente reafirma que "estamos como en un `veranito` respecto a los precios que esté recibiendo el productor, frente al valor de los insumos". En tal sentido, explica que "hace un año atrás con un litro de leche compraba medio kilo de espeller de soja, la fuente mas importante en la dieta del rodeo, mientras que hoy puede comprar un kilo y medio; y lo mismo pasa cuando nos referimos al aporte energético, también sumamente importante en la dieta; hoy con un litro de leche el productor compra dos o dos kilos y medio de maíz, mientras que antes con un litro de leche compraba solo un kilo, lo cual ha mejorado mucho la relación grano-leche".
Apuntando al mercado externo, Cogo considera que "la eliminación de los DEX, sin duda, es una medida que favorece", pero subraya que "para mejorar la lechería nacional se necesita un plan integral" y cierra el concepto afirmando que "un tambo no es un proyecto de un año para el otro como puede ser la agricultura, sino que como mínimo demanda cinco años y requiere de medidas claras y de largo plazo para que el productor pueda desarrollarlo y aumentar año a año su producción y, a la vez, las empresas exportadoras puedan abrir mercados nuevos y sostenerlos en el tiempo, asegurando el ingreso de divisas genuinas que tanto necesitamos"