Argentina atraviesa el peor brote de dengue de su historia y, técnicamente, autoridades tanto nacionales como provinciales ya hablan de epidemia. En el caso de Pergamino, aunque la situación dista del volumen de casos que se están registrando en otros lugares, ya se está en presencia de un brote de dengue y también de uno de Fiebre Chikungunya, éste último por el momento circunscripto al barrio Belgrano.
Para conocer cuál es el panorama actual en relación a esta situación epidemiológica, LA OPINION tomó contacto con María Martha Perretta, secretaria de Salud del Municipio, quien confirmó que a la fecha "hay confirmados 16 casos de dengue, 14 importados y dos en estudio de nexo epidemiológico además de seis casos de Fiebre Chikungunya y tres de Encefalitis Equina del Oeste".
"En relación al dengue, mayoritariamente son casos importados, es decir que las personas que contrajeron el virus tienen antecedente de viaje a distintas provincias, fundamentalmente del norte y del litoral del país, donde hay circulación activa del virus del dengue", precisó e insistió en que hay dos casos en los cuales aún no se ha podido establecer el nexo epidemiológico, situación que abre un interrogante en relación a si se trata o no de casos autóctonos.
"En todos los casos, ante la notificación se tomaron las medidas sanitarias correspondientes y se efectuó un seguimiento minucioso del estado clínico de los pacientes, al tiempo que se realizó el relevamiento a contactos cercanos en la búsqueda de febriles", detalló.
En relación a la Fiebre Chikungunya, la secretaria de Salud del Municipio confirmó que "hay un brote instalado en el barrio Belgrano".
"Este brote se produjo a partir de un primer caso detectado en una paciente con antecedente de viaje a la provincia de Chaco, que consultó en esa provincia por un cuadro febril inespecífico, allí resultó diagnosticada como un caso de dengue, sin que se realizaran estudios específicos, solo por la sospecha clínica", relató la titular de la cartera sanitaria local. Y prosiguió: "A partir de ese caso comenzaron a darse otros y el antecedente de esta paciente de padecer fuertes dolores articulares, nos hizo sospechar de Fiebre Chikungunya. Se pidieron los análisis correspondientes y confirmamos la presencia de este brote que por el momento está circunscripto a este sector de la ciudad".
"Es decir que encontramos nuestro primer caso que fue importado y a partir de él comenzaron a reportarse casos secundarios, autóctonos, lo que motivó que se reforzaran las medidas sanitarias en la zona para evitar la propagación de la enfermedad", agregó. E insistió: "Como la persona presentó síntomas fuera de la ciudad y no consultó en el sistema de salud local, la situación no pudo ser detectada antes. Evidentemente la paciente cursando la viremia fue picada por un mosquito que a su vez picó a otras personas y comenzó la transmisión a nivel local del brote de Chikungunya que estamos experimentando".
La secretaria de Salud manifestó que, en virtud del antecedente del brote del año pasado, es una situación que merece la máxima atención desde el punto de vista sanitario, atendiendo a que "los brotes de estas enfermedades por las características que tienen son difíciles de controlar".
"El año pasado nos resultó muy dificultoso erradicar el brote, a pesar de que estaba focalizado en la zona céntrica", reconoció y refirió que el brote actual tiene la complejidad adicional de estar ubicado en una zona donde por las características de las actividades que realiza la población es habitual que existan cacharros y elementos donde puede acumularse agua y propiciar el desarrollo de criaderos de mosquitos.
"Estamos muy alertas y trabajando en terreno para tratar de frenar el brote", recalcó, recordando que tanto dengue como Chikungunya son enfermedades difíciles de erradicar que generalmente aparecen por ciclos: "El vector que las transmite es el mosquito y en las épocas en que la población de mosquitos se incrementa por factores estacionales, pueden darse situaciones epidemiológicas como las que estamos atravesando".
"En invierno no vemos casos, o vemos muy pocos, pero cuando llegan temporadas de calor, lluvia y humedad, esos factores ambientales influyen negativamente, crece la población de mosquitos y se incrementa el riesgo de que se produzcan casos tanto importados como autóctonos", abundó, señalando que aunque no con la misma densidad, Pergamino no está exenta de la situación nacional y provincial donde las autoridades sanitarias ya están hablando de epidemia, lo que significa que "los casos están instalados".
La importancia de diferenciar ambas enfermedades
Consultada sobre las diferencias que existen entre ambas enfermedades y la importancia de alcanzar un diagnóstico preciso, María Martha Perretta, que además es infectóloga, precisó que tanto dengue como Chikungunya son enfermedades virales que se estudian dentro de lo que se conoce como Síndrome Febril Inespecífico. Ambas son transmitidas por un mismo vector, que es el mosquito Aedes Aegypti, y debe sospecharse de ellas en el contexto actual ante la aparición de cualquier cuadro febril sin compromiso respiratorio.
"La sospecha uno la tiene que tener y abrir un abanico de diagnósticos diferenciales", marcó. Y resaltó la importancia del diagnóstico preciso considerando las eventuales complicaciones que puede generar fundamentalmente el dengue, que puede progresar hacia cuadros más graves de enfermedad.
"El dengue puede dar un cuadro con compromiso sistémico, con riesgo de hemorragias y desembocar en un cuadro clínico grave, sobre todo en personas que puedan estar cursando un segundo episodio. Esto se da por una reacción del sistema inmune que formó respuestas para defenderse ante el primer caso y responde exageradamente ante la presencia de otro serotipo del virus", explicó.
"En el caso de la Fiebre Chikungunya, si bien habitualmente la enfermedad no reviste tanta gravedad como el dengue, tiene la particularidad de ser incapacitante y dejar la secuela de artralgia-dolor articular- durante largos periodos de tiempo. Esto la transforma en una enfermedad subaguda o crónica y hay personas que pueden seguir padeciendo los síntomas de dolores articulares y de compromiso articular incluso por más de un año", añadió.
"En cualquier caso, es sumamente importante poder hacer el diagnóstico diferencial, brindarle el tratamiento de sostén al paciente, atender posibles complicaciones y tomar las medidas sanitarias correspondientes ante la notificación que es obligatoria", planteó.
Qué se tiene en cuenta para el diagnóstico
Consultada sobre las variables que se tienen en cuenta para la sospecha, la titular de la cartera de Salud indicó que el cuadro clínico, el nexo epidemiológico y el contexto general activan la sospecha. "Cuando el paciente consulta en cualquier efector del sistema de salud, se completa una ficha epidemiológica y marca una serie de enfermedades que pueden ser compatibles con ese cuadro clínico. Es el médico tratante el que marca el dato de lo que está sospechando, ante un síndrome febril inespecífico habitualmente se estudia dengue, Chikungunya y Zika, aunque también se pide el diagnóstico diferencial de otras enfermedades".
En este punto recalcó que "si se tiene la posibilidad de contar con un análisis de laboratorio en el que aparecen glóbulos blancos y plaquetas bajas, hay que sospechar también de Fiebre Hemorrágica Argentina porque estamos en una zona endémica".
"Siempre hay un abanico de sospechas para el diagnóstico diferencial, y lo que uno trata cuando envía la muestra a la Región Sanitaria IV para su derivación al Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas "Doctor Julio Maiztegui" es que no queden sin estudiar ninguna de las enfermedades que pueden ser las causantes del cuadro clínico del paciente".
