El pasado lunes, el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Pergamino emitió el veredicto condenatorio a reclusión perpetua para José Aita Valiente y Marcelo Damián Barrionuevo, hallados penalmente responsables del delito de homicidio criminis causa en el marco del juicio por el crimen de Fernando Liguori, ocurrido el 31 de marzo de 2022. Este fallo pone fin a un proceso judicial intenso y emotivo, que ha dejado profundas reflexiones tanto en la Fiscalía como en los familiares de la víctima.
Valoración de la Fiscalía
El fiscal Horacio Oldani, quien lideró la acusación, expresó su conformidad con el veredicto, destacando la importancia de haber alcanzado la máxima pena para los imputados. "La visión de la Fiscalía es, por supuesto, de acompañar el fallo. Creemos que está bien fundado y que hace justicia de acuerdo a las circunstancias en que ocurrieron los sucesos", afirmó Oldani en declaraciones tras el fallo.
Aunque el fiscal manifestó su desacuerdo con un cambio de calificación realizado por el Tribunal, señaló que no presentarán un recurso ya que se alcanzó la condena máxima. "Hubo un cambio de calificación que no comparto, pero al ser un veredicto condenatorio con la máxima pena, tampoco será objeto de recurso por parte de la Fiscalía", explicó.
En este sentido, la Fiscalía propuso que sean condenados a prisión perpetua por los delitos de homicidio criminis causa y por alevosía. Este último agravante no fue abordado por los jueces en el veredicto; pero si consideraron configurado el criminis causa con un extenso fundamento de los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal.
Oldani resaltó el trabajo minucioso realizado durante la instrucción del caso, señalando que los juicios se ganan en esa etapa crítica. "El equipo al que tuve el honor de comandar hizo un trabajo loable en cuanto a probar tanto la materialidad del ilícito como la autoría y la calificación legal", comentó el fiscal, quien también reconoció el esfuerzo y la dedicación del personal de la Fiscalía y de las fuerzas policiales involucradas.
El fiscal resaltó las figuras del secretario de la UFI Nº 1, Fernando Pertierra; la instructora judicial María Eugenia Tocalini y los demás funcionarios y agentes judiciales que conforman el espacio de trabajo.
Reflexiones de la familia
Pablo Liguori, hermano de la víctima, compartió sus sentimientos tras conocer el veredicto. "Este fallo nos da un poco de paz y calma, que era lo que nos hacía falta. Creo que a todos, todas las mañanas nos levantábamos con angustia, y el primer suspiro era angustia siempre", expresó conmovido.
Pablo recordó con tristeza los primeros momentos tras el crimen, cuando todo parecía perdido. "El día que pasó esto, la primera impresión mía fue que se había terminado todo, se nos terminaba la vida", comentó. Sin embargo, a medida que avanzó la investigación y se llegó al juicio, comenzó a sentir que la justicia podría traer algo de alivio a su familia. "A partir del fallo, pude respirar profundo y tranquilo. No resuelve nada, pero estamos en un periodo de reconstrucción", añadió.
Agradecido por el apoyo recibido, Pablo enfatizó la importancia de la solidaridad y la buena energía que sintieron de parte de la comunidad. "Gracias a Dios y a la buena energía de la gente, creo que todo lo malo para nosotros ya pasó, y a partir de ahora van a venir cosas buenas", expresó con esperanza.
Esfuerzo conjunto
María Eugenia Tocalini, miembro del equipo de la Fiscalía, también compartió sus reflexiones sobre el proceso. "Lo más positivo fue el gran trabajo que hizo la Fiscalía, fueron muchos días de trabajo y esfuerzo. Al principio parecía que nada iba a resultar, pero todos trabajamos en equipo, muy bien conducidos por Horacio (Oldani)", destacó.
Tocalini subrayó el trabajo coordinado entre la Fiscalía y las fuerzas policiales, que permitió la detención de los responsables en pocas horas tras el crimen. "Se trabajó codo a codo, sin diferencias, todos con mucho esfuerzo y dedicación", comentó.
Además, Tocalini destacó el papel de la familia Liguori en el proceso, especialmente la fortaleza mostrada por Carolina Piperno, la viuda de Fernando, quien testificó durante el juicio. "Habíamos hablado mucho tiempo con Carolina antes para que comparezca a contar lo ocurrido, porque era fundamental que declarara. Lo hizo muy bien, logró expresar lo que vivió y lo que siente actualmente", recordó.
Proceso doloroso y justo
La sentencia de reclusión perpetua, aunque no puede aliviar el dolor de la pérdida, ha sido vista por la familia y la Fiscalía como un acto de justicia que les permite empezar a sanar. "Este es el momento de tratar de dar vuelta la página, no de olvidar, porque eso es imposible, pero de empezar de vuelta, de cero, con el dolor que siempre van a tener, pero cada día un poquito mejor", reflexionó Tocalini.
El fiscal Oldani también espera que la familia Liguori pueda encontrar algo de paz tras el fallo. "Espero que a partir de ahora puedan encontrar un poco de paz y reconducir sus sentimientos hacia otro lugar. Ellos estaban muy empeñados en que la muerte no quede impune, y se ha hecho justicia", concluyó.
Camino hacia la paz
Para la familia Liguori, la vida sin Fernando nunca será la misma, pero confían en que el futuro les traerá momentos de felicidad y paz. "Siempre digo que lo malo para nosotros ya pasó, y a partir de ahora van a venir todo lo bueno", expresó Pablo Liguori, mostrando su determinación de reconstruir su vida y la de su familia tras la tragedia.
Con la sentencia en firme, tanto la Fiscalía como la familia Liguori miran hacia adelante, con la esperanza de que el dolor que han soportado pueda transformarse en fuerza para seguir adelante. La justicia ha hablado, y aunque nada puede devolverles a Fernando, el veredicto ofrece un cierre necesario para comenzar a sanar.
Desafío cumplido
El caso de Fernando Liguori ha sido un recordatorio doloroso de la fragilidad de la vida y de la importancia de la justicia en la reconstrucción del tejido social tras un acto violento. Tanto la Fiscalía como la familia han demostrado que, aunque el camino hacia la justicia es arduo y lleno de desafíos, es esencial para restaurar el sentido de seguridad y esperanza en una comunidad. El veredicto de reclusión perpetua para los culpables es un paso en esa dirección, y aunque el dolor permanece, también lo hace la convicción de que se ha hecho justicia.
Fallo unánime
Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1, Guillermo Burrone, Carlos Picco y Alejandro Salguero en fallo unánime condenaron a reclusión perpetua a Aita y Barrionuevo con la sólida prueba presentada durante las cuatro audiencias de debate oral en el fuero penal pergaminense.