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La Salud en la Era de las Tecnologías Disruptivas


La Salud en la era de la tecnologia

Crédito: LA OPINION

La Salud en la era de la tecnologia

El Arma de Control Social: La Salud en la Era de las Tecnologías Disruptivas (Por Sebastian Ponceliz)En los últimos dos siglos, los avances en tecnología médica no solo han cambiado la manera en que vivimos, sino también cómo las sociedades se estructuran. Desde la introducción de la vacuna contra la viruela en el siglo XVIII hasta los sistemas de inteligencia artificial que diagnostican enfermedades en el siglo XXI, el progreso en el ámbito de la salud ha sido uno de los pilares más sólidos del desarrollo humano. Pero, ¿qué sucede cuando estas herramientas, diseñadas para salvar vidas, se convierten en instrumentos de control social?Exploraremos en este articulo cómo la evolución tecnológica en el ámbito de la salud ha mejorado los estándares de vida y plantea interrogantes sobre su uso actual y futuro. Además, analizaremos el impacto de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la genética y la tokenización en la administración de la salud pública, y presentare posibles escenarios sobre cómo estas podrían moldear la sociedad en los próximos 50 años.

Un Siglo de Transformación Médica

La historia de la salud está íntimamente ligada a los avances científicos. Durante el siglo XIX, la comprensión de los gérmenes por Louis Pasteur y Robert Koch revolucionó la medicina, llevando a mejoras fundamentales en higiene y prevención de enfermedades. Más tarde, en el siglo XX, el descubrimiento de la penicilina y otros antibióticos permitió controlar infecciones que antes eran mortales, mientras que el desarrollo de vacunas masivas erradicó enfermedades como la viruela y controló otras como la poliomielitis y el sarampión.

Estos logros se tradujeron en un aumento drástico de la esperanza de vida. En 1800, la esperanza de vida global era de aproximadamente 30 años; para 2020, esta cifra superaba los 70 años en promedio, con países desarrollados alcanzando los 80 años o más. Este salto en la calidad de vida impulsó también un crecimiento poblacional sin precedentes, pasando de 1.000 millones de habitantes en 1800 a más de 8.000 millones en 2022.

Sin embargo, este crecimiento trajo nuevos desafíos. Las enfermedades crónicas, el envejecimiento poblacional y las crisis sanitarias globales, como la pandemia de COVID-19, demostraron que los sistemas de salud deben adaptarse continuamente. En este contexto, la tecnología emergente no solo se presenta como una solución, sino también como una herramienta que podría reconfigurar la relación entre los ciudadanos y los Estados.

Las Nuevas Herramientas del Control Social

La salud ha dejado de ser exclusivamente un derecho y se ha convertido en un campo estratégico para los gobiernos y las corporaciones. La implementación de tecnologías avanzadas ha permitido una mayor eficiencia en los sistemas de salud, pero también ha otorgado a los Estados y empresas privadas un acceso sin precedentes a los datos más sensibles de las personas: su información médica.

Tecnologías Disruptivas en la Salud

Dispositivos Médicos Conectados?

Marcapasos, glucómetros y pulseras inteligentes como Fitbit o Apple Watch recopilan información en tiempo real sobre la actividad física, los niveles de glucosa en sangre y otros parámetros de salud. Si bien estos dispositivos permiten un monitoreo constante y pueden salvar vidas, también plantean interrogantes sobre la privacidad. ¿Quién tiene acceso a estos datos? ¿Pueden ser utilizados para rastrear o discriminar a los usuarios?

Inteligencia Artificial en Medicina?

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando la atención médica. Herramientas como los algoritmos de DeepMind han demostrado ser más precisas que los médicos en el diagnóstico de ciertas enfermedades, como problemas oculares. Sin embargo, estas capacidades también permiten predecir patrones de comportamiento humano, lo que podría ser utilizado para gestionar conductas sociales a gran escala.

Edición Genética y Medicina Personalizada?

La tecnología CRISPR ha abierto la puerta a la edición genética, permitiendo no solo corregir enfermedades hereditarias, sino también diseñar tratamientos específicos para cada individuo. Si bien esto representa un avance significativo, también plantea riesgos éticos. ¿Podrían los gobiernos utilizar esta tecnología para implementar políticas de eugenesia o control poblacional?

Tokenización de la Salud?

La blockchain está irrumpiendo en la industria de la salud con iniciativas como MDCx de Datium, que utiliza tokens para optimizar la administración de recursos médicos. Aunque la tokenización puede mejorar la transparencia y la eficiencia, también podría generar sistemas de exclusión donde solo los que tienen acceso a estas tecnologías pueden recibir atención adecuada.

El Impacto Social: Entre la Liberación y la Vigilancia

El uso de estas tecnologías puede ser una herramienta para democratizar el acceso a la salud, pero también un arma para restringir libertades. La salud, una vez vista como un derecho universal, podría convertirse en un privilegio condicionado por la posición política, social o económica de los individuos.

Por ejemplo, algunos países han comenzado a vincular el acceso a servicios médicos con sistemas de crédito social. En China, los ciudadanos con baja puntuación en su sistema de crédito social enfrentan restricciones para acceder a servicios públicos, incluidos algunos relacionados con la salud. Este modelo podría replicarse en otras partes del mundo, especialmente en regiones con gobiernos autoritarios.

Además, la pandemia de COVID-19 demostró cómo los gobiernos pueden utilizar emergencias sanitarias para justificar medidas de control social, como cuarentenas obligatorias, cierres fronterizos y la implementación de pasaportes sanitarios.

Escenarios Futuros: ¿Hacia Dónde Vamos?

A medida que estas tecnologías se integran en los sistemas de salud, es crucial considerar sus implicaciones a largo plazo. Presentamos aquí cuatro posibles escenarios para los próximos 50 años:

1. Salud como Herramienta de Exclusión

En este escenario, los avances en medicina personalizada y genética son accesibles solo para las élites económicas, creando una brecha sanitaria entre ricos y pobres. Las migraciones se disparan hacia países con sistemas de salud más inclusivos, generando tensiones sociales y políticas.

En los Estados Unidos los tratamientos con CAR-T, una terapia genética avanzada para el cáncer, cuestan cientos de miles de dólares, lo que los hace inaccesibles para gran parte de la población sin seguros médicos premium. Si este modelo persiste, podría profundizar la disparidad en los resultados de salud entre las clases sociales.

La falta de acceso a vacunas avanzadas en el África Subsahariana, como las de ARN mensajero contra enfermedades emergentes podría perpetuar la desigualdad global en salud, como se vio durante la pandemia de COVID-19, cuando los países más pobres no recibieron suficientes dosis de vacunas de última generación.

Este modelo de exclusión podría llevar a una migración masiva hacia países con sistemas de salud más inclusivos, como Canadá o algunos estados europeos, desafiando la capacidad de estos para absorber grandes flujos migratorios.

2. Control Genético de la Población

Con el auge de la edición genética, algunos gobiernos podrían implementar programas de "mejora genética", restringiendo la reproducción a individuos que cumplan con ciertos criterios. Esto podría dar lugar a una nueva forma de segregación basada en la genética, con profundas implicaciones éticas y sociales.

En China ya están invirtiendo en investigación avanzada en edición genética. En 2018, un científico chino afirmó haber editado los genes de embriones humanos para hacerlos resistentes al VIH, lo que generó controversia global. Si este tipo de tecnología se utiliza a gran escala, podría implementarse para definir criterios genéticos en la población.

Con una población masiva y recursos limitados, en la India podría surgir la tentación de usar la edición genética para controlar nacimientos y reducir las tasas de ciertas enfermedades, bajo la premisa de mejorar la salud pública, pero con el riesgo de discriminación genética hacia ciertos grupos sociales o castas.

Este tipo de control también podría influir en la composición religiosa y étnica de regiones enteras, dependiendo de las políticas adoptadas por los gobiernos en función de intereses geopolíticos.

3. Gobernanza Basada en Salud Pública

Los gobiernos utilizan IA y big data para predecir y gestionar pandemias, implementando cuarentenas selectivas y restricciones de movimiento basadas en perfiles de riesgo. Aunque esto podría salvar vidas, también podría ser utilizado para justificar políticas discriminatorias.

Como ejemplo, en Israel, durante la pandemia de COVID-19, se implementó un sistema de monitoreo basado en datos de teléfonos móviles para rastrear posibles contagios. Si bien fue efectivo para contener brotes, también generó preocupaciones sobre privacidad y derechos civiles.

Por otra parte, el gobierno de Italia utilizó datos de movilidad de Google para evaluar el cumplimiento de las cuarentenas durante los cierres pandémicos. Este tipo de tecnología podría extenderse para segmentar el acceso a servicios públicos, justificando medidas restrictivas bajo criterios de salud pública.

Aunque estas estrategias pueden ser justificadas en emergencias, también sientan un precedente para un uso más amplio del control social, con riesgos de discriminación hacia ciertos grupos o regiones.

4. Salud como Moneda de Cambio

La tokenización de la salud convierte a los servicios médicos en un mercado donde el acceso depende de la capacidad económica. Este modelo podría fomentar una economía global donde los datos médicos sean utilizados como moneda de negociación, exacerbando las desigualdades.

Uno de los países más avanzados en este sentido es Estonia, donde han implementado un sistema de salud digital donde los ciudadanos tienen un historial médico completamente accesible y transferible mediante blockchain. Aunque es un ejemplo positivo de eficiencia, podría sentar las bases para un modelo donde los servicios médicos se tokenicen y se comercialicen de manera desigual.

Finalmente, en un entorno de profunda crisis económica, en Venezuela el uso de criptomonedas como Petro ha generado interés en tokenizar recursos básicos, incluyendo algunos relacionados con medicamentos y atención médica. Este modelo podría generar desigualdades extremas en el acceso a tratamientos.

En este escenario, los datos médicos podrían convertirse en una moneda de cambio, otorgando a los gobiernos o corporaciones poder sobre las decisiones de los ciudadanos.

El Futuro de la Salud: Entre la Esperanza y el Temor

Las tecnologías disruptivas en la salud tienen el potencial de transformar radicalmente nuestra sociedad, ofreciendo soluciones innovadoras a problemas complejos. Sin embargo, su implementación debe estar acompañada de un marco ético sólido que garantice que estas herramientas se utilicen para mejorar la calidad de vida, y no como un mecanismo de control.

La historia nos enseña que el progreso crea naturalmente tensiones sociales, reescribiendo el mapa de distribución de los ingresos, creando y eliminando al mismo tiempo, capas de interacción socio-economica . Por ello, es crucial que los ciudadanos, las organizaciones no gubernamentales y los organismos internacionales vigilen de cerca el desarrollo y la aplicación de estas tecnologías. El equilibrio entre innovación y derechos humanos será el gran desafío de las próximas décadas.

Un buen ejemplo que muestra la necesidad y la importancia de entender los alcances del impacto de la tecnología en la humanidad (en su estado de salud, fundamentalmente), fue el pedido conjunto de lideres empresarios, entre ellos Elon Musk y Mark Zuckerberg para frenar la investigación y desarrollo (R&D) de la Inteligencia Artificial durante al menos 6 meses. Una tarea compleja ya que intervienen factores geoestratégicos, como la ventaja competitiva que podría obtener China y otros países frente a los Estados Unidos y Europa.

Los ejemplos actuales muestran cómo las tecnologías en la salud ya están moldeando el mundo. Si no se regula su uso ético, estos escenarios podrían transformarse en realidades tangibles con profundas implicaciones para las sociedades globales. La pregunta no es si estas tecnologías serán utilizadas, sino cómo, y para qué propósito. ¿Será para liberar o para controlar? Esa es la cuestión que se definirá en las próximas décadas, en donde la salud de la población podría convertirse en un Arma de Control Social.

En última instancia, el arma social que representan estas tecnologías puede ser utilizada tanto para liberar como para oprimir. La dirección que tomemos dependerá de las decisiones que tomemos hoy

Sebastian Ponceliz, Boca Raton, 2 de Diciembre 2024.

Autor del libro CriptoEconomia 1.0 "El dinero digital, la sociedad y su futuro, explicado para no especialistas"


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