El Gobierno finalmente eliminará el Fondo Fiduciario del Trigo y es un tema que generó expectativas en los panaderos de Pergamino. "Este programa llevaba dilapidados 69 mil millones de pesos", publicó el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su cuenta de X.
Cabe recordar que este programa, instaurado en 2022 por el entonces presidente Alberto Fernández, tenía como propósito estabilizar los precios del pan y productos derivados del trigo. Y aunque no lo mencionó de manera directa, Adorni con su mensaje dejó entrever la eliminación del Fideicomiso a través de un comunicado en sus redes sociales que alertó a la industria panaderil por el impacto que provocaría en los precios de las materias primas que se utilizan en la elaboración de los productos.
"Habíamos anunciado el deseo de terminar con cada uno de los Fondos Fiduciarios que dependen del dinero del Estado Nacional", señaló el funcionario, añadiendo que la próxima semana podría formalizarse la eliminación del primero de ellos, que habría gastado sin sentido 69.000 millones de pesos.
De acuerdo a datos proporcionados por el sector, este Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (Feta), estaría sujeto a la medida y se espera que se anuncie un decreto que ratifique su eliminación, lo que podría acarrear hasta 15.000 bajas en la administración estatal.
Este sistema se estableció oportunamente con el fin de subsidiar a molinos y empresas relacionadas con el trigo para estabilizar los valores de los productos derivados de este grano. Sin embargo, su efectividad y el manejo de sus fondos han sido cuestionados, lo que ha generado críticas y debate en el ámbito político y económico.
Los precios de la harina
La harina, producto indispensable que forma parte de la canasta básica, viene teniendo aumentos importantes y uno de los últimos fue del 35,2% que se registró durante el primer bimestre del año, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
Según los informes, en cuestión de un año, la categoría pan y cereales, adonde se encuentra la harina de trigo, aumentó su precio un 325% en Buenos Aires, 322% en el área pampeana, 321% en el noreste, 338% noroeste, 306% en la zona de Cuyo y 343% en la Patagonia.
El impacto en el pan
En medio de la compleja situación económica del país, los precios de los productos básicos se convierten en un tema que afecta directamente el bolsillo de la sociedad. La inflación se siente en todas las actividades productivas, reflejándose en aumentos que recaen sobre el consumidor.
El precio del pan no escapa a esta realidad y su costo experimenta variaciones constantes, situación que no pueden hacer frente panaderos de Pergamino porque ellos ya reciben las materias primas con elevados valores, incluso en la mayoría de los casos es prácticamente imposible para los industriales locales acceder a la harina subsidiada por el Gobierno.
Es por esto que los referentes del sector vienen expresando su preocupación, señalando que la inflación afecta directamente a las panaderías, provocando un aumento en el precio de los insumos mes a mes. Además, destacaron ante la consulta que hizo LA OPINION que los incrementos suelen ir acompañados de descensos en las ventas, agravando la situación económica del sector. Esta coyuntura inflacionaria, sumada al aumento en materias primas, servicios, combustibles y acuerdos salariales, configura un escenario desafiante para las panaderías, que buscan equilibrar sus costos sin afectar significativamente a sus clientes.
Aumentos inevitables
"Nos vemos obligados a trasladar la suba de costos que estamos teniendo. Por una parte, el encarecimiento de los servicios, y de la harina, que aumentó mucho. También se incrementaron los aditivos, las grasas, las margarinas, y el salario de los empleados", se reconoció en la industria de los panificados.
Según los elaboradores locales, "el problema no es el aumento del pan, sino el hecho de que, debido a la inflación, el dinero alcanza cada vez menos". De todos modos, manifestaron que "en el último año el pan acumula subas importantes, frente a una inflación que está yendo por el mismo camino".
Esa situación llevó a que las panaderías estuvieran vendiendo entre un 30 y un 35 por ciento menos que el año pasado. "La caída en las ventas se observa particularmente en las especialidades, que son los productos más caros, pero también se vende menos pan o directamente lo justo para cada día", señalaron desde otros de los puntos de venta que solo se dedica a la fabricación para reventa.