El Grupo de Teatro La Barraca se despide este fin de semana en Espacio GAE con la obra "La Nona (que todo lo devora)", un clásico del teatro nacional de Roberto "Tito" Cossa, con adaptación y dirección de Vicky Lofiego.
Las últimas dos funciones serán esta noche a las 21:00 y mañana a las 19:30. Las entradas por anticipado tendrán un descuento importante y son numeradas. Los horarios de boletería son lunes, miércoles, jueves y viernes, de 18:00 a 20:00 (teléfono para consultas 2477 508104).
El elenco está integrado por "Lalo" Bonacalza, "Ruly" Defrancesco, Jorge Sharry, Laura Fontana, "Beba" Bienzobás, Andrea Luna y Walter Sacchero.
Titulado "Entre lágrimas y flores", Claudia Draghi, Profesora de Lengua, Literatura y Latín, escribió el siguiente comentario sobre la puesta local.
"Así como un equilibrista camina sobre la cuerda con máximos cuidados, para no caer de un lado o del otro; así, con ese sigiloso cuidado, los actores y las actrices interpretan a sus personajes, sin desbordes ni desánimos para no caer en la lágrima fácil ni en vacía carcajada (peligro latente cuando la puesta es un grotesco).
"Por eso es doblemente difícil, por eso es doblemente sensible. Los vemos moverse con soltura en la incomodidad de ese traje hecho a medida de cada uno, y necesario para el efecto de la obra, cómodos pero sin exabruptos -excepto los que el texto pide -.
"Hacen sentir, y no es poco, al auditorio, la angustia extrema de la miseria y la disolución familiar y moral, la decadencia espiritual de una existencia sin horizontes.
"La figura de La Nona, ese ser que puede enternecer y provocar, a la vez, las emociones más feroces se destaca justamente porque, por vieja que no sabe lo que hace o por vieja devoradora nomás, consume a su propia familia, como podría devorar a una generación, a una sociedad, a un país.
"Gran puesta del grupo 'La Barraca', arriesgada, fuerte, conscientes de que protagonizan una de las piezas más fuertes del teatro reflexivo.
"Excelente adaptación de Vicky Lofiego, a quien no se le escapó nada, ni el sentido, ni la polémica, ni el juego de hostilidades y, con su dirección realzó la esencia de la obra de Tito Cossa.
"Así como si tragar flores fuese normal, nos quedamos con un manantial en la garganta y una leve sonrisa, apenas leve".