Hay varias virtudes del cultivo de sorgo y también puntos débiles que atentan contra el aumento aún mayor de superficie del cultivo.
De acuerdo a los datos oficiales de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la superficie de sorgo de la campaña 2023-24 estuvo cerca del millón de hectáreas y para este ciclo estima que se extendería a 1.300.000 hectáreas.
El sorgo es una gramínea de origen tropical que ha sido adaptada, a través del mejoramiento genético, a una gran diversidad de ambientes, ante la habilidad para tolerar, dentro de ciertos límites, condiciones de estrés hídrico. Entre los factores responsables de esto, el ingeniero agrónomo Martin Principiano destaca el hecho de contar con "un sistema radical grande y denso, una capacidad de transpiración baja, y una estrategia de latencia que le permite suspender el crecimiento hasta que se restablezcan nuevamente las condiciones favorables".
Para el asesor agronómico, el sorgo también "tiene varios beneficios desde el punto de vista del impacto de la inclusión en la rotación, que contribuyen a mejorar los niveles de materia orgánica y las propiedades físicas del suelo" y destaca al respecto que "presenta un sistema radical en cabellera fundamentalmente en los primeros 40 a 60 cm de profundidad que generan porosidad, aumentando la infiltración de agua y facilitando el desarrollo de raíces de otros cultivos" y, a la vez, "genera rastrojo en cantidad y calidad porque posee una alta relación carbono/nitrogeno determinando una descomposición lenta, favoreciendo la formación de materia orgánica estabilizada en el suelo".
Un cultivo estancado
Las virtudes y fortalezas del sorgo son numerosas y se lo considera una buena opción en sistemas mixtos agrícolas ganaderos, como especie para la alimentación del ganado. No obstante, el cultivo está estancado en superficie.
De acuerdo a los datos de la bolsa de cereales, en los últimos diez años el sorgo alcanzó su máxima superficie en Argentina en la campaña 2012/13 llegando a 1.100.000 hectáreas y el mínimo lo tuvo en la campaña 2018/19 con 730.000 hectáreas. Para la actual campaña 2024/25 se espera alcanzar 1.300.000 hectáreas, impulsado principalmente por el reemplazo del cultivo de maíz que bajará su superficie por la problemática de Spiroplasma en muchas zonas del país.
Ante este escenario, las empresas semilleras se preguntan qué falta ajustar para que el sorgo tenga un crecimiento exponencial ypueda llegar a cubrir, por ejemplo, 2.000.000 de hectáreas.
En este aspecto, Principiano señala que hay distintos puntos que limitan su incremento, entre los cuales destaca el económico. "Los precios disponibles y futuros del cultivo no son atractivos para la actual campaña y, si bien los costos de implantación y protección son menores que el cultivo de maíz, los márgenes estimados son bajos para lacampaña 2024/25".
Pruebas al canto
El rendimiento de indiferencia del cultivo de sorgo para la región norte de Buenos Aires y sur de Santa Fé, en planteos medios es 40 qq/ha en campo propio; los rendimientos medios esperados del cultivo están en 60 a 70 qq/ha; con estos números, los resultados en campos alquilados, son muy ajustados.
No obstante, Principiano indica que "el cultivo tiene potencial de explorar mayores rendimientos, con buen manejo, tecnología y ubicando al cultivo en lotes de mejor calidad, pudiéndose asi lograr rendimientos superiores a los 90 qq/Ha contra los 60/70 qq/ha de la media zonal actual".
Otro de los puntos débiles del cultivo para Principiano, pasa por la cosecha. "Las experiencias indican que el secado natural no siempre se puede lograr y en la mayoría de los años se debe recurrir al secado químico para adelantar y permitir la cosecha, un recurso que muchas veces no se puede realizar por altura del híbrido que dificulta el ingreso de equipos terrestres y/o porque el lote se encuentra en zonas con restricciones para la pulverización aérea, lo cual deriva en que se deba esperar el secado natural con la consecuente pérdida de producción por vuelco, quebrado, desgrane, disminución en la calidad general, brotado, entre otras". Asociado a esto, se suma la limitada disponibilidad de puntos de entrega en plantas de acopio, ya sea porque no reciben sorgo o en ocasiones, como ocurrió la campaña pasada, porque priorizan recibir soja y maíz.
En suma, los beneficios del sorgo en la rotación son indiscutidos, no obstante, como subraya aquí Martìn Principiano, coincidiendo con muchos otros profesionales que como él, cuentan con una destacada experiencia, es preciso ajustar varios aspectos de manejo y comercialización que será trabajo y compromiso de todos los actores de la cadena, para lograr incrementar la superficie y producción de este cultivo.