El sistema universitario argentino está atravesando un momento sumamente complejo debido a algunas variables como la falta de financiamiento y la inexistencia de un presupuesto que aporte previsibilidad y permita el normal funcionamiento de las actividades de educación superior que implican no solo el dictado de clases, sino el desarrollo de la investigación y la extensión. A menudo algunas problemáticas nacionales quedan por fuera de la agenda local o son observadas como algo lejano. Sin embargo, desde hace veinte años, y a partir de la creación de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (Unnoba), todo lo que incumba a las universidades tiene un impacto directo en la vida de la comunidad.
En este contexto, esta semana el conjunto de las instituciones, fuerzas vivas, empresas, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil fueron convocadas por las autoridades de la Universidad para dialogar sobre la coyuntura y advertir sobre las dificultades que acarrea en el desarrollo de las actividades universitarias el hecho de carecer de un presupuesto aprobado que dote de previsibilidad al sistema universitario y asegure la continuidad de las actividades en todas sus dimensiones.
En un encuentro encabezado por el rector de la Unnoba, Guillermo Tamarit, se describió un contexto signado por la incertidumbre y se puso el acento en la necesidad de insistir en la aprobación del presupuesto 2024 y, de este modo, resolver la anomalía que genera para las casas de estudio no solo tener que afrontar sus gastos de funcionamiento con un presupuesto prorrogado del año anterior- que no ha tenido siquiera una actualización que atienda la variable inflacionaria-, sino estar sometidos a la discrecionalidad en la asignación de partidas por parte del Poder Ejecutivo.
"De ninguna manera la universidad está reclamando un privilegio en un momento en el que el conjunto de la sociedad está haciendo un enorme esfuerzo", planteó el rector de la Unnoba en su exposición ante las instituciones locales y remarcó: "Solo entendimos que era necesario describir ante ustedes el cuadro de situación porque es nuestra responsabilidad, atendiendo a que administramos fondos que le pertenecen a la gente que financia el sistema universitario con sus impuestos".
En la reunión se planteó que actualmente las universidades están funcionando con el mismo presupuesto del año pasado, es decir que es un presupuesto reconducido, con el agravante de que las transferencias que han recibido son las equivalentes a las de enero de 2023, y no a las de diciembre de ese año- excepto en el componente de salarios que envían las transferencias con la actualización correspondiente en el marco de la paritaria nacional-.
A juicio de las autoridades universitarias este panorama condiciona fuertemente el funcionamiento del sistema porque no se han contemplado los incrementos de los gastos de funcionamiento, que importan el pago de servicios, seguros de los estudiantes y todo lo que hace al normal funcionamiento de una institución.
De acuerdo a lo que se planteó, de persistir esta situación, la actividad del sistema se verá seriamente condicionada porque "hacer universidad es algo más que mantener abiertos los edificios".
"Con estas consideraciones, no hay una intención de generar alarma, pero tenemos la obligación de presentarles cuál es la situación donde la universidad lo que va perdiendo es futuro", insistió el rector de la Unnoba.
De lo general a lo particular
Tras describir el panorama general de las universidades, las consideraciones se centraron en la situación particular de la Unnoba y en relación a ello Tamarit recalcó: "Esta universidad tiene un tamaño muy razonable a su presupuesto y una administración que también hace posible la toma de decisiones para atender a esta coyuntura que requiere de mucha austeridad".
"En la Unnoba las clases comenzaron, la inscripción 2024 fue una de la que mayor interés concitó por parte de quienes nos eligieron para comenzar sus estudios universitarios, pero de persistir esta incertidumbre en términos presupuestarios, lo que iremos perdiendo es previsibilidad y, por consiguiente, futuro".
Las autoridades de la Unnoba ratificaron su vocación de "mantener la universidad abierta a como dé lugar", aunque remarcaron que "no es posible hacer universidad de cualquier manera".
En este punto, pusieron énfasis en la calidad como atributo indispensable de la educación y enfatizaron que, en el caso de las universidades, lo determinante que se lleva un graduado es el prestigio de la institución en la que se formó. "En nuestro caso, y en veinte años de historia institucional, hemos dado sobradas muestras de la calidad de la formación que ofrecemos y de la pertinencia de nuestra oferta académica. Más del 90 por ciento de nuestros graduados trabaja de aquello que ha estudiado, muchos de ellos consolidan sus carreras en el ámbito de la investigación y le devuelven a la sociedad lo que han recibido de ella tras su paso por la universidad pública".
"Eso es lo que tenemos que preservar y lo que debemos defender porque precisamente eso es lo que se pone en juego cuando se deterioran las condiciones de funcionamiento del proceso educativo", recalcó el rector de la Unnoba.
Un pedido colectivo
Tras escuchar la exposición de Guillermo Tamarit, fue la diputada nacional mandato cumplido Rosa Tulio quien planteó la posibilidad de acercar al Congreso de la Nación un documento firmado por el conjunto de las instituciones locales y regionales planteando la preocupación por el estado de situación actual de las universidades y solicitando que se de tratamiento al presupuesto 2024.
La propuesta planteada fue el puntapié inicial para el desarrollo de un espacio de intercambio de ideas en el que se abordaron muchos de los tópicos que forman parte del debate actual en materia de educación superior. El diálogo contó con el aporte de los referentes de varias de las instituciones presentes, como así también de empresarios y representantes del Poder Legislativo provincial y local y de funcionarios de distintos estamentos presentes.
Los participantes acordaron elaborar un documento para presentar ante el Congreso de la Nación y de este modo contribuir desde la sociedad civil en las gestiones que se están llevando adelante para resolver la problemática del financiamiento de las universidades y dotar nuevamente de previsibilidad al sistema.
