El fútbol de Pergamino está de luto. En las últimas horas, se conoció el fallecimiento de Juan Carlos "Pachi" Ferrari, histórico jugador del Club Atlético Douglas Haig, quien luchó con valentía contra una dura enfermedad durante los últimos meses.
Considerado uno de los mejores laterales derechos que ha dado la ciudad, Ferrari dejó una huella imborrable tanto en lo deportivo como en lo humano. Fue pieza clave y capitán del equipo que logró el histórico ascenso al Nacional B en 1986 bajo la dirección técnica de Juan Miguel Echecopar. Su liderazgo y calidad en el campo lo convirtieron en una figura respetada, más allá de los colores de su camiseta.
Aunque varios equipos de Primera División buscaron ficharlo, "Pachi" eligió permanecer en Pergamino, priorizando siempre su amor por la familia y sus amigos. Esa decisión lo acercó aún más a la gente, que lo recuerda como una persona sencilla, sincera y con un corazón enorme.
Sus corridas por la banda derecha, cierres defensivos y hasta algún gol ocasional quedarán grabados en la memoria de quienes lo vieron jugar. Pero más allá de sus virtudes futbolísticas, será su calidez humana y carisma lo que perdurará en el recuerdo colectivo.
El legado de Juan Carlos "Pachi" Ferrari trasciende el deporte. Hoy, el fútbol pergaminense despide con tristeza y admiración a un verdadero ícono. Hasta siempre, capitán.