En un juicio abreviado, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Pergamino, presidido por la jueza Marcela Santoro, condenó a Lucas Isaías Gauna a un año de prisión de cumplimiento en suspenso por los delitos de lesiones leves calificadas por el vínculo y amenazas simples de las que fue víctima su pareja.
Los hechos, ocurridos entre el 27 y el 28 de agosto del año pasado, evidencian un contexto de violencia de género que marcó la relación de la pareja. Según la denuncia presentada por la mujer.
Gauna amenazó su integridad y la de sus hijos, ejerciendo conductas agresivas que incluyeron golpes y daños a los objetos del hogar.
La jueza Santoro destacó la dificultad de la víctima para denunciar, atribuida al temor y la intimidación que sufría, y señaló el carácter cíclico de la violencia ejercida por el condenado.
En la resolución, se dispuso que Gauna cumpla una serie de condiciones por el plazo de dos años, entre ellas, fijar domicilio, someterse al control del Patronato de Liberados, realizar un tratamiento psicológico y participar en el "Programa de Asistencia a varones con conductas violentas". Además, se estableció una prohibición de acercamiento y contacto con la víctima bajo apercibimiento de incurrir en el delito de desobediencia.
La jueza también ordenó el cese de la prisión preventiva que Gauna cumplía en la Unidad Penal N° 49 de Junín, tras verificar que no existan otras causas pendientes.
Clavó un cuchillo en el colchón
Inicialmente la causa contemplaba la figura penal de intento de homicidio por una situación de extrema violencia.
Los integrantes de la pareja estaban discutiendo en la cama durante la noche del domingo 27 de agosto del año pasado.
En el marco de esa discusión, el sujeto clavó una cuchilla color marrón en el colchón, en un lugar cercano a donde se hallaba la víctima. Al día siguiente, alrededor de las 9:30 continuaron discutiendo y en dichas circunstancias, Gauna tiró vasos, platos, sillas mientras profería todo tipo de insultos a su pareja, a quien posteriormente tomó del cabello y le dio golpes de puño en la cabeza, que quedaron como evidencias en un informe médico del expediente judicial.
Reparación integral
La jueza Santoro estableció en el fallo una "medida de reparación integral y garantía de no repetición" por la cual el condenado deberá incorporarse al "Programa de Asistencia a varones con conductas violentas", que se brinda en avenida Marcelino Ugarte 240 y debe quedar registrado en las actuaciones del Tribunal Criminal.
Además, debe realizar un tratamiento psicológico a los fines de abordar los aspectos vulnerables de su personalidad en formación.
En el veredicto también establecieron una medida de prohibición de acercamiento y contacto personal hacia la víctima ya sea en su "domicilio particular o en la vía pública, incluyendo contacto epistolar, telefónico y por redes sociales, incluida Instagram, Facebook o Whatsapp y/o similares, bajo apercibimiento de que en caso de incumplimiento quedará incurso en el delito de desobediencia".
