El dueño de un emprendimiento gastronómico sufrió la agresión con piedras poniendo en riesgo a la beba de tres meses de la víctima que fue perpetrada por una mujer con más de 60 causas penales en su conta.
La agresora persiguió al comerciante al verlo transitar en auto con su familia y lo abordó en la vía pública al llegar a un domicilio particular a dejar a su hija de noventa días recién vacunada.
La víctima fue el dueño de las panaderías Las Bambinas y su entorno familiar y laboral porque empezó frente a la morada y terminó frente al local de la Peatonal.
La crónica de lo ocurrido comenzó a metros del vacunatorio donde le aplicaron una dosis de inmunidad contra enfermedades de la niña del panadero; de tan sólo tres meses de vida.
La agresora lo vio pasar y lo siguió en bicicleta hasta lograr abordarlo en inmediaciones de una vivienda familiar.
Allí le arrojó piedras y lo insultó mientras tenía a su pequeña beba en brazos.
Logró evadirla, pero la atacante prometió que se trasladaría a uno de los comercios a provocar vandalismo.
En la tarde de este lunes en la panadería Las Bambinas de Peatonal San Nicolás y Dorrego se peleó con el encargado del local.
Es una mujer a quien le sacaron la tenencia de su bebé por la agresión física sufrida en un incidente doméstico.
Por ese episodio en su momento fueron aprehendidas ella y su pareja. El proceso judicial avanzó con la formalización de la detención del sujeto y dispusieron que la víctima (el bebé) estuviera bajo el cuidado de la abuela materna.
Aparentemente, ese pequeño quedó bajo la tutela de la abuela en una localidad cercana a la capital santafesina.
Recientemente vieron a esta mujer con el niño en brazos y pidiendo en mesas de locales gastronómicos e ingresando a comercios a pedir ayuda económica a los propietarios y clientes.
Ella se caracteriza por tornarse agresiva con las personas que no acceden a sus peticiones y exigencias.
Esas agresiones y ataques la hicieron conocida en la comunidad porque en los últimos años cualquier persona que ocupó cualquier mesa de café en las veredas de la Avenida o de la Peatona presenciaron las actitudes hostiles hacia quienes no le brindan ayuda.
Un nuevo incidente violento
Este lunes el nivel de agresión tomó un giro muy violento y premeditado al seguir al comerciante hacia la casa de su pareja para abordar al propietario de la panadería con la beba de tres meses en brazos.
La agresora conoce el vehículo particular del dueño del local y tiene ubicado los domicilios comerciales y particulares por distintos episodios ocurridos en las inmediaciones.
En las primeras horas de la tarde salieron el dueño de los locales gastronómicos Las Bambinas del vacunatorio municipal de avenida Marcelino Ugarte y mientras se trasladaban vieron a la mujer.
El comerciante desde su lugar del volante advirtió que esa persona lo individualizó por el vehículo en el que se movilizaba.
Ella lo siguió en bicicleta para abordarlo al momento de estacionar el automóvil en inmediaciones de Larrea y Merced.
La agresora lo abordó en forma hostil y arrojó una piedra hacia donde estaba el comerciante con su pequeña hija.
El proyectil impactó contra el vehículo y la víctima pudo poner a salvaguarda a la bebé y se refugiaron en el edificio.
Mientras corrían para evadir a la agresora, ésta le anticipó que iría hasta la panadería a causar daños.
El comerciante dejó a la beba al cuidado de la madre y concurrió a la Comisaría Primera a radicar la denuncia.
Mientras hacía la exposición penal ante la jefa de la seccional, la comisario Marcela Masciotta, la mujer perpetraba el vandalismo prometido a la panadería.
En el local de Peatonal San Nicolás y Dorrego se encontraba el hermano del dueño, quien hizo lo posible por impedir que arrojara proyectiles hacia el frente y que lastimara a las personas sentadas en las mesas de la vereda y del interior.
Así fue como lograron que se fuera y llamaron al servicio de emergencias 911 para que intervenga la Policía.
Condenada y con más de 60 causas
La mujer tiene registradas más de 60 causas penales en su contra y al menos una condena de arresto domiciliario nocturno en su casa del barrio José Hernández.
El Juzgado Correccional 2 la condenó, pero estaban avanzadas otras actuaciones que podrían derivar en nuevos fallos condenatorios que la llevarían a la cárcel.
La convicta logró veredictos beneficiosos al ser madre de pequeños menores; pero también puso en riesgo a la criatura.
El episodio de mayor gravedad protagonizado en su ámbito doméstico fue cuando el niño de ella apareció agredido en la cabeza.
Por el caso quedó procesado y detenido el hombre que estaba en pareja con ella; pero en su momento intentó evadir el accionar policial y judicial huyendo de la ciudad. Fue aprehendida en la localidad de Acevedo.
La Justicia dictó una medida de abrigo en favor del bebé que fue dejarla al cuidado de la abuela materna en Santa Fe.
A pocos días de esa medida judicial ese niño fue visto en brazos de la mujer deambulando nuevamente por las mesas de bares y cafés y por los salones de comercios céntricos.
Los operadores judiciales es posible que no vean lo que la comunidad está presenciando cotidianamente con el riesgo constante de esa criatura trasladada de un lado a otro bajo el sol y teniendo que quedar involucrado en las peleas constantes de la madre con los clientes de las mesas de café o las mujeres que asisten a las peluquerías céntricas.
Existe una incapacidad de percibir que existe un riesgo latente y cada episodio que ocurre pasa cerca de ser una fatalidad.
En estos días se la vio a la mujer poner en peligro la vida de su bebé; pero también atentó contra una pequeña criatura que estaba en los brazos del comerciante cuando regresaba con sus padres de ser vacunada.
Para el propietario de las panaderías Las Bambinas existe un ensañamiento de la mujer contra él, sus familiares, las empleadas, sus bienes y sus comercios.
Lamentablemente en estas últimas jornadas se reiteraron en forma preocupante los incidentes en los que se le apareció en algún comercio a exigirle en forma coercitiva que le brinde ayuda económica o alimentaria.
Los testimonios de las empleadas, clientes y familiares dan fe de las intimidaciones permanentes que terminan en amenazas y arrojando algún elemento contundente.
Los episodios que terminaron en denuncias policiales fueron realmente graves para las personas damnificadas que se decidieron a realizar exposiciones penales en sedes policiales o judiciales.
Pero hay otros incidentes que no terminaron en causas penales; pero que fueron verdaderas situaciones traumáticas para quienes la padecieron.
Las denuncias más graves tienen que ver con estas persecuciones permanentes a determinadas personas frente a los domicilios particulares, locales donde trabajan o frente a la Escuela donde concurren a llevar o retirar a los hijos.
Cada vez que se cruza con alguna persona a la que "toma de punto" ocurre alguna situación violenta.
El dueño de la panadería considera que "lo tomó de punto", según manifestó en diálogo con Diario La Opinión.
Estas situaciones ocurren en el centro de la ciudad a la vista de funcionarios y magistrados judiciales sin que se dé una solución a esta continuidad de ataques y agresiones a la que nadie pone un punto final.