El 22 de abril, alrededor de las 7:30 de la mañana, en el Hospital Garrahan, se producía un hecho que cambiaría la historia de la familia Arena, oriunda de nuestra ciudad: Tomás, su hijo de tan solo siete años, diagnosticado con osteosarcoma de fémur, se sometía a una operación que se practicaba por primera vez en Argentina, una rotoplastía, cuyo fin fue quitar el sarcoma que tenía en una de sus piernas pero a la vez bregar para que Tomás no perdiera la movilidad en esa parte de su cuerpo. Así fue que aquel día no solo marcó la vida de los Arena sino también de la medicina en Argentina.
La cirugía de la que nuestro pequeño héroe pergaminense es protagonista, duró alrededor de 11 horas y participó más de una veintena de médicos de diferentes especialidades.
El resultado fue exitoso, Tomás hoy se recupera con vistas a, en los próximos meses, volver a su ciudad natal y reencontrarse con sus familiares, sus docentes y amigos de la EP Nº 53 a la que asiste.
En detalle
LA OPINION sigue de cerca el caso de este guerrero, desde que comenzara la cruzada solidaria "Todos con Tomás" para contribuir con el sostenimiento de su familia en la Ciudad de Buenos Aires. En esta oportunidad, el Diario pone el foco en busca la intervención quirúrgica de vanguardia a la que fue sometido el niño, como se dijera anteriormente, única en el país ya que nunca se había practicado con anterioridad.
En contacto con LA OPINION, Maximiliano, papá de Tomás sostuvo que una vez detectado el problema se pautó la cirugía ya que el tumor se había hecho medular y se corría el riesgo de que se provocara una metástasis. "En realidad Tomás se iba a someter a tres pasajes de quimioterapia, luego la cirugía, para después proseguir con el tratamiento pero como el tumor se hizo medular se apuró la decisión de intervenir", sostuvo Maximiliano.
A los papás de Tomás, los médicos les dieron dos opciones a la hora de hablar de intervenciones quirúrgicas: o la amputación total de la pierna o la plastía de rotación. El matrimonio Arena se decidió por la segunda, con todos los miedos que esa decisión implicaba ya que los médicos les habían indicado que era la primera vez que se practicaba en nuestro país.
Tiempo de elegir
Tratando de ser lo más gráficos posibles, Maximiliano indicó que "en la rotoplastía, los médicos tuvieron que extirpar todo el tumor que para esa fecha ya medía 18 centímetros y estaba sujeto al cartílago de crecimiento", y añadió "ellos podían haber cortado el fémur a la altura en que no se encontraba la enfermedad pero no querían someter a Tomás después a otro tipo de cirugías, ya que se podía implantar la mitad de un fémur pero la otra pierna iba a seguir creciendo, por lo que cada vez que Tomás creciera se lo iba a tener que intervenir quirúrgicamente para acortar esa diferencia entre una pierna y otra. Por ello se decidió hacer la plastía de rotación que resultó exitosa, con la que le garantizan a Tomás un 90 por ciento de movilidad aunque nos dio un poco de miedo porque no existían antecedentes respecto de este tipo de intervenciones".
Es importante destacar que también se optó por la rotoplastía habida cuenta que Tomás se encontraba en perfecto estado clínico y también preparado psicológicamente: Su fortaleza para hacer frente al procedimiento fue crucial: "Ingresó al quirófano caminando y salió en sillas de ruedas", indicó Maxi.
En qué consistió
La plastía de rotación consistió, en este caso, en la amputación de la pierna izquierda justo arriba de la rodilla. "También cortaron en la tibia, previo cálculo del crecimiento que Tomi iba a experimentar en los próximos 10 años para darle lugar a ese crecimiento. Luego de las amputaciones sobrevino la etapa en que le dispusieron la tibia como si fuera el muslo y la implantaron el pie a la altura de la rodilla pero al revés, o sea, con orientación atrás.
La operación de Tomás fue muy compleja ya que, con la amputación, tuvieron que cortar arterias, venas, músculos. En ese mismo momento hubo en la sala de operaciones un patólogo que analizó el hueso con inmediatez para certificar que no hay rastros de la enfermedad allí. Por otro lado tuvieron que ponerle una planchuela a través de la que le unieron la tibia con el pedacito de fémur que les quedó", explicó Maxi.
Intervención exitosa
De acuerdo con lo expuesto por Maximiliano, los médicos están conformes con el resultado ya que a las tres horas de haber despertado de la intervención, Tomás podía mover los dedos del pie de su pierna intervenida y a los tres días movilizaba el pie, a los cinco días ya tenía la sensibilidad casi completa. "El propósito final de los médicos es que Tomás vuelva a caminar, en ese sentido trabajaron y trabajan incansablemente", indicó.
El pequeño permaneció, luego de la operación, cinco días en terapia intensiva vascular, después pasó a una terapia intermedia y de allí la semana pasada bajó a una sala en la que le practicaron una nueva sesión de quimioterapia.
Hoy Tomás transcurre el tratamiento de manera ambulatoria y pudo volver a la Fundación en la que habita junto a sus papás. Anímicamente Tomi se encuentra muy bien, tal como lo expresa su papá: "Se propuso esta operación como un desafío ya que entendió que esa pierna estaba enferma y que había que extirpar lo malo pero también entendió que con la pierna sana iba a poder volver a caminar y realizar las actividades que a él le gustan".
Cómo prosigue
Por estos días Tomás está en proceso de rehabilitación con kinesiólogos y fisiatras, a la espera de la prótesis. Mientras tanto atraviesa la quimioterapia. Su estadía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se extenderá por unos meses más. "Tomás ya se sienta, va al baño solo, y se somete a la rehabilitación a la espera de la prótesis (que se ubicará de la rodilla para abajo) que le dará la oportunidad de volver a caminar. Tomás insertará el pie en la prótesis que será movilizada por su nueva pierna, y así en unos meses podrá retomar su rutina habitual. Podrá volver a jugar al fútbol, andar en bicicleta o hacer lo que quiera ya que tiene garantizado el 90 por ciento de la movilidad gracias a esta operación", detalló el papá de Tomás.
-¿Cómo esta experiencia los posiciona en la vida?
-Nunca imaginamos pasar por esto, el cambio es muy grande, nos cuesta un poco asumir la realidad ya que vemos videos de antes de la operación donde Tomi está caminando pero también entendemos que la enfermedad estaba ahí y había que sacarla porque el riesgo de vida era muy grande. Hoy el ver bien a Tomás nos gratifica.
Gracias totales
Párrafo aparte merece el agradecimiento de la familia Arena a todo el personal médico que participó de la operación a cargo del doctor Inoccenti: "Confiamos en él ciegamente, y agradecemos también a quienes cuidaron a Tomás del post operatorio y a quienes cuidan de él hoy. Todos son los ángeles de Tomás", expresó Maximiliano. El agradecimiento es extensivo también a los médicos de Pergamino que, a tiempo y con acierto, decidieron derivar a Tomás al Garrahan.
También las gracias a través del Diario van dirigidas a los pergaminenses y para todos quienes colaboraron económicamente con la familia Arena y también para quienes brindan apoyo y contención a la distancia.
La vida en Buenos Aires
Maximiliano junto a su mujer, y los hijos de ambos: Tomás y Tiziano, se encuentran viviendo en la Ciudad de Buenos Aires, hospedados en la Fundación de Trasplante Hepático. Por este motivo, los papás de Tomi están imposibilitados de trabajar y necesitan afrontar gastos cotidianos.
En este marco es que se da a conocer el número de cuenta y CBU de Eduardo Maximiliano Arena, papá de Tomas. Número de cuenta: 6584-526854/0. CBU: 0140300603658452685400. Cuil: 20-30700445-4. Los interesados en hacer donaciones en dinero pueden depositar allí lo que esté a su alcance o deseen.
