Este viernes, a las 18:00, en el auditorio del Espacio para la Memoria de calle Dorrego 636, tendrá lugar un encuentro sobre prevención comunitaria del suicidio.
La actividad se enmarca en el mes de la salud mental y está organizada por el Centro Barrial San Cayetano -Padre Galli y practicantes de la carrera de trabajo social del Instituto de Formación Superior Nº 5.
En contacto con LA OPINION, Laura Eyheramono, trabajadora social y coordinadora del Centro Barrial San Cayetano-Padre Galli, contó que desde hace siete años, en dicho espacio trabaja en salud mental y tres en prevención del suicidio, sobre todo a raíz de la demanda que se registra de parte de las familias del barrio. En ese momento establecieron contacto con una asociación civil llamada 'Escenario saludable' que desde hace 11 años trabaja en esta temática por lo que decidieron sumarse como voluntarios. "Veníamos realizando encuentros de estas características pero puertas para adentro, en los domicilios, por ejemplo, pero en esta oportunidad decidimos hacer una actividad abierta a la comunidad", señaló Eyheramono.
Lo crucial: involucrarse
Poniendo el foco en la importancia de generar una prevención comunitaria del suicidio, a partir de que todos los actores sociales puedan involucrarse, la trabajadora social sostuvo que "lo que estamos invitados a cambiar por medio de la prevención es la mirada, el síntoma, y esto tiene que ver con fortalecer el lazo comunitario", y a modo de ejemplo indicó: "Una persona percibe que junto a su casa vive una persona sola, a la que hace mucho que no veo salir de su casa. Hay dos posturas, quien decide ser indiferente y quien opta por involucrarse, ir a la casa, preguntar sin temor a quedar como chusma sino movilizada por el interés de lo que le pasa al otro. Eso es lo importante: que nos involucremos y no miremos todo desde la vereda de enfrente. Es necesario dialogar, hablar de estos temas que suelen ser muy dolorosos pero que, a partir de la palabra, se puede comenzar un proceso de sanación".
Dejar de naturalizar
Entre otros de los puntos a tener en cuenta, Eyheramono sostuvo que no hay que naturalizar determinados hechos: "Cuando las cosas empiezan a pasar seguido, se tiende a naturalizar, y así se le resta importancia, porque me acostumbro, porque ya no me sorprende, así se naturaliza el consumo, la muerte por suicidio, el intento no logrado pensando que la persona no va a volver a ser capaz de tomar la misma determinación".
Para la profesional, la reiteración de casos de suicidios, tiene estrecha relación con "los conflictos en los que vivimos" y agregó: "El mundo en el que vivimos es convulsionado y quizás siempre lo ha sido, pero en realidad creo que podemos conectar con la existencia de cuestiones subjetivas colectivas. Hay cuestiones de salud mental y son de toda la población, cosas que nos han pasado y nos pasan que son de todos, a eso hay que sumarle, digamos, cuestiones personales y subjetividad propia con la que cada uno cuenta". Por ello es que concluyó ponderando que "el tema de la salud mental sea considerado un derecho humano me parece de suma importancia y más aún la salud mental comunitaria, que tiene que ser un derecho de todos".