Un vecino justiciero impidió el ingreso de un ladrón a su casa en la madrugada del miércoles.
El hecho tuvo lugar en la calle Güemes al 200 en los primeros minutos de la madrugada, cuando un hombre de 51 años, al escuchar ruidos provenientes del techo, decidió actuar y logró reducir al delincuente antes de que pudiera concretar el robo.
El propietario tuvo una arriesgada reacción para proteger a su familia y salvaguardar sus bienes.
El vecino, cuyo nombre no ha sido revelado por motivos de seguridad, contó que estaba en su casa junto a su familia cuando, entre las 12 y la 1 de la madrugada, escuchó ruidos extraños provenientes de la parte superior de su vivienda. "Mi casa es una casa antigua, con techos muy altos, y la única forma de acceder al techo es desde adentro. Pero al no poder hacerlo por ahí, se subió desde la casa de la esquina y fue pasando de techo en techo hasta llegar al mío", relató el dueño de la vivienda.
Al percatarse de que alguien intentaba ingresar por una ventana sin rejas, el vecino decidió actuar rápidamente. Subió al techo, donde encontró al intruso en plena acción. Se trataba de un hombre de 41 años, quien presentaba un fuerte aliento etílico y daba señales de estar bajo los efectos del alcohol o alguna sustancia. "El tipo estaba en estado de ebriedad, no sabía bien lo que hacía, pero igual tuve que reducirlo rápido para que no pasara nada peor", afirmó el morador.
En una rápida maniobra lo despojó de un hierro que empuñaba el intruso y logró inmovilizarlo.
Con gran determinación, el hombre golpeó al intruso y lo mantuvo sometido durante aproximadamente 20 minutos, el tiempo que tardó en llegar la policía. "Lo pude sostener fácil porque era flaquito y estaba borracho, pero fue una situación muy tensa. No sabés lo que puede pasar en esos momentos", dijo el vecino, visiblemente aún afectado por lo vivido.
Rápida reacción
El protagonista de este episodio admitió que su reacción fue impulsiva y que no pensó demasiado en los riesgos. "Uno debería llamar a la policía y esperar, pero en ese momento reaccioné así. Pensé en proteger a mi familia, y no me arrepiento. Por suerte, no pasó a mayores", declaró. Asimismo, explicó que la ventana por donde el ladrón intentaba ingresar no tenía rejas, pero que ya ha tomado medidas para evitar futuros incidentes. "Ahora ya puse las rejas que faltaban. No quiero volver a vivir algo así", aseguró.
La policía llegó al lugar minutos después de la llamada de emergencia realizada por el vecino. Tras reducir al delincuente, los agentes procedieron a detenerlo y trasladarlo a la comisaría para que se inicien las correspondientes actuaciones judiciales. Según fuentes policiales, el hombre arrestado ya tenía antecedentes delictivos y se encontraba en estado de ebriedad en el momento de su detención.
Tal como trascendió de fuentes cercanas a la investigación, este individuo podría estar junto a un cómplice, quien habría abandonado el lugar al ver a su compinche en problemas.
Esta hipótesis surge a partir de intervenciones anteriores, por denuncias de vecinos que dos sujetos estaban intentando robar motos en la vía pública.
El vecino se sintió arrepentido de hacer justicia por manos propias al no tener en cuenta el riesgo que corría.
Lo hizo llevado por el impulso de defender a sus seres queridos y evitar que las personas de su entorno estén en peligro.
Si bien el delincuente estaba bajo los efectos de alcohol, la víctima no lo supo hasta que lo enfrentó y lo tuvo frente a frente. En ese momento actuó con determinación para reducirlo.
Afortunadamente, todo salió bien porque todos resultaron ilesos y no hubo que lamentar ningún infortunio de consideración a pesar que el forcejeo se dio en la cubierta de la edificación familiar, a cuatro metros de altura y en horas de la madrugada.