En un episodio calamitoso que mezcla tragedia y delincuencia, una familia sufrió el robo de una bicicleta en medio del incendio que consumía su hogar. El hecho ocurrió el pasado domingo por la noche, cuando un desperfecto eléctrico en un vehículo estacionado en la cochera de la vivienda provocó un incendio que rápidamente se extendió por la planta baja. Mientras los ocupantes de la casa luchaban por salvar sus vidas y los rescatistas intentaban sofocar las llamas, alguien aprovechó el caos para sustraer una bicicleta del interior de la edificación.
Una mujer de 36 años, moradora de la vivienda siniestrada, denunció ante las autoridades que durante la evacuación, un desconocido aprovechó la conmoción general para robar el rodado. "Nosotros estábamos en la terraza y no podíamos ver ni saber bien qué pasaba abajo", explicó la víctima, refiriéndose al momento en que ocurrió el hurto. La familia no se percató de la falta de la bicicleta hasta que el fuego fue controlado y pudieron inspeccionar los daños en la vivienda.
El incendio, que aparentemente se originó por un desperfecto eléctrico en un vehículo, fue alertado por una vecina que vio la humareda y rápidamente llamó a los moradores, quienes dormían en el piso superior. "Estábamos durmiendo y gracias a una vecina que nos llamó por teléfono nos despertamos. Cuando salimos de la habitación, nos encontramos con todo esto", relató el dueño de la casa, todavía conmocionado por lo sucedido. La familia se vio obligada a refugiarse en la terraza para escapar del humo y las llamas, hasta que fueron rescatados por los bomberos con una escalera mecánica.
La denuncia ha sido caratulada como "hurto calamitoso", una figura que agrava el delito por haberse producido durante una situación de emergencia. La Fiscalía 1, a cargo de la investigación, cuenta con imágenes que podrían ayudar a identificar al responsable del robo, mientras se continúa con la instrucción judicial para esclarecer lo sucedido.
La familia afectada no solo enfrenta las pérdidas materiales y el daño emocional tras el incendio, sino también la indignación de haber sido víctimas de un delito en el peor momento posible. Las autoridades locales investigan si el autor del robo es alguien conocido en la zona o si se trató de un oportunista que aprovechó el tumulto generado por el siniestro.