La selección de malezas resistentes a herbicidas es una problemática global. Un caso puntual, como lo es el raigrás anual, tiene una amplia difusión en nuestro país con diferentes niveles de resistencia. Por ejemplo, en el sur bonaerense se encuentran poblaciones con resistencia a tres mecanismos de acción de herbicidas, entre ellos glifosato, graminicidas e inhibidores de la enzima ALS. En la región norte y noroeste de Buenos Aires ya se observaban casos de resistencia a glifosato y comienza a observarse una tendencia similar con los graminicidas.
Con el objetivo de estudiar una población local, la Agencia de Extensión Rural de Chivilcoy junto a la empresa Surcos lleva adelante una serie de experimentos y pruebas para obtener información que pueda aportar soluciones a este problema.
Al abordaje
La experiencia incluye el uso de graminicidas en combinación con glifosato y formulaciones de 2,4-D, además del uso de herbicidas desecantes, para verificar la eficacia del control de la maleza. Esta experiencia se encuentra en proceso de análisis y fue escenario de un intercambio técnico con productores y asesores realizada días atrás en Benítez, partido de Chivilcoy, con la participación de Gabriel Picapietra, integrante del Grupo Malezas de INTA Pergamino.
Esta ocasión, además, propició un taller de formulaciones para visualizar los principales problemas que pueden surgir al realizar las mezclas de productos y evitar fallas en las aplicaciones.
"La resistencia a herbicidas es el resultado de un proceso de selección, que se ve favorecida por la aplicación reiterada y continua de un mismo mecanismo de acción", fue uno de los conceptos que remarcó Picapietra en el contexto de la jornada realizada. Además indicó que, "ante estos casos de resistencia, una opción inmediata es la aplicación de otro herbicida con diferente mecanismo de acción; pero al utilizarlo de la misma forma que el anterior, aumentamos las probabilidades de seleccionar la resistencia a este nuevo herbicida y así, podemos seguir hasta agotar todas al alternativas posibles de control químico". Por lo tanto, el profesional del INTA explicó que "hay que apelar a una diversidad de enfoques y estrategias que incluyan no sólo el control químico, sino también otras alternativas culturales, como los cultivos de cobertura, los cultivos invernales, incluso las labranzas, más aún en zonas con restricciones para la aplicación de fitosanitarios".
Refiriéndose al comportamiento del raigrás, el especialista indicó que "se trata de una de las principales malezas del barbecho, que en algunos casos resulta un problema superior al de rama negra, por lo que es clave evitar la presión de selección de resistencia". Para ello, es importante conocer las alternativas comúnmente utilizadas como las que fueron demostradas en el experimento en Chivilcoy. Además, el equipo de malezas de INTA Pergamino está trabajando en diversos experimentos que incluyen cultivos, labranzas y herbicidas residuales, y combinaciones entre ellos, para afrontar esta problemática fuertemente instalada en la región.
Importa destacar que este tema y todo lo relacionado con malezas resistentes serán parte del VI Encuentro Anual de Malezas, a realizarse el próximo 15 de octubre en INTA Pergamino.