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El Inta Pergamino fue sede el viernes pasado de la 6ª edición de las jornadas "Agtech: soluciones para aplicaciones periurbanas y sensibles". Estaba anunciada la visita del flamante ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, quien no asistió debido a que viajó en la comitiva oficial para participar del encuentro G-20 en Roma.
No obstante sí estuvieron presentes el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Jorge Solmi; el presidente del Inase, Joaquín Serrano; el director nacional de Agricultura, Agustín Pérez Andrich y el director de Innovación, Buenas Prácticas y Tecnología Agrícola, Andrés Méndez; entre otras autoridades nacionales, provinciales y locales, como el director de la EEA Pergamino del Inta, ingeniero Ignacio Terrile.
Amigar ambiente y producción
Las aplicaciones periurbanas se encaminan a ser más seguras con la evolución de las nuevas tecnologías que introducen dispositivos de automatización y robotización para eliminar sus efectos secundarios.
Reunidos en el Inta Pergamino, allí y ante un importante número de productores, se exhibieron a campo una serie de tecnologías desarrolladas para una aplicación más segura de fitosanitarios y de esa manera disminuir el impacto en el ambiente.
El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Jorge Solmi, aseguró que "las empresas que están presentes acá están demostrando que hay tecnología disponible para proteger y cuidar el ambiente y armonizarlo con la producción. Con estas tecnologías y estos controles se puede demostrar que se puede ser amigable con el ambiente y la producción".
Equipo probado y seguro
El ingeniero Andrés Méndez fue quien se refirió al objetivo y características del equipo desarrollado para aplicaciones periurbanas: "A las pulverizaciones las definimos como un problema desde el Ministerio de Agricultura, por lo tanto detectamos que cada vez se ponen más zonas de exclusión y ya empieza a actuar la Justicia, muchas veces sin nada medido. Hoy existen tecnológicas que ayudan a hacerlo de una manera lógica y amigable con el ambiente".
"Con ese objetivo hemos logrado hacer un equipo y lo probamos en Las Breñas, Chaco. Logramos una sola gota a 40 metros y tres gotas a 10 metros. Esto se pudo realizar a pesar de las adversas condiciones climáticas que desaconsejaban la aplicación, con 40 grados de temperatura ambiente", explicó Méndez.
El funcionario comentó también que se trabaja con el botalón cubierto para que se pueda evitar con total seguridad que una ráfaga imprevista y momentánea se lleve alguna gota: "Y luego agregamos un sistema de gota mayor a 300 micrones, como el que usan en Australia, con menos posibilidades de deriva. Asimismo, incorporamos los sensores como Weedit, Weed Seeker y válvulas PWM (Pulse-width modulation) que aplican solo donde está la maleza. Y no solo sobre rastrojo sino también sobre cultivo, con sensores que distinguen tonos de verde. En principio pensamos una solución desde la robótica, pero sabemos que no la tenemos del todo lista en nuestro país y por ello iniciamos con una máquina pequeña".
Andrés Méndez señaló finalmente que el punto principal del desarrollo del software es que la estación meteorológica maneja la operación y toma las decisiones: "Si hay inversión térmica o humedad limitante o viento, la estación ordena cortar la aplicación", explicó sobre el funcionamiento.
De esta manera la estación meteorológica construye la trazabilidad del sistema e indica la zona de riesgo: "Por ejemplo, si estamos cerca de un criadero de cerdos, o de la escorrentía de un río, la estación indica que se corte con anticipación a fin de evitar una mala aplicación", ejemplificó el director de Innovación, Buenas Prácticas y Tecnología Agrícola.
