En los últimos días la agresión sufrida por una médica pediatra del Hospital Sor María Ludovica de La Plata volvió a poner en el primer lugar de la agenda pública la preocupación que genera las situaciones de violencia que sufren los profesionales de la salud en el contexto de ejercicio de su trabajo. El fenómeno no es novedoso y alerta por sus implicancias. Un estudio recientemente realizado por la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires (Femeba) señala que casi el 40 por ciento de los médicos tanto de instituciones públicas como privadas sufrió algún episodio de violencia, ya sea verbal, física o a través de las redes sociales.
La encuesta, que es la cuarta de una serie que se lleva adelante desde el Programa de Prevención de la Violencia hacia los Médicos que tiene Femeba, identifica la incidencia de la violencia laboral hacia las médicas y médicos de la provincia de Buenos Aires, y arroja algunos datos elocuentes que ponen de manifiesto la magnitud del problema: el porcentaje de incidencia de los episodios de violencia se ha mantenido a lo largo de cada edición de la encuesta y confirma que el 40 por ciento de los profesionales encuestados refiere el haber vivenciado al menos un episodio violento en el último año. El estudio señala que la demora en el tiempo de atención resultó ser el desencadenante más frecuente de las agresiones y confirma que por cada episodio de violencia hacia el médico en el ámbito privado, hubo tres en el ámbito público.
Para indagar en esta cuestión y desagregar alguna precisión más respecto de los resultados de esta encuesta que es representativa de lo que sucede en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, Salud de Hoy tomó contacto con el doctor Norberto Hernández, secretario de Actividades Científicas de la mesa ejecutiva de Femeba, quien precisó que "esta es la cuarta serie de una encuesta que lleva adelante la Federación desde su equipo de prevención de la violencia en el ámbito de la salud y los resultados muestran que el 40 por ciento de los médicos consultados han sufrido algún episodio de violencia en el contexto de su trabajo".
El profesional aclaró que el estudio abarcó la consulta tanto a médicas y médicos del sector público como privado y comentó que "del porcentaje de médicos que han sido agredidos se desagrega que por cada un médico agredido en el ámbito privado, hubo tres agresiones sufridas por profesionales que se desempeñan en el ámbito público".
En relación a los motivos desencadenantes de los hechos de violencia, Hernández aclaró que "este es un fenómeno multicausal", sin embargo, puntualizó que lo que permitió la encuesta fue poder precisar estadísticamente que el tiempo de espera ya sea en una guardia o en un consultorio opera como un disparador de los episodios de violencia.
"También se ha desprendido de la encuesta que la violencia tiene también un componente de género. Por cada médico varón agredido hay dos médicas mujeres agredidas", detalló. Y agregó: "Asimismo, el estudio arrojó que es más frecuente la violencia verbal que la física y que esta última tuvo un cinco por ciento de incidencia".
Un dato que preocupa es lo que las y los profesionales médicos refieren de estas situaciones. Un alto porcentaje refiere estar estresado y muchos señalan haber perdido el entusiasmo por la profesión.
Al momento de reflexionar sobre el carácter multicausal de esta problemática que se acrecienta, el integrante de la mesa ejecutiva de Femeba consideró que "las condiciones de trabajo influyen" y comentó que existe una percepción entre los médicos de que el ámbito de desempeño de su labor "dejó de ser seguro".
Atendiendo a que la Federación Médica está presente en 121 de los 135 municipios de la Provincia de Buenos Aires, el muestreo realizado resulta representativo y aporta un panorama de una realidad que exige que se instrumenten medidas urgentes. Respecto de ello, Hernández mencionó que se han hecho algunas gestiones ante el Ministerio de Salud, que tiene un observatorio de violencia. "Pero fundamentalmente nos interesa trabajar en la prevención y en el acompañamiento a los profesionales", remarcó. En este sentido recordó que la entidad cuenta con un equipo integrado por una abogada para asesorar legalmente a las y los médicos que sufren algún tipo de agresión; y por psicólogos que brindan asistencia.
"De la mano de ello, y enfocados en la prevención, desde Femeba realizamos capacitaciones, podemos concurrir a los establecimientos que lo requieran para capacitar y sugerir alguna reorganización del recurso humano", mencionó. Y puntualizó que "el hecho de que las instituciones cuenten con un 'triage', que permite asistir en primera instancia al paciente orientándolo, disminuye la ansiedad que trae el paciente que llega con alguna dolencia y esto impacta con la reducción de los episodios de violencia". De esta manera, con el sistema de triage, diferenciado por colores, está planteada la atención en la Guardia de adultos del Hospital San José.
"Pequeñas modificaciones en los dispositivos de atención, acompañados de una mayor conciencia respecto de la importancia de resguardar al profesional médico en el ejercicio de su función, influyen positivamente y ayudan a disuadir posibles hechos de violencia, pero se requiere del acompañamiento del conjunto del sistema", remarcó.
En esta línea consideró que el estado de situación actual de las instituciones de salud muchas veces no colabora porque "hay problemas de infraestructura y déficit que impactan sobre la calidad de atención en un contexto de alta demanda".
"Siempre que la situación socioeconómica del país se va tornando más difícil, la demanda en los hospitales públicos crece exponencialmente y a esto se le agrega una crisis de ciertas especialidades básicas como la clínica médica, la pediatría", describió, planteando la necesidad de que se articulen acciones para prevenir los episodios de violencia.
La importancia de denunciar
Norberto Hernández remarcó la importancia de que los profesionales médicos que sufren algún tipo de agresión, ya sea verbal o física, reporten el episodio a la entidad y lo denuncien, ya que esa información sirve para llevar adelante una serie de acciones de acompañamiento y prevención.
En relación a la conducta de los profesionales respecto de la disposición a haber las denuncias correspondientes, reconoció que "el médico en cierta forma descree de lo que la Justicia pueda hacer con una persona que lo agrede y en algunas ocasiones se muestra reticente a denunciar".
"A la par de ello, lamentablemente hay formas de agresión como la verbal que por su frecuencia se naturalizan y terminan asumiéndose como parte del trabajo, algo que no debiera ser así. Nosotros desde Femeba insistimos y les pedimos a las y los profesionales que reporten los episodios de violencia, que sepan que tenemos formas de asistirlos y que esa información resulta valiosa para poner en marcha acciones de prevención", abundó y recordó que la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires tiene en su página Web canales a través de los cuales los profesionales pueden reportar un hecho de violencia.