Salud y bienestar

La pandemia en la voz de quienes trabajan en salud


Son múltiples las emociones que atraviesan a las narrativas recogidas y conmueven

Crédito: ARGENTINA INVESTIGA

Son múltiples las emociones que atraviesan a las narrativas recogidas y conmueven.

Los agentes sanitarios ya sopesaban experiencias complejas no solo por la labor que realizaban sino por las condiciones en las que ejercían su profesión y la emergencia sanitaria vino a poner esas cuestiones bajo la lupa. Las emociones que expresan en un trabajo de investigación que recogió "las narrativas" de lo vivido en este tiempo conmueven por su verdad.

Son muchas las aristas desde las cuales puede contarse lo que sucedió durante los momentos más críticos de la pandemia de coronavirus. Uno de ellas es la que tiene que ver con las emociones y con el sentir de quienes trabajan en el ámbito de la salud y estuvieron desde el primer día en la trinchera. Un trabajo de investigación publicada por el Departamento de Salud Comunitaria de la Universidad Nacional de Lanús y desarrollado con la participación de distintas universidades, se abocó a la tarea de recuperar esas narrativas de la pandemia y recogió testimonios que conmueven por la verdad que cuentan y por lo que muestran de un sistema que ya padecía problemas estructurales antes de la pandemia y que con el transcurrir de la emergencia sanitaria aunque logró brindar las respuestas adecuadas, lo hizo en escenarios de incertidumbre que afectaron a aquellos que trabajan en salud.

En un artículo publicado en el portal Argentina Investiga, se da cuenta de los términos de esta investigación y se destaca que "los trabajadores de la salud antes de la pandemia ya sopesaban experiencias complejas, no sólo por la labor que realizaban sino por las condiciones en las que tenían que ejercer la profesión y la emergencia sanitaria puso bajo la lupa muchas de estas cuestiones estructurales. Construir y reflejar esas narrativas aporta insumos valiosos para capitalizar aprendizajes de esa experiencia".

En el marco de la convocatoria PISAC-Covid-19 "La Sociedad Argentina en la Postpandemia", realizada a fines de 2020 por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), investigadores pertenecientes a universidades e institutos localizados en diversas regiones de la Argentina desarrollaron una investigación orientada a registrar las narrativas de la pandemia, desde la perspectiva de las y los trabajadores de la salud.

El proyecto "Transitar de la pandemia a la postpandemia, desafíos y posibilidades de los nuevos escenarios en la salud pública desde las narrativas de sus trabajadores/as" se propuso caracterizar las prácticas de cuidado desplegadas por quienes se desempeñaron en el ámbito de la salud durante la pandemia, identificar las principales dificultades, los problemas y los desafíos.

"Narrar es un modo de dar significado a la experiencia social. Cuando narramos, la experiencia se ordena decodificando y dándole un marco al pasado, otorgando sentido al presente, además de proveer y prever información sobre el futuro. Desde esta perspectiva, las narrativas obtenidas dan cuenta de enormes transformaciones del trabajo cotidiano", refieren los investigadores en el artículo.

Cuando todo era nada

En marzo de 2020, cuando se dispuso el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio -con la interrupción de la atención en centros de salud, postas o unidades sanitarias-, el desconcierto fue unánime. En ese momento en los territorios "todo era nada", se esperaba algo que tardaba en llegar y se postergaba una demanda que es siempre continua en estos espacios de atención primaria de la salud.

A menos de un mes del aislamiento, por el carácter inédito y desconocido de lo que ocurría, con las dimensiones de peligrosidad que eso representaba para las y los trabajadores de la salud, la sensación fue: "Nos vamos a morir todos", "es la primera vez que nos enfrentamos a un virus que mata al tipo que te va a curar", "cuidarnos nosotros de los pacientes, eso nunca había pasado", "nos dimos cuenta de que nos podemos morir".

Pero ese desconcierto y ese temor no encontró sólo cuerpos dóciles, dispuestos a acatar las normas, sino también trabajadores y trabajadoras que advirtieron la imposibilidad y las dificultades de discontinuar los tratamientos y los cuidados de los usuarios del sistema público de salud y sus emociones y conductas encontraron eje en la necesidad imperiosa de ponerse al frente de la situación, a pesar del riesgo que suponía. 

En algunas localidades se comenzó a salir del centro de salud, a llegar a los hogares de las personas que antes se atendían en una sala. Se habilitaron teléfonos personales para llamar, recibir llamados, comunicarse por WhatsApp o por videoconferencia con los pacientes. Quienes comenzaron a realizar ese trabajo desde el propio hogar plantean la dificultad que supuso poner límite a los horarios de trabajo y reconocen que esto planteó conflictos en la dinámica familiar, especialmente en el caso de las mujeres: "Nadie se acordó de nuestros hijos, mi nena está en segundo grado ahora y no sabe leer ni escribir, porque yo no puedo acompañarla con las clases".

Las transformaciones no ocurrieron solo a nivel de la atención primaria. En el ámbito de los hospitales, los escenarios de trabajo se transformaron, se organizaron "áreas sucias" (Covid) y "limpias" (no Covid), que imprimieron una dinámica singular en el hospital, aunque no siempre la disposición o los recursos permitieron sostener esta circulación "cuidada". Todo se mezcló y esto queda reflejado en la narrativa que hacen los propios protagonistas. 

El espacio laboral fue vivido en muchas oportunidades como un peligro: "Nosotros, el personal de salud, sentimos que nos mandaron al matadero", "estuvimos muy expuestos". Luego, la información, los protocolos, el conocimiento y la disponibilidad de elementos de protección personal habilitaron otras referencias sobre el lugar de trabajo, como un espacio "seguro" respecto de otros ámbitos fuera del hospital: "Tengo más miedo afuera que adentro", "tengo más miedo cuando salgo a comprar algo por acá en el barrio que en el hospital", refieren los relatos.

Cada acto rutinario se convirtió en un cuidadoso ritual sometido al más riguroso escrutinio personal: colocarse y sacarse la bata, la cofia, los barbijos es objeto de un cuidado que "bordea la locura", es un "estado de alerta constante", se siente "agotamiento físico y mental", "uno vive pasado de vueltas".

Al mismo tiempo, los rituales del almuerzo o las charlas de pasillo desaparecieron. Los vínculos y las relaciones entre las y los trabajadores, así como de los trabajadores con sus pacientes, exigieron el seguimiento de rígidos protocolos que regularon las conductas, las distancias y los afectos, o al menos la posibilidad de expresarlos.

Ansiedad e impotencia

Son múltiples las emociones que atraviesan a las narrativas recogidas y conmueven. Con un corte efectuado transcurridos los primeros dieciocho meses de la pandemia, la investigación da cuenta de algunos denominadores comunes con ancla en sentimientos como la angustia, la ansiedad y el miedo.

El temor de contagiarse y contagiar a seres queridos. Discriminaciones por ser trabajadores, acusaciones culpabilizantes y auto-incriminaciones por haberse contagiado, por la propia enfermedad. Ansiedad e "impotencia" ante la muerte que se volvieron un evento próximo, cotidiano, "injusto" y "previsto" e "inevitable", de manera simultánea.

Si bien en algunos casos aparecen expresiones de "miedo" o "terror" que paraliza, en otros fue referido como un sentimiento que moviliza acciones de cuidado y prevención. 

En muchas localidades el ya precario sistema de referencia y contrarreferencia, o las redes entre hospitales y centros se vieron debilitadas. Eso impulsó el establecimiento de algunos circuitos alternativos y estrategias artesanales. Todos coinciden al señalar que, en este contexto, el trabajo en equipo, los "espacios de diálogo y discusión" en torno al propio trabajo y "el compañerismo" fueron y son fundamentales, tanto en la organización de la "nueva atención" como ante la necesidad de recibir o dar soporte y sostén a quienes se angustian o sienten temor. 

En este contexto, se multiplicaron las contrataciones precarias (que pre-existían a la pandemia) y se postergó la certidumbre sobre la posibilidad de efectivizar un puesto de trabajo en el sector que otorgue cierta estabilidad en tiempos difíciles.

Todo pasa y todo queda

El lugar secundario que tuvo el primer nivel de atención a la salud al inicio de la pandemia fue motivo de malestar y se vivió como "un retroceso de la salud pública".

Están a la vista las consecuencias negativas a corto, mediano y también muy a largo plazo de esta pandemia. Las sensaciones de injusticia, angustia, sobrecarga, soledad, cansancio, miedo y culpa, no cesan. Aun así, quienes se desempeñan en salud remiten a "la recuperación del sentido" y a entender "para qué estamos donde estamos", aparece una "revalorización del sentido de trabajar en salud".

Quienes se desempeñan en el ámbito de la salud vivieron experiencias de enorme imprevisibilidad, transformaron su trabajo y al mismo tiempo se transformaron como trabajadores. Como nunca la salud estuvo en la agenda de la política pública, y las políticas en estrecha vinculación con el trabajo en el ámbito de la salud. Si bien "sigue siendo complicado hacer grandes balances cuando todavía se está en el baile", pueden extraerse algunas líneas.

La primera, que preexiste a la pandemia y re-emerge como problema en este contexto, es la necesidad de garantizar derechos laborales, muchos vinculados a la precariedad de las contrataciones de trabajo, especialmente preocupante en ciertas localidades y para sectores como el de enfermería y el de limpieza, ambos puestos desempeñados por mujeres en su mayoría.

La necesidad de sostener y fortalecer el trabajo en los territorios y el imperativo de sostener espacios que habiliten la reflexión sobre el propio trabajo como espacio de cuidado, auto-cuidado.  (Fuente: Salud Investiga)


Otros de esta sección...
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Pergamino
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO