Este miércoles se cumplen 20 años de uno de los logros más importantes en la carrera deportiva de la tenista pergaminense Paola Suárez: la obtención de la medalla de bronce en dobles junto a Patricia Tarabini en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. El 21 de agosto de 2004, la pareja argentina enfrentó en el partido por el tercer puesto a las japonesas Shinobu Asagoe y Ai Sugiyama. Con un doble 6-3, Suárez y Tarabini se subieron al último escalón del podio olímpico y alcanzaron la gloria eterna.
"Mis recuerdos en esos Juegos no pueden ser más lindos y gratificantes. Fue de lo mejor que me pasó en mi carrera", declaró hace unos años Suárez, exnúmero 1 del mundo en dobles. "Estar en unos Juegos Olímpicos es una sensación que no se puede describir. Es plena y emocionante a la vez", dijo la campeona de 44 torneos de dobles.
"Antes de Atlanta 1996 me había lesionado y no pude ir. Era muy joven, tenía 18 años y me puse muy triste porque, a pesar de mi edad, no sabés cuándo vas a tener otra oportunidad. Por suerte, vinieron los Juegos de Sídney, luego llegó Atenas e inclusive fui a Londres", recordó tiempo atrás la nacida en nuestra ciudad, actualmente radicada en España. "Cuando gané la medalla con Patricia Tarabini fue una emoción tremenda. La verdad que con 'Pato' íbamos por la de oro, nos teníamos mucha confianza, pero no se pudo dar", explicó Suárez.
En el partido frente a la dupla de Japón "por los nervios, tuvimos que luchar más con nosotras mismas que con nuestras rivales, sacar fuerza y darle la importancia que merece. Hay sólo tres medallas para 32 parejas y una fue para nosotras", recordó Suárez con un récord olímpico entre singles y dobles de seis victorias y cinco derrotas.
El camino a la medalla de bronce
Paola Suárez se encontraba en ese entonces en su mejor momento deportivo, primera en el ranking mundial de dobles y novena en el de singles. Su compañera para Atenas 2024 fue Patricia Tarabini, ya retirada del circuito profesional, que había llegado a ser 29ª en la clasificación individual y 12ª en dobles. La pareja quedó preclasificada en el séptimo lugar para la competencia.
Suárez y Tarabini tuvieron un duro partido en la primera ronda ante las españolas Arantxa Sánchez Vicario y Anabel Medina. Perdieron el primer set en el tie-break por 8-6, pero las argentinas se recuperaron ganando ajustadamente el segundo por 7-5 y con amplitud el tercero por 6-2.
En la segunda ronda se midieron con las japonesas Saori Obata y Akiko Morigami y ganaron por 6-4 y 6-2, para avanzar a los cuartos de final, quedando como las únicas competidoras de la delegación argentina de tenis que accedió a esa instancia en alguna de las cuatro pruebas olímpicas. El 19 de agosto enfrentaron en cuartos de final a las francesas Sandrine Testud y Nathalie Dechy. Las argentinas ganaron el primer set 6-4. Las francesas sin embargo se repusieron en el segundo set ganándolo con amplitud por 6-1 y parecían encaminarse al triunfo cuando quebraron el saque de las argentinas y se pusieron 4-2 arriba en el tercero. Pero Suárez y Tarabini reaccionaron para ganar cuatro games consecutivos y adjudicarse el partido.
En semifinales debieron enfrentar como favoritas a las chinas Ting Li y Sun Tiantian, octavas cabezas de serie, quienes a la postre sorprenderían ganando la medalla de oro. En el primer set, la pareja china mostró una considerable superioridad, quebrando tres veces el saque argentino y ganando 6-2. Pero las argentinas se repusieron en el segundo set, revirtiendo el dominio del juego, para ganarlo por el mismo marcador (6-2). El tercer set fue muy parejo y cambiante, con siete quiebres de saque. El momento culminante del partido se produjo cuando Suárez-Tarabini lograron ponerse 6-5, con el saque de Tarabini para ganar el encuentro. Sin embargo, la dupla Sun-Li logró quebrar el servicio argentino, y empatar el encuentro en 6, para quebrar luego nuevamente y ganar su pase a la final por 9-7.
El 21 de agosto jugaron por la medalla de bronce contra la pareja japonesa integrada por Ai Sugiyama y Shinobu Asagoe, quienes ya habían sorprendido en primera ronda venciendo a las rusas Anastasia Myskina y Elena Dementieva. Las argentinas se repusieron emocionalmente de la derrota en semifinales y ganaron con amplitud por 6-3 y 6-3. Fue la tercera medalla olímpica ganada por el tenis argentino, luego de la medalla de plata de Gabriela Sabatini en Seúl 1988 y la de bronce de Javier Frana y Christian Miniussi en Barcelona 1992. Luego llegaron dos más y Juan Martín Del Potro fue el responsable de ambas: bronce en Londres 2012 y plata en Río de Janeiro 2016.