Las campañas y publicidades electorales de Sergio Massa de Unión por la Patria, y Javier Milei de La Libertad Avanza, concluyeron ayer a las 8:00, a 48 horas del inicio del balotaje que se desarrollará en todo el país.
La veda electoral contempla la prohibición de realizar actos públicos, proselitismo, publicar y difundir encuestas y sondeos preelectorales, según establece la legislación.
El Código Electoral indica que el día del balotaje está prohibido publicar y difundir encuestas y proyecciones sobre el resultado de las elecciones entre las 8:00 y las 21:00, es decir durante la realización de los comicios y hasta tres horas después de su cierre.
El artículo 71 del Código Electoral ordena que la veda electoral "debe comenzar a regir 48 horas antes de la apertura de los comicios y finalizará tres horas después de terminar la jornada electoral".
"Quiénes no cumplan con la veda se ven expuestas a posibles denuncias o sanciones, siempre y cuando se compruebe la violación del Código Electoral", sostiene la normativa.
Entre las actividades abarcadas por la veda se encuentra la prohibición de realizar actos de campañas por parte de los candidatos presidenciales.
También está prohibida la venta de bebidas alcohólicas a partir de las 20:00 del sábado y hasta las 21:00 del domingo.
Según lo establece el artículo 140, la pena prevista para quien "con engaños indujere a otro a sufragar en determinada forma o a abstenerse de hacerlo" va desde los dos meses a los dos años de cárcel, mientras que a quien "utilizare medios tendientes a violar el secreto del sufragio tendrá hasta tres años de presión".
Por su parte, a los ciudadanos se les podrá cobrar una multa comprendida de entre 10 mil pesos y 100 mil pesos si no respetan los límites de emisión y publicación de avisos publicitarios en los medios de comunicación.
La misma sanción será aplicada a aquellas personas que realicen actos de campaña fuera del plazo establecido para ese fin.
En tanto, si los candidatos no cumplen con la veda podrán perder el derecho a recibir contribuciones, subsidios y recursos de financiamiento público anual por un plazo que oscila entre uno y cuatro años.
También dejarán de percibir, según la norma, fondos para el financiamiento de una o dos elecciones.
Operativo de seguridad
El Comando General Electoral (CGE) desplegará unos 86 mil efectivos de las Fuerzas Armadas y de fuerzas nacionales y provinciales para garantizar el normal desarrollo de los comicios durante el ballotage de este domingo.
El CGE estará a cargo del despliegue de unidades y recursos logísticos para asegurar la custodia en los lugares destinados a cumplir funciones en las elecciones que definirán el próximo presidente de la Nación.
El comandante general electoral designado, general de brigada Jorge Fabián Berredo, estará a cargo del personal del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea que forman parte del operativo, junto a efectivos de la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval, la Policía Federal, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y las policías provinciales.
Berredo señaló que "en estos 40 años de democracia" se desarrollaron "26 operativos" por lo que el proceso es "cada vez más eficiente". "Tanto las fuerzas armadas como las fuerzas de seguridad trabajan con un profesionalismo muy importante", dijo.
A los efectivos uniformados se suman 4.500 vehículos terrestres, un avión "Hércules" C-130, 14 helicópteros, cuatro embarcaciones y alrededor de 90 mulas para transportar las urnas en las regiones montañosas del país, que conforman la estructura para la custodia y vigilancia de la elección.
El operativo cubrirá los 16.888 locales de votación, donde estarán habilitadas 106.160 mesas de votación. La complejidad de la operación radica en su naturaleza descentralizada y simultánea a lo largo y ancho del país, informaron desde el Gobierno en un comunicado.
El CGE conduce y ejecuta a través de 24 distritos electorales la custodia y seguridad del acto electoral, abarcando lugares de acopio de material, la vigilancia de los locales donde funcionarán las mesas receptoras de votos, la custodia de las urnas y la documentación durante su transporte en los vehículos del Correo Argentino, como así también los lugares de recuento provisorio y escrutinio definitivo.
Esta operación como tal es un verdadero desafío que demanda un trabajo integrado junto con la Cámara Nacional Electoral, la Dirección General Electoral y el Correo Argentino.